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domingo, 28 de diciembre de 2014

Anexo I Validez etnográfica de datos de Archivo Tesis Vivina P. Salvetti

Hola amigos
Es esta entrtada procedo a describir la valide etnográfica de los datos provenientes de Archivo.
Como quizás muchos conozcan, la observación participante del antropologo que se traslada hacia algún territorio lejano (cuanto más lejos, más antropólogo) y desde ese lugar exótico procede a relevar los datos que necesita para elaborar su trabajo científico,  munido con su infaltable libreta.
Esta identificación histórica del antropólogo con el trabajo de campo requiere dar cuenta de la validez de recurrir al archivo para recoger allí  datos que resulten tan validos  como los obtenidos desde la observación participante.
Este primer anexo entonces,  procura dar cuenta del trabajo de archivo como una metodología tan valida para el antropólogo como la observación participante.

Espero que les guste

Vivina Salvetti






Apéndice:
Anexo 1. Validez etnográfica de datos obtenidos en Archivo                                       
1.1   Introducción
1.2   La magia del etnógrafo… como recolector de datos
1.3  Equivalencia entre datos de origen diferencial
1.4  Metodología para el análisis de las Actas - Preguntas de investigación




Anexo I: Validez etnográfica de datos provenientes de Archivo

        “Hay que leer los documentos  con ojos de antropólogo” (John Murra)


1.1     Introducción
Las líneas escritas a continuación tiene el claro propósito de justificar la validez etnográfica de los datos provenientes de las Actas publicadas por la fundación Alihuén, para lo que me valgo de los aportes de L. Nacuzzi, Arlette Farge, Elsie Rockwell y como no puede ser de otra manera, de Gregory Bateson.
Con respecto a la validez etnográfica del abordaje de archivo, la doctora  Lidia Nacuzzi  sencillamente sostiene:
“Nuestro trabajo de campo comienza en un archivo, cuando comenzamos a recolectar datos…Estas tareas están ciertamente impregnadas de algo de la actitud de un (antropólogo), leemos con sumo cuidado nuestros papeles… y en ellos nuestros informantes se muestran a veces esquivos, a veces parcos, y la mayor parte del tiempo,  yéndose del tema que nos interesa…”
“Los investigadores de diversas temáticas antropológicas no han visto claramente como trabajo de campo la búsqueda de papeles inéditos….El trabajo de campo era por definición, la expedición arqueológica o etnográfica que implicaba un traslado, preparativos, convivencia con colegas y “otros culturales”  en sitios lejanos” (Nacuzzi 2002:229)
Nacuzzi defiende la validez etnográfica de  los datos de archivo desde hace muchos años, particularmente ante los detractores que consideran que la única manera de hacer antropología consiste en hacer trabajo de campo viajando a sitios lejanos.
En el año 1984, en una convención con participantes provenientes de Chile, Brasil y Argentina, Nacuzzi recuerda que se discutió la pertinencia antropológica sobre el abordaje de fuentes escritas: “¿Son competencia del historiador o del antropólogo?”
Nacuzzi compara que mientras los historiadores piensan que solo ellos están preparados metodológicamente para la lectura crítica de fuentes, los antropólogos, debido al entrenamiento etnográfico se hallan perfectamente capacitados para comprender los relatos, a veces extraños, acerca de pueblos que viajeros y misioneros veían por primera vez y describen confusa y tendenciosamente según sus cosmovisiones y las motivaciones de sus viajes. Además del enfoque etnográfico, autores de especialidades diversas coinciden en la necesidad del enfoque histórico de los temas relacionados con las poblaciones nativas. (Nacuzzi 1989)
Este análisis de archivo se realiza con el propósito de obtener datos contrastables. La  información obtenida no solo permite la elemental confrontación de datos de una y otra fuente, también permite elaborar hipótesis, perfeccionar las inferencias realizadas, interpretar problemas particulares en distintas áreas de investigación y elaborar analogías, con la condición de no usar los datos obtenidos de manera aislada o fuera de contexto. (Nacuzzi 1989)
Nacuzzi, desde su experiencia, ofrece  distintas recomendaciones para aquellos antropólogos que se acercan al archivo:
Toda  lectura de documentos implica un vital y específico doble trabajo de comprensión:
1) obtener los datos que buscamos y
 2) entender la lógica del funcionario que escribió el documento (Nacuzzi 2002:255,       256)
 “Si somos buenos trabajadores de campo… encontraremos advertencias muy útiles sobre lo que se puede esperar acerca de… la intencionalidad de quienes escribieron… Los documentos (adecuados) son difíciles de encontrar. Si los encontramos, debemos tener presente que no fueron escritos para responder nuestras preguntas
 “Nuestro principal problema es que debemos leer entre líneas, buscando información sobre  temas para los cuales esos papeles no fueron escritos especialmente” (Nacuzzi 2002:240)
Por otra parte, Arlette Farge, en su texto de 1991 La atracción del Archivo también ofrece muchas sugerencias para abordar adecuadamente toda fuente documental:
“No se trata de descubrir en el (documento), de una vez por todas un tesoro enterrado que se ofrece al más listo, sino de ver en él un zócalo que permite al (investigador) buscar otras formas del saber que faltan al conocimiento” (Farge 1991:45)
“En el murmullo de millares de palabras o trazos no se puede buscar lo extraordinario o  claramente significativo… (En cambio) lo aparentemente insignificante, el detalle sin importancia, traduce lo indecible…Sea cual fuere el proyecto, el trabajo de archivos obliga forzosamente a unas operaciones de selección, de separación de documentos… La cuestión está en saber qué seleccionar y qué abandonar… ¿Cómo decidir entre lo esencial y lo inútil, lo necesario y lo superfluo, entre un texto significativo y lo que parece una repetición? En realidad, no hay método válido ni reglas estrictas que haya que seguir (Farge 1991: 57y 71)
Este proceso de cuestionamiento del archivo debe ser lo suficientemente claro para que los resultados de la investigación sean convincentes y no falaces, poniendo en claro los procedimientos de interrogación.  El archivo lejos de ser  la prueba definitiva de una verdad cualquiera, constituye una fuente de material cuyo sentido se tiene que construir después de cuestionamientos específicos y de una búsqueda  bajo el aparente desorden de los relatos para captar lo que sucede y reconocer los hechos materiales identificables. (Farge 1991)

Mientras Farge enfatiza la búsqueda de detalles aparentemente sin importancia bajo el virtual desorden de los hechos, Nacuzzi sintetiza que esos detalles a buscar procuran “entender la lógica del funcionario que escribió el documento” en lugar de aceptar como dada la información proporcionada. El análisis de archivo como metodología antropológica permite así acceder a las “descripciones de otros” hechas por “otros” (Nacuzzi 2002:255)

Y precisamente fue esta mirada sobre los datos disponibles la que fundamentó los primeros trabajos de campo  en la historia de nuestra disciplina.


 1.2      La Magia del Etnógrafo… como recolector de datos
¿En qué consiste para un antropólogo hacer Etnografía?  ¿Hacer el viaje a lugares lejanos y convivir con otros desconocidos?  ¿Hasta qué grado la Etnografía está construida como  la “experiencia” en el campo?
“De hecho, se tiende a pensar en la etnografía solo como el trabajo de campo, olvidando que se define por la producción de un determinado tipo de texto… los registros de campo solo son útiles en el proceso de construcción de conocimiento si se integra en un análisis cualitativo y a la vez exhaustivo.
“El trabajo de campo...requiere de la elaboración de registros y diarios de campo…El compromiso es elaborar un registro que sea público…Los registros pueden convertirse en documentos.” (Rockwell 2009: 48, 50 y 65)
“La etnografía puede entenderse como un proceso de documentar lo no-documentado… La base de este proceso es el trabajo de campo” (Rockwell 2009:48)
Tanto Rockwell como Nacuzzi concuerdan en distinguir entre la obtención de datos válidos provenientes de archivo y las notas de campo.
En ambos casos el registro obtenido tiene el carácter de documento:
1)       Un tipo de datos son  obtenidos a partir del registro directo del campo y
2)      otros elementos surgen del  análisis de “datos registrados por otros”, metodología que se remonta a los orígenes mismos de la Antropología como disciplina.
Esta preocupación sobre la calidad de los datos etnográficos se remonta al año 1871, tal como contextualiza el historiador de nuestra disciplina George Stocking:
Stocking remite a  la preocupación de “los titanes evolucionistas, que sentados en sus sillones acumulaban datos etnográficos a partir de  informes de viaje”

La preocupación de Edward Tylor  por comprobar la cantidad y calidad de datos empíricos  lo llevó a formular una guía detallada de preguntas “con el ánimo de promover una cuidadosa observación antropológica por parte de los viajeros y capacitar a quienes no son antropólogos para proporcionar el tipo de información que es deseable en un estudio científico”
Al asumir que “los datos empíricos acumulados por gentleman amateurs podrían suponer una base para las investigaciones más sistemáticas de los académicos y científicos metropolitanos, los antropólogos estaban en realidad siguiendo las huellas de otros  científicos de la época victoriana” [1] (Stocking 1993:44)
Pero hacia 1883, la preocupación de Tylor por el método empleado para la recolección de datos y por observaciones poco fiables, debió contribuir al “proyecto costa noroeste” que asumió la necesidad de revisar los datos obtenidos.
Stocking señala que el reemplazo de un  misionero local  por el envío del físico Franz Boas, “simboliza un más profundo, largo y complejo cambio en la actitud antropológica hacia los misioneros etnógrafos. La centralidad de (las críticas sobre) la creencia religiosa en el paradigma evolucionista tendía a levantar sospechas sobre los datos recopilados por aquellos cuyo compromiso primario era extirpar la religión pagana” (Stocking 1993:45)
Muchos de los primeros científicos naturalistas y antropólogos británicos del siglo XIX mantuvieron una fluida relación de trabajo con misioneros. Tendrían que pasar dos generaciones de antropólogos para que entraran en la arena etnográfica un cuerpo de investigadores formados académicamente en antropología.
 Esta generación intermedia contribuyó significativamente a la emergencia de un método  etnográfico al que (cualquiera sean sus analogías subyacentes con la experiencia misionera) sus practicantes considerarían característicamente antropológico (Stocking1993:43-47)  [2]
 Sin embargo, es importante recordar que Malinowsky, el “inventor del trabajo de campo” analizaba los datos obtenidos con una perspectiva funcionalista. Esto significa análisis a-histórico y sincrónico de una sociedad dada.
El abordaje diacrónico de una sociedad (abordar y analizar los procesos de cambio social) requiere necesariamente del enfoque histórico. Los “datos recolectados por otros”, junto a  un análisis que  deslinde los intereses de quienes recolectaron esos datos, pueden resultar tan válidos antropológicamente como los recolectados a partir del registro directo del campo.

1.3       Equivalencia entre  datos de origen diferencial
Ambos grupos de datos  son válidos. Ambos son obtenidos del análisis de documentos escritos (registro de campo/archivos) Todo depende de las preguntas con la que se abordan esos datos, donde el recorte temporal  es decisivo.
Si el propósito es analizar el estado de una sociedad en un momento dado, esto requiere del análisis de los datos obtenidos  a partir del registro de trabajo de campo (“documentar lo no-documentado”). El propósito de abordar estos registros en un análisis etnográfico  involucra una “larga secuencia en la que se alternan lectura y escritura, relectura y reescritura” de los registros de campo (Rockwell 2009: 48 y 66)
En cambio si lo que se busca es el abordaje de diferentes procesos sociales sostenidos en el tiempo, eso requiere de la incorporación de documentos, e involucra  por necesidad  el análisis de fuentes escritas por otros.
Con esto en mente, Nacuzzi defiende el uso de documentos coloniales para obtener datos contrastables para el estudio de la sociedad americana desde la conquista considerando además que los especialistas coinciden en la necesidad del enfoque histórico en temas relacionados con las comunidades nativas (Nacuzzi 2002 y 1989)
Una vez recolectada una considerable cantidad de datos, Bateson  indica una actitud  sobre los mismos que recuerda la “lectura entre líneas” de Nacuzzi, lectura que requiere la invención de categorías abstractas:
“En cualquier caso, lo que interesa al antropólogo no es la mera descripción sino un grado ligeramente más elevado de abstracción, un grado más amplio de generalización. Su primera tarea consiste en reunir minuciosamente masas de observaciones concretas de la vida de los nativos, pero el paso siguiente supone no un simple resumen de tales datos sino interpretar los datos en un nivel abstracto que trascienda (tales datos)…El antropólogo debe inventar un vocabulario más abstracto con cuyos términos (pueda) describirse por igual la propia cultura y la de los nativos.”(Bateson 1991:189)

En el caso de esta tesis, el abordaje de las Actasescritas por otros” durante diez años, y   convenientemente contextualizadas, ofrece un recorte temporal suficientemente amplio para evaluar los procesos de  construcción de Identidad (cómo los individuos/grupos se ven a sí mismos) como los de Alteridad (cómo los grupos ven/son vistos por otros) en el contexto de valoración patrimonial  iniciado en 2002 en la Comunidad de Puelches.


1.4      Metodología para el análisis de las Actas
Teniendo en cuenta las recomendaciones y sugerencias de Nacuzzi, Farge, Rockwell y Bateson, para el subsiguiente análisis de las Actas se tuvieron en cuenta los siguientes aspectos:
1.      Obtener masas de datos y confrontarlos con el propósito de elaborar hipótesis, perfeccionar inferencias y elaborar analogías, con el firme compromiso de no utilizar los datos de forma aislada o fuera de contexto
2.      Advertir la intencionalidad de quienes escribieron, tratando de entender su lógica
3.      Tener presente que los documentos no fueron escritos para responder nuestras preguntas
4.      Atender a los detalles sin importancia que puedan traducir lo indecible
5.      Leer entre líneas, buscando información sobre temas para los cuales esos documentos no fueron escritos
6.      Reconocer que el archivo no constituye la prueba irrefutable de una verdad cualquiera, sino un material cuyo sentido se tiene que construir después de un cuestionamiento específico.
Con estas indicaciones en mente, es hora del ingreso al ámbito de las Actas escritas


1.5       Actas de Puelches: Retrospectiva de diez años de Talleres
Con el propósito de realizar el seguimiento objetivo de los elementos bajo observación, he seleccionado como fuente de material de análisis las Actas de los Talleres Participativos llevados a cabo durante diez años (desde el 2002 hasta el 2012) en la localidad de Puelches, Provincia de La Pampa y que fueron publicadas por la Fundación Alihuen. Estos talleres forman parte de un Proyecto auspiciado por la Administración de Parques Nacionales, con resultados disímiles en las distintas poblaciones donde fueron llevados a cabo.
La ventaja de analizar este material registrado por otras personas durante los diez años tomados como recorte, es que permite su abordaje y posterior análisis sin el sesgo que pudiera surgir en el caso que el mismo investigador que obtiene los datos, los abordare con posterioridad.
Además, por tratarse de Actas de carácter público, no requieren permiso para su acceso.
El análisis del material de archivo será complementado con los informes (conocidos también como papers) publicados de los profesionales (arqueólogos, antropólogos e historiadores) que han investigado las particularidades locales de Puelches y La Pampa.
El análisis procurará la descripción pormenorizada del material, relevando especialmente  los cambios observables en el mapa cognitivo de la Memoria grupal luego de la  puesta en común de las emociones  y afectos ligados al espacio correspondiente bajo estudio.


Preguntas de Investigación
1)      Atender a cualquier “detalle aparentemente sin importancia” que permita dar cuenta según el abordaje sistémico elegido, de  cualquier “cambio observable en la condición inicial” que de paso al cambio en la trayectoria de los procesos sociales locales y que justifique la continuidad del mismo modelo de taller que se ha discontinuado en el resto de las comunidades.
2)      Atender a cualquier detalle que permita observar el modo en que la comunidad se ve a sí misma y a su historia, en un contexto antagónico.


[1] Un abordaje de los habituales intercambios epistolares con fines científicos durante el siglo XIX, como las guías de preguntas elaboradas por Darwin para obtener información naturalista de otras latitudes, desviaría  los propósitos de este trabajo. (disponibles en  http://darwin-online.org.uk/)
[2] Ecos de esta tensa relación con los misioneros que al menos hasta hace poco persistían en la tradición académica  británica, pueden hallarse en las palabras del antropólogo Nigel Barley : “Hablar siquiera con los misioneros era en cierta medida una traición a los principios antropológicos: desde que Malinowsky, el inventor del trabajo de campo lanzó al etnógrafo su apasionada conminación  a  abandonar la Misión y penetrar en los poblados, a todos mis colegas les persigue la obsesión de liberarse de esa mácula.  Pensé, no obstante, que manteniéndome alerta contra las añagazas del demonio, hablar con gente que conocía el país Dovayo podía ahorrarme mucho tiempo.”  (Barley 1983 página 43)

 



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