En esta entrada procederé a compartir los capítulos de mi tesis que describen la Teoría General de Sistemas (TGS)
Esta entrega incluye la presentación de lo que he denominado Modelo Básico Batesoniano con su corresponcdiente ilustración de diseño propio, que halla su justificación en dos papers fundantes del genial antropólogo.
Más detalles sobre la Teoría General de Sistemas (TGS)y la presentación del modelo basado en las elaboraciones de Bateson, las compartiré oportunamente cuando publique la entrada correspondiente al Anexo de mi Tesis que desarrolla los procedimientos metodológicos que lo justifican.
Aunque como suele suceder en estos casos hoy redactaría estos capítulos de forma diferente, las ideas que sustentaron su inclusión dentro de mi tesis son las mismas
Espero que esta entrada sea de su agrado
Vivina Salvetti
D. ¿Qué es la Teoría de
Sistemas?
D.1 Conceptos básicos
D.2 Teoría de Información Cibernética
E.
La cibernética antes de la Cibernética
E.1 Naven
(1936) y la búsqueda de nuevos abordajes
E.2 Cismogénesis
y Retroalimentación
E.3 Creación
de sentido mediante la interacción
E.4 Lugar
del individuo en la teoría sistémica
F. Aportes fundantes de Gregory Bateson
F.1 Un
Marco que abrió el horizonte
F.2 Bateson
y la jerarquía de niveles de aprendizaje (1942)
F.3 Distinción
de una jerarquía de niveles de comunicación (1954)
F.4 Relevancia
de la distinción formal entre contextos
F.5 Distinción
metodológica entre marco y metapauta
F.6 Definición
de metapauta
F.7 Presentación
del modelo sistémico batesoniano
F.8 Hipótesis
de investigación
D. ¿Qué es la Teoría de Sistemas?
D.1 Conceptos básicos
La Teoría de Sistemas, de carácter holístico
descriptivo, permite considerarse como la más apropiada para
integrar el ámbito de estudio de los
procesos cognitivos individuales con el abordaje de los procesos sociales,
igualmente complejos.[1]
La Teoría General de Sistemas (TGS)
no es en rigor una teoría, sino más bien “una
tendencia científica” cuyo “carácter transdisciplinario” permite dar
cuenta de problemáticas absolutamente
inabordables con los métodos tradicionales de las Ciencias Sociales (Reynoso
2006:48)
Este abordaje teórico, diseñado
durante el siglo XX, se atiene a principios de causalidad circular, diferentes de los clásicos
de causalidad lineal, provenientes de la Filosofía griega. Por causalidad
lineal debe entenderse la relación
causa-efecto que proponen los modelos de la lógica Deductiva o Inductiva
y tradicionalmente han sido aplicados sobre
sistemas autónomos.
Esto es, que a diferencia de los
abordajes focalizados sobre fenómenos determinados en los cuales es posible
distinguir relaciones causales de tipo lineal, el abordaje sistémico procura seguir la trayectoria de aquellos fenómenos diferenciales (o “emergentes”) que
resultan de la interacción entre sistemas auto-organizados, y
donde los efectos que resultan de
dicha interacción son causantes de
un cambio en el sistema total.
Las TGS han sido redefinidas recientemente como “Ciencias de la Complejidad”, término descriptivamente más adecuado en
vista de los diversos campos de su aplicación: la cibernética, el caos, los
sistemas dinámicos o los sistemas adaptativos complejos.
Es decir, la TGS define:
a) un modelo de abordaje que logra
integrar los métodos utilizados por diferentes disciplinas [2] (de ahí su transdisciplinariedad) con el propósito de atender distintos
fenómenos.
b) unos principios generales (entre los
cuales se encuentran el de Organización, Diferenciación y Jerarquía)
c) la descripción tanto del sentido
circular de las interacciones (trayectoria)
como la conducta emergente que resulta de la complejidad de dicha interacción.[3]
Por otra parte, todo Modelo es una entidad conceptual, una
construcción lógica y lingüística que aborda un conjunto de fenómenos. Además,
para ser definido como tal requiere satisfacer los requisitos de consistencia
lógica, coherencia semántica y rigor pragmático.
Los modelos formulados de acuerdo con
estas características, se proponen como entidades
conceptuales (nunca maquetas a escala) con total ausencia de pretensiones
para copiar o representar exactamente la realidad.
Se reconoce que en un estudio
sistémico lo más que puede hacerse es describir formalmente el fenómeno
(Reynoso 1998:244)
Un Modelo entonces, es una
construcción lógica y lingüística que “no
pretende isomorfismo alguno entre enunciados y realidades” (Reynoso 1998:241)
Los Modelos Sistémicos son adecuados
para describir fenómenos dinámicos, complejos, con fuertes interacciones, y han
sido propuestos como aquellos que alcanzan a
describir los procesos con mayor eficacia que los modelos clásicos de
lógica lineal.
En el caso de la TGS y ampliando la
breve definición ofrecida antes, los distintos modelos se organizan en torno a ciertos principios generales, -tenidos en
cuenta en la elaboración del modelo que propone esta Tesis- entre los que se
encuentran:
a) Organización Compleja e Isomorfa: la TGS requiere previamente de la complejidad
organizada por parte de cada sistema, con isomorfismo entre los sistemas a vincular.
b)
Diferenciación entre
los sistemas: la TGS solo es pasible de aplicar sobre lo que resulta de la interacción entre diferentes sistemas
isomorfos.
c)
Jerarquía: la premisa básica de la TGS que
establece por un lado el isomorfismo
global de los sistemas jerárquicos y por otro la especificidad relativa de los diferentes niveles de integración y
organización al interior de cada sistema,
establece que los efectos emergentes de un nivel superior no permiten ser
explicados linealmente a partir de causas en los niveles inferiores del mismo
sistema, sino lo que resulta de la
mediación de las relaciones entre los
sistemas.
El fundamento común de las TGS es la Teoría de la Información, cuyas primeras
aplicaciones se desarrollaron en la Cibernética.
El esquema cibernético es entre todos
los modelos sistémicos aquel que logró integrar dos conceptos preexistentes, (feedbak
y comportamiento emergente) que resultaron de formidable valor
aplicativo a otras áreas y pasaron a formar parte del modelo como conceptos básicos. (Reynoso 2006)
El concepto de feedbak (retroalimentación)
fue creado en 1927 para describir la
estructura de todo proceso de causalidad circular. En la TGS describe el sentido
de las interacciones, el flujo de intercambios donde los efectos de un sistema pasan a formar
parte de las causas del otro.
El concepto de comportamiento emergente
creado por George H. Lewes en 1875 establece que las características del todo
no pueden deducirse a partir de las características de las partes. [4]
Este concepto, que remite al carácter no sumatorio de los
elementos de cualquier sistema, no
autoriza a renegar de la causalidad sino que obliga a pensar en la complejidad de las interacciones, donde el
concepto de emergente enfatiza que las totalidades complejas se originan en
principios y elementos muy simples. (Reynoso 2006)
D.2 Teoría
de Información Cibernética
Antes de proceder a analizar con más
detalle la tendencia holística y sistémica que revelan los pensamientos
tempranos de Bateson, vale una pequeña digresión que describa el desarrollo de
los conceptos cibernéticos provenientes
del ámbito físico-matemático, y cuya
contextualización espero permita comprender el ambiente intelectual
contemporáneo del antropólogo que inspiró este trabajo.
Tal como se ha comentado previamente,
el sustrato común para la construcción de los diferentes modelos sistémicos se
vincula con los desarrollos de la Teoría
de la Información, cuyas primeras aplicaciones se deben el desarrollo de la
Cibernética.
Esto indica que las novedades vinculadas con el desarrollo de la
teoría sistémica en el siglo XX, tienen su origen en parte en la incorporación
de conceptos sucesivamente reformulados a partir de la propuesta “Cibernética” de Norbert Wiener en 1947.
Wiener concibió la cibernética en un
contexto militar como procedimiento matemático para que un proyectil dirigido
pueda ir reduciendo la posibilidad de error en su trayectoria con la menor
cantidad posible de oscilaciones.
En la cibernética (del griego “timonel”)
el principio que rige la información que
captan los proyectiles a fin de corregir
su trayectoria es lo que Wiener llamó Feedback.
En los procesos de feedback, la
información sobre las acciones en curso nutren a su vez el sistema, (o lo retroalimentan), permitiéndole
perfeccionar un comportamiento orientado hacia un fin. Sucede como si los efectos pasaran a formar parte
de las causas. Algunos definen a estos “bucles de información” como
circuitos de causalidad circular, diferenciándolos de los procesos de
causalidad lineal.
De inmediato se descubrió que así
como existía una modalidad de retroalimentación que reducía las desviaciones,
existía otra que era capaz de ampliarlas exponencialmente. Se llamó feedback
negativo a la primera y feedback positivo a la segunda.
También se verificó de inmediato que
todos los fenómenos y mecanismos de retroalimentación (mecánicos, biológicos y
humanos) obedecían a las mismas características matemáticas. (Ver ilustración 5)
La incorporación de estas estructuras de causalidad circular en el
desarrollo de las elaboraciones sistémicas, se debe a que con el tiempo se
descubrió que la estructura de los procesos de causalidad circular era siempre
la misma, independientemente de la naturaleza material del sistema en que
estuvieran presentes (Reynoso 1998) algo captado por Bateson en el epílogo que
escribió en el año 1958 para una de las últimas ediciones de su obra Naven, presentada sin éxito durante los
años treinta.
E.
La cibernética antes de la
Cibernética
E.1 Naven
(1936) y la búsqueda de nuevos abordajes
Como recuerda Reynoso, en el epílogo
de Naven escrito para su re-edición en el año 1958,
Bateson se atrevió a extrapolar las ideas cibernéticas sobre los procesos
sociales:
“Establecería así un patrón de uso de las Teorías de la Complejidad en el
que las ciencias humanas, conscientes de las dificultades con que se encuentran
para producir modelos teóricamente satisfactorios se mostrarían bien dispuestas
para (incorporar modelos eficaces
provenientes de otros ámbitos)” (Reynoso 2996:31)
Se trataba de una búsqueda de modelos
integrales que Bateson había iniciado muchos años antes que se presentara la
propuesta Cibernética.
“En el epílogo que en 1958 (Bateson) escribió para la reedición de Naven
(1936) confiesa que la conceptualización cibernética del fenómeno era más
clara, precisa y elegante que su propia descripción de los procesos sociales” que tuvo oportunidad de estudiar
entre los Iatmul durante los años 1927-30
(Reynoso 2006:32)
Sin embargo, es de destacar que en
esencia tanto la Cibernética (propuesta en 1947) como los abordajes previamente
elaborados por Bateson (presentados en Naven el año 1936) indicaban lo mismo:
“Bateson había descubierto un
proceso cibernético antes que siquiera se fundara la ciencia capaz de definirlo.
Al elaborar (en Nueva Guinea) el esquema para que tales procesos se tornen
comprensibles, Bateson fue creando una por una sus categorías, pues ni la
Cibernética ni la Teoría General de Sistemas habían sido formuladas.”(Reynoso 2006:28)
Pero ¿Qué conceptos presentó
exactamente en Naven durante los años 30?
E.2 Cismogénesis y Retroalimentación
Hay que tener en cuenta que lo
avanzado de las categorías presentadas por primera vez en 1936, implicaban un
abordaje diferente al sistematizado por otros antropólogos contemporáneos integrantes
de la escuela de “Cultura y
Personalidad”. [5]
En esa época, se consideraba a cada
grupo nativo como un conjunto integrado, cuyas particularidades eran abordadas
mediante el empleo de categorías aisladas tales como lo religioso o lo
económico.[6]
En ese contexto profesional, Bateson
propone una alternativa menos ingenua. En la compilación “Pasos hacia una Ecología de la Mente” (1991) Bateson recuerda que
las categorías empleadas para abordar lo Social “no son subdivisiones reales
que estén presentes en las culturas a estudiar, sino meras abstracciones que adoptamos en los estudios” a realizar
(Bateson1991:89) Analizar para Bateson
es legítimo siempre y cuando las categorías se vinculen con posterioridad al
contexto al cual se refieren.
En esa época en que la antropología
se abocaba al examen de categorías estancas, Bateson planteó por primera vez la
problemática de la esquismogénesis (término que define patrones de diferenciación
social progresiva) de tipo simétrica que se produce al interior de dos grupos, donde los individuos
tienen los mismos patrones de conducta, Bateson escribe:
“Si, por
ejemplo, los patrones incluyen la jactancia (donde) el jactarse es la respuesta
al jactarse, cada grupo empujará al otro a acentuar excesivamente ese patrón,
proceso que de no ser contenido, solo puede llevar a una rivalidad cada vez más
extrema y en última instancia, a la hostilidad y colapso de todo el Sistema”
(Bateson 1991: 93)
Bateson también analizó los patrones
de diferenciación Complementaria (o también esquismogénesis complementaria) donde los grupos adoptan lo que
denomina “características bipolares” tales como dominación-sumisión,
auxilio-dependencia, o exhibicionismo-escoptofilia.[7] Al interior de estos patrones de interacción,
la diferenciación puede hacerse progresiva. Este tipo de esquismogénesis, “a menos que se la contenga, lleva a una
distorsión unilateral progresiva de las personalidades de los miembros de ambos
grupos, cuyo resultado es la hostilidad mutua entre ellos y tiene que terminar
en el colapso del sistema”. (Bateson 1991: 93,94 y 121)
Bateson también reconoce un patrón
de interacción recíproco: “aunque
la relación entre grupos puede clasificarse ampliamente en dos categorías,
simétricas o complementarias… resulta desdibujada por otro tipo de
diferenciación que podríamos calificar de Recíproca…
El patrón recíproco, se compensa
internamente y por consiguiente no
tiende a la esquismogénesis.” (Bateson 1991: 94)
Esta
propuesta analítica que surgió de sus observaciones sobre la tribu
Iatmul, Nueva Guinea durante 1930. Bateson observó que en los procesos
de interacción social se daban
patrones de crisis diferenciados (ver ilustración 6)
En todos estos casos, Bateson está
más preocupado por describir el carácter
de la interacción entre los
distintos grupos (su contexto formal) que por definirlo a partir de ciertas
características propias (su contenido). Tener en cuenta esta distinción
temprana es de importancia para entender el hilo de su pensamiento.
Posteriormente en 1942, Bateson oye
por vez primera el concepto de feedback positivo e inmediatamente lo asoció con
su concepto de esquismogénesis, aunque más tarde (en 1958) confesaría que la
Cibernética describe de modo más claro y
elegante su aplicación en procesos sociales. (Winkin 1976:35, Reynoso 2006)
Tanto el concepto de esquismogénesis
complementaria como el de simétrica que describen las
condiciones de posibilidad de colapso en el sistema social resultaban similares
al
mecanismo cibernético de feedback positivo, que refuerza el
sistema en su escalada hasta su destrucción total. (Ver ilustración 7)
Para explicar en cambio, los
mecanismos de estabilidad de un sistema social (como los que había estudiado
entre los Iatmul), Bateson había propuesto en 1936 un patrón recíproco que se
compensa internamente. A partir de 1942, la idea de feedback negativo le permitiría una conceptualización más simple y
más general por autocorrecciones sucesivas, mediante las cuales, el sistema es
capaz de regresar a la estabilidad. (Winkin 1976:35)
Con posterioridad, otros teóricos
integraron los conceptos cibernéticos en los procesos sociales, y pusieron de
manifiesto que las mismas leyes operaban en todas partes.
Estos mismos fenómenos, al estar
convenientemente idealizados, son reducibles a analogías de relaciones formales [8]
Mientras tanto, Bateson advertía que
estas elaboraciones que no son más que rótulos creativos para abstracciones voluntariamente construidas
por el investigador, no una maqueta fiel de la realidad concreta.
E.3 Creación de sentido mediante la interacción
La propuesta de aplicar la teoría de
sistemas sobre procesos sociales, merece una exploración un poco más específica
de las ideas centrales que Bateson procuró desarrollar a lo largo de su vida,
referencias que por breves siempre resultarán injustas.
En las siguientes páginas trataré de
integrar los conceptos batesonianos que surgen de la lectura directa de sus
textos, lectura que será complementada no solo con los aportes de Carlos
Reynoso, profesor de nuestra facultad, sino también los vertidos por María José
Lucerga (ver Lucerga 2003 además de Reynoso
1993, 1998, 2006 y 2011).
Ambos concuerdan en que el estilo de
Bateson no se caracteriza precisamente por su claridad, pero al mismo tiempo,
no puede negarse que sus escritos están repletos de nuevas ideas, reflexiones y
un modo diferente de abordar las cosas cotidianas.
Este abordaje en retrospectiva de su
obra, permite descubrir por parte de Bateson la búsqueda de algún tipo de
unidad, algo que logró volcar en su famosa expresión:
“¿Qué pauta conecta al cangrejo
con la langosta y a la orquídea con el narciso, y a los cuatro conmigo? ¿Y a mí contigo?... ¿Cuál es la pauta que conecta a todas
las criaturas vivientes?” (Bateson 1982:18)
Según términos de Lucerga, cuando
Bateson pregunta por la pauta que conecta, no está buscando solamente la
identidad de patrones estáticos, susceptibles de reconocimiento y
clasificación, ni tampoco una identidad de procesos, sino lo que resulta de la relación entre ambos, algo tan fugaz como
definitorio del proceso total.
El objeto de la ecología de la mente
entonces, no son las pautas o los procesos, ni el orden ni el desorden, ni la
epigénesis ni el aprendizaje, sino la unidad de orden lógico que surge de la relación entre los miembros de
cada oposición, los puntos de encuentro
entre las premisas abstractas y la conducta efectiva (Lucerga 2003)
La esencial unidad del mundo supone
para Bateson una negación del dualismo cartesiano, y un intento de reintegrar a
la persona al sistema más amplio donde se encuentra inserta.
Su método encarado como búsqueda
holística consiste en exponer varios fenómenos distintos y descubrir la analogía subyacente
a todos ellos. La analogía aporta un conocimiento adicional y constituye una
unidad de orden lógico superior, que es lo que Bateson denomina “la pauta que
conecta”.
Esta analogía entre contextos de distintos niveles de
tipificación [9] fundamental para
entender el pensamiento batesoniano, es descripta por su autor de la siguiente
manera:
“Estoy trazando una analogía
entre el contexto de las cuestiones superficiales, y el contexto de los
procesos mucho más arcaicos y profundos… Afirmo que, sea cual fuere el
significado de la palabra Contexto,
es una palabra apropiada, necesaria, para describir
todos estos procesos tan remotamente vinculados… la manera de definir algo es hacerlo … mediante su relación con otras cosas.” (Bateson 1982:26 y 27)
El objeto de la ecología de Bateson
claramente no son las pautas o procesos en sí mismos, sino la unidad de orden lógico que surge de la relación
entre los miembros de cada oposición, los puntos de encuentro entre las
premisas abstractas y la conducta efectiva, donde los fenómenos de intercambio
son los que constituyen la vida del sistema. La Ecología de la Mente no es una
teoría sobre la creación de la realidad, sino sobre la aparición de un Sentido, cuya trayectoria puede describirse siguiendo los
principios de la Teoría General de
Sistemas (o TGS) tal como fueron
definidos al iniciar éste capítulo.
E.4 Lugar del Individuo en las Teorías
Sistémicas
Una de las críticas más comunes que
se suelen hacer a las teorías de tipo interaccionista elaboradas a partir del
pensamiento de Bateson, como ha sido la denominada pragmática de la comunicación humana, es que el individuo
quedaría disuelto dentro de la unidad que interactúa. [10]
Esta postura que disuelve al
individuo resulta de una aplicación parcial y maniquea del modelo original. Una
lectura más amplia de los escritos de Bateson, que incorpore no solo los
aspectos comunicativos sino adaptativos de la conducta humana, revelan a un
individuo que lejos de diluirse se
constituye en las relaciones y se explica como sujeto en ellas.
Al aportar su propia individualidad durante la
interacción, la recrea y contribuye al establecimiento de nuevos patrones de
relación.
Además, si se acepta que los
participantes no actúan según modos pre-establecidos, sino que definen su situación en el transcurso de la
misma, y que ambos no tienen por qué poseer idéntica competencia,
necesariamente habrá una exploración de la situación, que permita anticipar lo
que los participantes esperan del encuentro, seguida de una negociación
destinada a definir su significado, bien mediante un acuerdo, o bien mediante
una imposición.
Es el momento de introducirse en
otras ideas de este antropólogo excepcional, frecuentemente olvidado por la
historia oficial de nuestra disciplina.
F.
Aportes fundantes de Gregory Bateson
F.1 Un Marco que abrió el horizonte
Entre los aportes conceptuales más
conocidos de Bateson, se encuentra el concepto teórico de marco (frame) presentado de modo original en el año 1954 para definir un
aspecto del ámbito comunicativo aunque de ninguna manera se trata del único
aporte, algo que trataré de formalizar en estas líneas.
Haciendo una pequeña recorrida por
esos fructíferos años, el novedoso
concepto de marco dio lugar a los trabajos posteriores del sociólogo Erwin
Goffman (quien lo utilizó exhaustivamente) además de las investigaciones del
antropólogo Ray Birdwhistell, quien introdujo estudios sobre la gestualidad
diferenciada que acompaña toda forma de comunicación como algo local y
culturalmente construido.
La construcción cultural diferenciada
del tiempo y del espacio formó parte de la efervescencia intelectual
introducida por Bateson, impulsando diversos estudios antropológicos (Winkin,
1976)
En ese contexto académico, el
antropólogo Edward Hall se abocó al estudio de las particularidades culturales de
lo que hoy denominamos Referencias
tocantes al tiempo y al espacio. Si bien en su primera obra The Silent Language (1959) combina los
dos tipos de experiencias, después se abocó al estudio del modo en que las
culturas construyen el espacio, desde la
distancia interpersonal (la denominó proxémica),
hasta el modo en que edificios y
ciudades son emplazados.[11]
Con respecto a la situación actual de
los estudios sistémicos aplicados en nuestra Facultad, Carlos Reynoso ha
recomendado la búsqueda de modelos que permitan dar cuenta del sentido
particular de los elementos
seleccionados en todo sistema cultural:
“En todas partes prevalece una
especie de Ley de Zipf [12] la cual sin duda tiene que ver
con constreñimientos universales de la
cognición (según los cuales) las formas de expresión no son tan
complicadas. Aunque la diversidad parezca infinita... el hecho es que todas las culturas fatigan una y otra vez un número
ridículamente pequeño de formas lógica y materialmente posibles” (Reynoso
2011a:1)
Esta búsqueda de algún patrón
universal que permita describir la selección particular de elementos que
realiza cada cultura guarda similitudes con la “Pauta que conecta” inquirida
por Bateson.
Una lectura cuidadosa de los textos
de Bateson revela que la búsqueda personal
de esta “pauta que conecta” puede remontarse a sus primeros trabajos
etnográficos en Naven (1936) donde la creación de categorías que buscaran
describir de manera global el sentido particular de las interacciones sociales,
lo llevó a descubrir y describir los procesos cibernéticos aún antes de que
fueran formalmente presentados.
Esta búsqueda constante de analogías de relaciones formales
pero de distintos niveles de tipificación lógica así como de alguna pauta
entendida como unidad de orden lógico superior que surge de los puntos de
encuentro entre premisas abstractas y la conducta efectiva puede rastrearse también
en los dos escritos que analizaré a continuación.
Por lo tanto, en las líneas que
siguen analizaré en detalle dos artículos escritos por Bateson en distintos
momentos (uno del año 1942 y el otro de 1954) donde la articulación de los
elementos allí presentados condensa toda la riqueza de una propuesta sistémica
que permite el seguimiento de trayectorias sociales particulares ubicadas en
diferentes momentos históricos.
F.2 Bateson y la jerarquía
de niveles de aprendizaje (1942)
En el artículo escrito por Bateson en
1942 “La planificación social y el concepto de deuteroaprendizaje” (Bateson
1991) escrito tras haberse dedicado a las analogías entre los procesos de interacción
social y la Cibernética, se observa cómo logró extender el principio de
“retroalimentación” de manera implícita hacia el campo del aprendizaje de
conductas adaptativas, donde procedió a establecer una jerarquía de niveles.
En su presentación, consigue
articular teóricamente los distintos grados de adaptación de la conducta de los organismos vivos con la jerarquía de
niveles lógicos propuesta por Russell, en una preocupación epistemológica que
permite seguirse en numerosos de sus escritos.
A grandes rasgos, propone lo
siguiente respecto a las conductas adaptativas:
1) En el nivel básico, denominado “protoaprendizaje”
Bateson sitúa la mera recepción de información para lograr el condicionamiento
de los perros de Pavlov:
“¿En qué circunstancias aprenderá un perro a salivar a la vista de una
campana?... Nuestra pregunta es de un
grado más de abstracción, y en un sentido, tiende un puente sobre la grieta
que separa la labor experimental sobre el aprendizaje simple (protoaprendizaje
) -en una orilla- del enfoque de los psicólogos de la
Gestalt -en la otra.” (Bateson 1991:190
y 195)
En este nivel, el aprendizaje
consiste en discriminar respuestas alternativas a determinados estímulos. Para
Bateson, junto con el estímulo, el cerebro del perro aprehende el contexto del
aprendizaje (situación particular, espacio del laboratorio, presencia de
entrenadores, etc) algo que requiere diferenciar el contexto experimental de un
contexto general no-experimental.
En el protoaprendizaje, el individuo distingue una respuesta ante contextos diferentes.
A continuación presenta
2) Un segundo nivel de aprendizaje consiste en “aprender a aprender” o “deuteroaprendizaje”:
“Ahora bien, sucede que en los
laboratorios de psicología se da un fenómeno
común (mediante el cual los sujetos experimentales obtienen) un grado más elevado de abstracción… de alguna manera, aprenden a aprender.
“Podríamos decir que el sujeto
está aprendiendo a orientarse en ciertos tipos de contexto, o que está adquiriendo comprensión profunda… del contexto
de resolución de problemas. Podríamos decir que el sujeto ha adquirido un hábito de buscar contextos y secuencias de
determinado tipo con preferencia de otros… un puntuar el torrente de
sucesos para proporcionar un cierto tipo
de secuencias significativas” (Bateson 1991:194 y 195, resaltado es mío)
En este segundo nivel, una vez
aprehendida secuencias de determinado tipo el sujeto en lugar de discriminar
contextos, pasa a discriminar entre alternativas.
En el deuteroaprendizaje, el
individuo distingue y selecciona entre
conductas dadas
Para realizar la clasificación de
estos dos niveles de contextos de aprendizaje experimental, Bateson reconoce su deuda con autores gestalticos,
como Wolfang Köhler (de quien recupera su concepto de aprehensión presentado a
partir de sus observaciones sobre chimpancés) así como con el análisis topológico de Kurt Lewin
acerca de los contextos de recompensa y
castigo. (Bateson 1991:198,199)
Sin embargo, Bateson va más lejos.
Así como el deuteroaprendizaje
constituye un avance que distingue entre contextos ya dados, Bateson
propondrá una década después un tercer
nivel de aprendizaje, donde el individuo aprende a distinguir entre conductas posibles.
En este tercer nivel, (aquel en el
que un individuo percibe que puede ejercer cambios en lo aprendido y anticipar
una conducta diferente),
Bateson ubicará posteriormente sus revolucionarias elaboraciones sobre la
salida para el doble vínculo (Watzlawick
1995).
F.3 Distinción
de una jerarquía de niveles de comunicación (1954)
Después de haber presentado en 1951 un
trabajo con Jurgen Ruesch circunscripto al abordaje de la comunicación en contextos
de interacción [13] Bateson presentó en 1954 otro ensayo
elaborado en conjunto con el grupo de Palo Alto titulado “Una teoría del juego y la fantasía” [14]
Allí Bateson presenta otra analogía, esta vez entre:
a) la jerarquía de niveles del
aprendizaje presentada en 1942 y
b) los niveles de comunicación humana, lo que le lleva a concluir en
c) Un Tercer nivel de abstracción al que
denomina Metacomunicativo, mediante
el cual “un individuo advierte la posibilidad de comunicarse en multiplicidad de niveles de comunicación” (Bateson 1991:205 y 207)
Una vez más, la comparación y la
analogía le sirven como principio heurístico: para abordar los niveles de
comunicación humana observa el modo en que se comunican los animales. Observa que sus gritos, (ya se trate de mugidos,
ladridos o maullidos) no son equivalentes
a palabras, sino que se integran a movimientos
y posturas corporales que solo son inteligibles dentro de su contexto
particular:
“Fui al Zoológico… para buscar criterios de conducta que
indicaran si un organismo es o no capaz
de reconocer que los signos emitidos por él mismo y los otros miembros de
su especie son señales… Vi a dos monitos jugando,
es decir, entregados a una secuencia de interacciones, en la cual las acciones eran semejantes pero no las mismas que las de combate.
Era evidente… que la secuencia en su conjunto no era de un
combate, y era evidente… que para los monitos participantes, (tampoco) era
un combate… El juego solo podía producirse si los organismos eran capaces de… intercambiar
señales que transmitieran el mensaje: “Esto es un juego” (Bateson 1991:207)
A continuación, Bateson introduce la
importancia de los marcos y contextos para la adecuada comprensión de un
mensaje.
“Aquí es útil la analogía del
marco de un cuadro… Además de las líneas que delimitan la “figura” existe
un “fondo” que a su vez está limitado por un marco… una indicación de que los procesos mentales se asemejan a la lógica en la necesidad que
tienen de un marco exterior para
delimitar el campo contra el cual han de percibirse las figuras.
El marco del cuadro es una línea que instituye
una división entre los elementos de un tipo lógico y los de otro tipo
lógico.” (Bateson 1991:216 y 217)
Aquí Bateson está presentando su
novedoso concepto de Marco de referencia que permite distinguir entre contextos dados
(de comunicación y de aprendizaje) y define tanto la interpretación del mensaje
como la conducta adecuada:
“El (contexto) “Esto es un juego”
establece (el) marco de referencia…
“Esto es un juego”... dice al receptor
que ciertas dentelladas o empujoncitos no
son mensajes agresivos.”
(Bateson 1991:209)
Los animales aprenden tempranamente a
distinguir un conjunto de señales agresivas (o contexto) de otro conjunto de
señales que aparecen en un contexto donde los movimientos suaves de los cuerpos
en el espacio y la presión de las mordidas, son de carácter diferenciado.
En cambio, mientras los animales aprenden
a distinguir entre conjuntos (o contextos) de gestos y movimientos, los humanos
también son introducidos en un conjunto de mensajes verbalizados, por lo que
desde pequeños debemos aprender a:
b) Distinguir contextos diferentes
(comunicación / aprendizaje adaptativo) para el mismo mensaje
Esto
permite concluir que, distinguir el contexto de comunicación está íntimamente
vinculado con distinguir el
comportamiento adecuado para un momento particular.
Sin
embargo, tener en cuenta la distinción mencionada entre contextos de
comunicación / aprendizaje constituye la
vía para entender cómo los aportes del pensamiento Batesoniano a la teoría
cibernética de la comunicación humana tal como fueron integrados en los textos
de Jurgen Ruesch (1951) y P.Watzlawick (1967)
se abocaron a un análisis que al ser presentados dentro de la teoría de
la comunicación, excluían formalmente los
abordajes sobre el contexto adaptativo del aprendizaje que nuestro autor
venía elaborando desde los años 30, por lo que sus aportes teóricos quedaron
circunscriptos a los patrones de interacción, algo que también venía analizando
desde Naven (1936)
Además, no
resulta fortuito que “Hacia una teoría
de la esquizofrenia” (1956) presentada en colaboración con los psiquiatras de
Palo Alto se abocase al análisis del doble vinculo como “patología de la comunicación” mientras que trabajos
posteriores presentados por Bateson de modo individual, abordan la problemática
de la esquizofrenia como una conducta aprendida en tanto única
respuesta a un círculo familiar dominado por patrones de descalificación
sucesiva. (“Requisitos mínimos para una teoría de la esquizofrenia” de
1959, compilado en Bateson 1991:273-299)
Al
respecto, Winkin y otros confirman que
la preocupación de Bateson por abordar las características patológicas de
ciertos patrones de conducta no se
restringían al estudio de la familia como sistema cerrado, sino sobre relaciones sociales más amplias, preocupación
que se remitía a la década del treinta, en los días de Naven. (Winkin 1976)
Pero no se
trata de las únicas distinciones a tener en cuenta.
F.4 Relevancia
de la distinción formal entre contextos
Esta
distinción entre contextos resulta fundamental en la presentación del modelo
sistémico construido para esta tesis fundamentada en los conceptos
batesonianos, en un abordaje que requiere como primera medida distinguir al
contexto de comunicación y el contexto de aprendizaje como sistemas autónomos, como paso previo a su vinculación sistémica
posterior. Esto es, atendiendo a los requisitos de la TGS, considera la complejidad organizada de los sistemas
(o contextos) a vincular, su diferenciación,
así como el isomorfismo global de los
sistemas jerárquicos integrados y organizados en niveles al interior de
cada sistema [16]
En el
modelo propuesto para esta Tesis, cada sistema cuenta con su especificidad relativa en los diferentes
niveles de integración y organización al
interior, requisito fundamental para lograr seguir la trayectoria del sentido de la interacción entre ellos,
donde los efectos de un sistema pasan a formar parte de las causas de cambio en
el otro, y producen cambios globales
en el sistema total, conocidos como emergentes.
Esta distinción metodológica entre contextos, contribuye a entender
los aportes de Bateson respecto a
conductas entendidas como adaptativas.
Se trata
de un aspecto, que no siempre aparece
claro en los textos de Bateson, y que
sin embargo permite distinguir entre:
a)
contexto de comunicación entendida como
niveles de abstracción lógica entre
individuos iguales en procesos de comunicación, y frecuente objeto de estudio
de las ciencias sociales,
particularmente en las ciencias de la comunicación. Bateson distinguió en sus
escritos tres niveles distintos de comunicación.
b)
contexto
de aprendizaje cuyos niveles definen una situación de carácter evolutivo, donde un
individuo adapta o no adapta su conducta en un determinado ambiente. Los
escritos de Bateson permiten deslindar tres niveles de aprendizaje o conducta
adaptativa. Su estudio se constituye en el ámbito de las ciencias naturales, particularmente el de las
neurociencias, cuyo objeto de estudio focaliza en los procesos adaptativos y creativos de la Memoria. Los estudios que Antonio Damasio viene
realizando en los últimos años incorporando el papel de la percepción de las
emociones en todo proceso cognitivo exitoso, permiten su integración al modelo
sistémico. Incorporar en esta tesis el concepto de marcador somático positivo como motor
creativo de cambios, luego de la puesta en común de emociones vinculadas a un lugar, permitirá
dar cuenta -mediante un constructo neurocientífico- de la emergencia de una metapauta grupal de acción. [17]
El modelo
propuesto para esta Tesis toma en cuenta tanto el isomorfismo como las
diferencias entre ambos sistemas-contextos, organizados
jerárquicamente al interior de cada uno en diferentes niveles de comunicación y aprendizaje frecuentemente
mencionados por Bateson en “La planificación social y el concepto de
deuteroaprendizaje”(1942), “Una teoría del juego y la fantasía”(1954) , “Hacia
una teoría de la esquizofrenia” (1956) y “Requisitos mínimos para una teoría de
la esquizofrenia” (1959). Los elementos mencionados por Bateson allí
constituyen la base para la elaboración del modelo sistémico propuesto para
esta tesis.
Esta distinción puntual, no sólo
a)
entre contextos de comunicación y de
aprendizaje, sino
b)
entre su referencia empírica y su abordaje
conceptual, no siempre ha sido claramente especificada, pese a que
nuestro autor en repetidas oportunidades se abocó a discutir la noción de que
el nombre es diferente de la cosa nombrada, o de que “el mapa no es el
territorio”.
F.5 Distinción metodológica entre
Marco y Metapauta
Los
párrafos anteriores presentaron la distinción entre:
a)
los contextos empíricos
de comunicación / aprendizaje y
b)
su abordaje epistemológico
(atendiendo a la Jerarquía lógica de Russell)
Sin
embargo es importante dejar establecida además la distinción entre diferentes conceptos
lógicos utilizados en esta tesis (marco y metapauta) con el propósito de
evitar cualquier confusión: [18]
-El marco, en tanto emergente sistémico del contexto de comunicación
afecta y es afectado por el contexto de aprendizaje. Permite diferenciar entre distintos contextos
dados, y comprender el comportamiento a seguir. Esto indica, que el
Marco Batesoniano articula tanto el contexto de Comunicación (que diferencia entre fondo-figura ya dados)
como el de Aprendizaje (pues permite
deslindar cuál es el comportamiento que
se adapta a la situación dada, vinculado con el nivel del
deuteroaprendizaje)
La metapauta en cambio, consiste en un nivel de abstracción lógica que no solo distingue entre conjuntos
de contextos dados sino que a partir de éstos
genera un contexto posible de cambio.
Por lo
tanto, mientras que el marco de referencia permite ser advertido en toda interacción social, la metapauta
no.
F.6 Definición
de Metapauta:
La
metapauta batesoniana de acción, consiste entonces en el emergente del tercer nivel del contexto de
aprendizaje que como tal afecta y es afectada por el tercer nivel del contexto
de comunicación, y lo hace mediante advertir
la posibilidad de generar un cambio de conducta.
Es un constructo sistémico.
Partiendo
entonces de la distinción de los contextos se arriba a este concepto de Metapauta, (o
pauta que conecta) que define un mayor nivel de abstracción: esto es, un mensaje que permite distinguir entre contextos
posibles y se encuentra en la
base de cualesquier cambios en el comportamiento
requeridos por un contexto social en particular.
La “Pauta que conecta” el tercer nivel
comunicativo (o metacomunicativo) y el tercer nivel de aprendizaje, define la
posibilidad de cambios cruciales en la conducta, donde los cambios adaptativos
resulten efectivos y empíricamente observables.[19]
F.7
Presentación del modelo sistémico batesoniano
Habiendo
realizado la presentación de los elementos es el momento de presentar formalmente en la Tabla 1 el modelo sistémico batesoniano, donde
trato de vincular los contextos de aprendizaje y de comunicación,
convenientemente diferenciados y articulados mediante una trayectoria particular
(Tabla 1)
Tabla 1. Modelo Sistémico
Batesoniano.
Diagrama que articula
sistémicamente el contexto de aprendizaje adaptativo y el contexto de comunicación, e integra los conceptos
Cada
sistema es diferenciado, respeta los niveles de jerarquía lógica y resulta
isomorfo en relación al otro.
El Marco emerge dentro del ámbito de
referencias dado.
La Metapauta de cambio emerge del nivel de conductas posibles y pasa a formar parte (o retroalimenta) el
conjunto de elementos dados.
(Ver más
detalles sobre fundamentos metodológicos en el anexo 2)
F.8 Hipótesis de la
Investigación
Propongo que la Memoria Grupal, tiene posibilidades de emerger en carácter de Metapauta, en contextos de interacción
oral, sujetos al marco propuesto de valoración patrimonial. Esta propuesta
supone que la puesta en común de las emociones vinculadas a un espacio,
constituye el factor determinante para propiciar un cambio a nivel
metacomunicativo sobre las Referencias
Espacio-Temporales en tanto categorías
socialmente construidas, cambio que permite un seguimiento objetivo.
Este
trabajo, procurará entonces la descripción formal de emergencia de una
metapauta de modo tal que permita
asimismo la descripción sistémica del sentido de la trayectoria del marcador
somático positivo (concepto empírico de tercer nivel de aprendizaje
proveniente de las neurociencias) que afectado por el nivel metacomunicativo
(luego de la puesta en común de los afectos ligados al lugar) da lugar a la emergencia de cambios efectivos en la
conducta del grupo en cuestión. Estos cambios resultan ser empíricamente observables
mediante desplazamientos en las referencias del mapa cognitivo de la memoria
local.
Los dos capítulos que siguen se
abocarán a detallar la situación socio-histórica del
grupo bajo observación, con el propósito de ubicar en tiempo y espacio el
momento en que se producen los cambios previamente señalados.
[1]
Para más detalles acerca del carácter de la Teoría General de Sistemas ver Anexos.
[2]
En el modelo propuesto para esta tesis, la correlación entre sistemas y métodos
diferenciados de investigación (ciencias naturales/sociales) es fundamental.
[3]
Es importante tener en cuenta que se trata de un flujo no-dialéctico, debido a
que fluye entre sistemas isomorfos
complementarios. La propuesta de la TGS se diferencia así del clásico postulado
de Heráclito sobre flujo entre opuestos. (ver más adelante)
[4]
Uno de los ejemplos más citados es el de la composición química del agua: está
compuesta a partir de la unión de dos elementos combustibles, el hidrógeno y el
oxígeno, y sin embargo la sumatoria de ambos, no solo no es combustible sino que es utilizada para apagar el fuego.
(Reynoso 2006)
[5] Hacia 1930 los resultados aportados
por antropólogos concernientes a la teoría psicoanalítica, (que cuestionaban a
Freud los vínculos causales entre las alteraciones en la Libido y las neurosis,
así como la validez de los datos
antropológicos vertidos en Tótem y Tabú) condujeron a E. Sapir a
proponer un encuentro interdisciplinario que abordara las relaciones entre las
particularidades de cada sociedad y los
trastornos psicológicos o psiquiátricos.
Los psiquiatras que
respondieron a la invitación constituyeron en 1934 el grupo de” los
culturalistas”, entre cuyos iniciadores se encontraron Erich Fromm, Harry
Sullivan (Don Jackson fue discípulo
suyo) y Karen Horney, lo que explica los
vínculos de Bateson con la psiquiatría (Mandolini Guardo 1994).
[6]
O lo sexual, como hiciera Margaret Mead en Adolescencia,
Sexo y Cultura en Samoa (1984).
[7]
La incorporación de términos psiquiátricos formaba parte del programa de
Cultura y Personalidad.
[8]
Durante los años cincuenta, las categorías originales de esquismogénesis
simétrica, complementaria y patrón recíproco, fueron reformuladas y reducidas
por el grupo de Palo Alto a patrones de interacción simétrica y complementaria.
[9]
Niveles de Tipificación lógica: Estructura Jerárquica de pensamiento propuesta
por Bertrand Russell.
[10]
Por el contrario, el lugar que Bateson
otorga al individuo es central para comprender la posibilidad que otorga al paciente
psiquiátrico de aprender a romper
vínculos patológicos.
[11]
Entre sus estudios originales, Hall aborda
la estructuración y significación del espacio ocupado por muebles y
puertas. Constituyen un ejemplo asombroso de la variedad cultural de significados otorgados al espacio. Por
ejemplo, para un norteamericano una puerta debe estar abierta (al menos en la
época que se realizó el estudio), en cambio para un francés o un alemán debe
estar cerrada. (Winkin 1976)
[12]
Ley empírica formulada por el lingüista George Zipf, según la cual solo un
pequeño número de palabras son
utilizadas con mucha frecuencia, mientras que la mayoría son poco empleadas.
Esta ley se expresa en progresión matemática, y es aplicable a otros
fenómenos.(Reynoso 2011b:152)
[13] Entre 1949 y 1962 Bateson se trasladó a
California para colaborar como investigador asociado en psiquiatría y comunicación en diferentes
equipos, primero junto a J. Ruesch (con quien publicó Communication. The Social Matrix of Psichiatry en 1951) y posteriormente con Don Jackson en el Mental Reseach Institute (Palo Alto,
California) con quien presentó “Una teoría del Juego y la fantasía” en 1954.
[14]
Según comenta Winkin, Bateson fue
constreñido a publicar lo más pronto posible
sus conceptos por Don Jackson (Winkin 1976)
[15]
Esta capacidad infantil es definida y analizada por Chomsky como
“gramatica generativa”
[16]
Detalles de los fundamentos epistemológicos y diagramas de los sistemas se
hallan en el anexo correspondiente.
[17]
Más detalles sobre la justificación metodológica en el Anexo 2.
[18]
Ver más adelante el diagrama que articula sistémicamente los dos contextos
(como sistemas autónomos) y permite además distinguir entre distintos niveles de abstracción de la
Realidad (lo Dado y lo Posible). Más detalles en el Anexo 2
[19]
Tales como los observados sobre individuos durante el insight psicoanalítico o la conversión religiosa.
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