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sábado, 11 de mayo de 2024

El legado de Lev Vigotsky

 


Hola amigos. Como ustedes saben, hace tiempo que vengo haciendo lecturas sobre Lev Vigotsky, al que considero un investigador ejemplar y fascinante.

Entre los lugares comunes que descubrí durante tales lecturas, tuve oportunidad de leer repetidas veces que “Vigotsky no nos legó ninguna Teoría”. Los problemas historiográficos que afrontaron sus biógrafos e investigadores de su magna obra, y un breve análisis de algunos de sus textos fundantes están actualmente en prensa. No obstante, mientras tanto quiero compartir con ustedes algunas reflexiones.

Por ejemplo, quisiera aprovechar esta oportunidad para invitarlos a  realizar lecturas directas de muchas de sus obras disponibles, basados en la enorme cantidad de trabajos reunidos y revisados personalmente por Vigotsky mientras estaba siendo fuertemente cuestionado por las purgas stalinistas, y que ofrecen un panorama bastante claro de sus ejes y propuestas.

Problemas historiográficos

Recuerdo que hace muchos años, cuando comencé a leer sobre la vida de Lev Vigotsky me llamó  la atención fue conocido que muchos años después de su muerte en 1934, por la calidad y enorme cantidad de sus trabajos experimentales de avanzada,  como para que lo calificaran como “el Mozart de la Psicología”,  

Sin embargo, muchos trabajos escritos por académicos locales que tuve oportunidad de leer sobre su teoría, me resultaban bastante confusos. Hasta que se me ocurrió abordar directamente sus Obras Escogidas que están publicadas y libres para descarga gratuita por Internet.

Como me viene pasando, la lectura directa de los trabajos de Vigotsky no me defraudó, aunque fue inevitable preguntarme por qué razón muchos autores se limitan a citar a otros comentaristas, en lugar de leer y citar directamente a Vigotsky.

¿Por qué hay tanta confusión sobre su obra? Con esta pregunta en mente, comencé a leer durante el último año todo lo que pude de su pluma prolífica, y al hacerlo me pareció comprender las oscuras razones para el desconocimiento de sus principales aportes.

En Argentina, por fortuna, el Grupo de investigación de Adriana Sulle, investigadora del Conicet, viene realizando desde hace una década un trabajo estupendo de investigación historiográfica sobre Vigotsky. Abordar sus avances, también disponibles con acceso abierto en la web, me permitieron comprender las dificultades que impidieron, en principio, algo tan elemental como reunir ordenadamente  buena parte de sus obras escritas, ya fuera que hubiesen sido publicadas en Rusia oportunamente o no.

Vigotsky comenzó a ser difundido inicialmente en los EEUU, durante la década de 1950, muchos años después de su muerte. Sin embargo, algunos investigadores actuales, advierten que fue interpretado entonces de un modo fragmentado y con un sentido bastante alejado de los términos originales.

Además, sus biógrafos e historiadores, vienen descubriendo en los últimos años, que su prolífica tarea como psicólogo experimental solo representa la punta visible de un iceberg, donde permanecían ocultos hasta hace poco, sus intereses juveniles vinculados con la Docencia, el Arte y la Cultura en tanto elementos que pueden liberar y transformar al ser humano. Estos intereses emergen materializados en otros muchos documentos que estuvieron ocultos a la vista de occidente durante décadas.

Sin dudas a nuestro querido investigador le tocó vivir una época convulsionada, ya que cursó sus estudios Universitarios durante las revueltas contra el zar, y poco después de recibirse, estalló la Revolución de octubre de 1917. La Guerra Civil lo encontró trabajando febrilmente como Docente y Pedagogo en la ciudad de Gomel, donde uno tras otro sus historiadores van descubriendo informes, certificados y  registros de su labor como activo Promotor Cultural.

Como dicen sus biógrafos, fue un hombre con fuertes intereses vinculados con el Arte, la Docencia y la Psicología, y cada uno de tales intereses permaneció pujando entre sí hasta el final, para dotar de identidad y vitalidad su personalidad científica.

Así que, por un lado, tenemos una difusión temprana de información que poco tiene que ver con las ideas originales de su autor. También tenemos escritos y publicaciones vigotskianas que se creían perdidas y fueron difundidas gradualmente. Y cuando  psiconeurólogos rusos son entrevistados sobre sus aportes, señalan que Vigotsky no dejó una teoría escrita formal que resuma sus avances.

Por ejemplo, en sus Obras Escogidas publicadas recién a partir de 1982, nos enteramos que los psicólogos soviéticos Mijail Yaroshevski  y G. S Gurguenidze,  afirman lo siguiente:

“Vigotsky no ha creado un sistema psicológico más o menos acabado. Durante sus intensas búsquedas, generaba ininterrumpidamente nuevas y nuevas ideas, abandonaba sin compasión unas, planteando otras, cambiando incluso a veces la trayectoria de su pensamiento. Cabría considerarle como la figura más inquieta de la psicología soviética. Y todavía hoy sentimos la fructífera influencia de su inquietud” (Epílogo” Obras escogidas. Tomo I, cursivas añadidas)”

Tengamos en cuenta esto mientras seguimos pensando juntos sobre el legado de Vigotsky.

Otros especialistas rusos entrevistados, lamentan el poco interés por parte de la Academia de Ciencias local para publicar y difundir los documentos personales que custodia su hija, los informes clínicos de sus consultas en Psiconeurología, mientras los organismos oficiales se muestran poco dispuestos a organizar el abundante Archivo que todavía conservaba Luria de sus investigaciones en conjunto, poco antes de la muerte de Vigotsky.

Por eso, no extraña que la Dra. Tatiana Akhutina, cuya Tesis doctoral fue dirigida por el mismo Luria, lamente que Vigotsky no nos haya legado una teoría escrita formal. (Akhutina 2002)

Sabemos bastante bien que Vigotsky realizó sus investigaciones en Salud Mental entre 1924 y 1934 en medio de la censura y sospecha stalinista de cualquier ideología que hiciese peligrar su hegemonía. Por tanto, Vigotsky se vio obligado a realizar sus investigaciones mientras sorteaba sospechas de traición a la ideología dominante. Aunque no hay registros que haya sido detenido alguna vez, también sabemos que muchos de sus colaboradores fueron condenados a muerte por las purgas stalinistas.

A partir de 1931, se agudizaron las críticas contra su propuesta teórica, en un ambiente intelectual caldeado por discusiones retóricas. Podemos acceder en sus Cuadernos de Notas personales, recientemente publicado, a un borrador escrito de su Declaración al Director del Instituto Estatal de Pedagogía de Leningrado, donde Vigotski responde a las acusaciones del aparato estalinista. El borrador escrito de su puño y letra, ofrece una idea del tipo de campaña que se cernía sobre su obra, y cómo pensaba defenderse:

“…me he enterado que los supuestos teóricos de los que parto en mi trabajo han sido calificados de ‘teoría idealista y burguesa’ y ‘concepción antimarxista’ […] esa decisión ha sido tomada por la comisión de purga sin un análisis previo y profundo de mi teoría […] supongo que las acusaciones en contra de mi teoría están fundadas en un malentendido y no se corresponden con la realidad….Siempre he considerado que mi trabajo está dentro del sistema de la ciencia soviética, no fuera de ella… Subjetivamente he interpretado mi trabajo como parte activa en la construcción de una psicología marxista” (Vigotsky, 2022: 473, cursivas añadidas)

Cada una de estas dificultades representan un contexto que hacen bastante difícil inferir algún tipo de autocensura por parte de Vigotsky para legarnos una teoría escrita, cuando observamos que al mismo tiempo que se agudizaban las críticas contra sus trabajos, él mismo comenzó a reunir en 1931 los que consideraba sus trabajos más importantes, aquellos que representaban sus ejes de investigación, lo que hace que cada uno de los Tomos de sus Obras Escogidas, (recién publicadas cincuenta años después de su muerte) resulten  luminosos pese a toda la censura y proscripción que fueron objeto.

Insisto que una lectura directa de los Tomos de sus Obras Escogidas es francamente insustituible. Y al menos para mí, resultó enormemente clarificadora. Luego de la lectura de los primeros Cuatro tomos de las Obras escogidas, me dediqué a leer otros textos suyos recientemente publicados, como su novedosa Tesis sobre Psicología del Arte, que se creyó perdida durante décadas, su Teoría de las Emociones, o su ensayo sobre La imaginación y el Arte en la infancia.

Me permito inferir que, si acaso Vigotsky no nos legó una teoría escrita, fue porque desde su mirada personal él consideraba a la Ciencia un continuo work in progress, cuyas ideas son discutidas y alcanzan consenso en la base social y porque, a diferencia de la religión y otras ideologías totalitarias, se caracteriza porque siempre avanza en consenso y no se detiene a discutir el sentido de dogmas y frases escritas, algo bastante común en los ámbitos académicos.

En 1930, percibimos que Vigostky, a pesar de hallarse concluyendo su especialización como Neuropsicólogo en la Facultad de Medicina, seguía sin presentar por escrito una teoría escrita que ofrezca el marco académico l para investigaciones futuras.

Resultaba llamativo para muchos que no lo hiciera. Sin embargo, muchos de sus discípulos recuerdan la claridad conceptual y el dinamismo de Vigotsky mientras dirigía el Equipo de investigación. Sabía muy bien que una Psicología, si ha de ser marxista, emerge sobre la base de relaciones sociales para investigación, nunca de la lectura aislada de dogmas escritos.

Dicen que Vigotsky no nos dejó teoría alguna.

Mientras decenas de sus trabajos publicados sobre diferentes temas sintetizan su legado, con carácter abierto y disponible para quienes quieran tomarse la molestia de leerlos.

 

Referencias:

AKHUTINA, Tatiana (2002) “L. S. Vigotsky y A. R. Luria: la formación de la neuropsicología” Revista Española de Neuropsicología 4:2-3: 108-120.

VIGOTSKY, Lev (1934/1982) Obras escogidas. Tomos I al IV. Moscú: Academia Pedagógica de la URRS

 


jueves, 2 de mayo de 2024

Vigotsky (II) el motor de la Voluntad. Galería de imágenes

 

                  Mapa espacio-temporal de discusiones académicas 1900-1930 (Salvetti, 2024)


Hola amigos. Comparto con ustedes imágenes para descargar del artículo “Lev Vigotsky, la pasión como motor de la voluntad” que analiza tres aspectos de las propuestas del gran investigador ruso:

1.      La necesidad de fundamentar una nueva psicología en el monismo filosófico y la epistemología spinoziana, tema que requiere describir en qué consisten.

2.      Su texto Teoría de las emociones está orientado a superar el obstáculo epistemológico que representan las posturas (y creencias) filosóficas y  neurofisiológicas fundamentadas en el dualismo cartesiano.  En sus páginas revaloriza el papel de la corteza cerebral en el influjo de las emociones, y abre la puerta a los procesos psicológicos superiores dependientes de la corteza cerebral: el lenguaje, la conciencia, la imaginación, el pensamiento, y principalmente, la voluntad.

3.      Su tesis doctoral Psicologia del Arte, de 1925, que se creyó perdida por décadas, aborda el siguiente interrogante ¿Por qué una Obra de Arte nos genera enorme sensación de bienestar? Se dedica a desbrozar las emociones involucradas en el proceso de transformación interior, producto de contemplar una obra lograda, ya se trate de una pintura, un poema, o una pieza de teatro. El autor propone una mirada absolutamente novedosa sobre la función transformadora del Arte y la Cultura en toda sociedad.

Comparto las imágenes que ilustran diferentes aspectos de la sociedad rusa donde vivió el genial neuropsicólogo.

Las pueden descargar gratis, solo les pido que mencionen autor y fuente.

Es buena práctica.

 Comencemos por describir el clima convulsionado de la Guerra civil rusa y la Revolución de Octubre



Grupo de campesinos que tratan de seguir con su vida en medio de la Guerra civil  (1917-1921)



Asamblea del Soviet en 1917



Vladímir Ilích Uliánov, alias Lenin. Político, filósofo, revolucionario, teórico político.



Lenin conduce, afiche callejero



Lenin conduce al pueblo, detalle de otro afiche callejero



Afiches animando a las mujeres campesinas a involucrarse con la Revolución



Pasemos a conocer ahora algunos de los académicos con los que discutió Vigotsky:



                                                    Williams James (1842-1910) psicólogo norteamericano



                                                      Edmund Husserl (1859-1938) Filósofo y Matemático



                                                                           Rudolf Otto (1869-1837) Teólogo.



                                                                       Teoría de las emociones (1933)


                                 

                                             Walter B. Cannon, Teoría Central de emociones



                              John-Hughlings Jackson, propuso una organización Jerárquica de las funciones nerviosas







domingo, 28 de abril de 2024

REALISMO SOCIALISTA... ¿Qué es?

 


Lenin y el Arte cinematográfico
                             

Se denomina Realismo Socialista el arte oficial de la Unión Soviética a partir de 1934 cuando se prohibieron por decreto el Arte Abstracto y los Formalismos durante el ascenso de Stalin.

Es un arte estalinista, que buscaba la exaltación política y por ello se convierte en un arte institucionalizado y académico.

En el país de la revolución el arte tuvo su salvación universal. La cultura soviética se veía a sí misma como una cultura después del fin de la historia, la supervivencia de la cultura después de la debacle capitalista en Occidente. Y no andaban demasiados errados: la cultura soviética fue una cultura después del fin de su historia.

No es sencillo introducirse en la conciencia soviética. Y no por esa imagen kafkiana que se ha transmitido de burocratismo y GULAG, sino porque se habla de toda una época con sus transformaciones, con sus diferentes periodos, que van sedimentándose y configurando dinámicas no intencionales en la sociedad, y que aparecen codificados a la conciencia occidental. Fue necesario crear la sovietología para descifrar lo que llegaba de más allá de la Cortina de Hierro.

Las bases de la doctrina artística del realismo socialista en tanto aparato axiológico fue impuesto desde el Estado soviético. Se sostiene que la doctrina estalinista del arte lleva a su extremo las disposiciones de Lenin acerca de la «literatura de partido» y la recuperación de la herencia cultural burguesa. En este sentido, puede afirmarse que el aparato axiológico que dicha doctrina moviliza conjuga y termina por confundir los valores políticos y los artísticos.

Si tras la revolución de 1917 gran parte de las agrupaciones de la vanguardia artística, tanto en Rusia como a nivel internacional, pensaron que el futuro había llegado finalmente, que era posible lograr el propósito de “cambiar la vida” y, con el impulso de los acontecimientos, buscaron caminos propicios para vincular sus programas a los de la política revolucionaria, lo cierto es que, hacia mediados de la década del 30, esos proyectos de intervención artístico-políticos de la vanguardia encontraron sus límites. En efecto, la imposición del realismo socialista en 1934 clausuró la etapa en la que los movimientos de vanguardia, tanto dentro de la URSS como en el resto del mundo, acompañaban con ánimo entusiasta a la revolución social y política.

                                                             Lenin sigue vivo en la Tribuna


En el marco del Primer Congreso de la Proletkult que se llevó a cabo en octubre de 1920, Lenin redacta un “Proyecto de resolución”, que exige que la institución incluya en sus estatutos, en el que, entre otras cosas, establecía que la asociación, lejos de plantearse como una entidad autónoma, debía someter sus decisiones al Comisariado de Instrucción Pública, y afirmaba enfáticamente la falsedad de cualquier programa que buscara “inventar una cultura”.

Estas resoluciones de Lenin van perfilando los dos principios básicos que serán reapropiados —y llevados a su extremo— por la doctrina estalinista: asimilación productiva del legado cultural del pasado y “vigilancia”, “control”, “obligación” de las prácticas en función de las «necesidades» del partido. El punto culminante de estas discusiones entre la vanguardia y el partido en torno al problema de la autonomía de las prácticas artísticas y la herencia cultural fue la declaración, en 1934, en el marco del Primer Congreso de Escritores Soviéticos, del realismo socialista como único camino del arte socialista


                             Iconografías oficiales de Stalin, para propaganda de Estado

Objetos del nuevo arte ruso

La idea es exaltar el trabajo, la solidaridad y la eficacia del régimen comunista. Los precedentes se encuentran en la AkhRR (Asociación de artistas de la Rusia revolucionaria) fundada en 1922 y promotora de actividades y exposiciones que defienden la figuración al servicio de un realismo heroico contrario a la vanguardia.

En la década de 1920 y principios de la de 1930, el desarrollo estilístico del arte soviético estaba en marcha. Las obras de estos años incluyen una amplia gama de tradiciones cultivadas desde el arte arcaico al Constructivismo; sin embargo, como resultado de la lucha, a mediados de los años 30, contra el formalismo se estableció como lenguaje oficial el realismo, gravitado en la pintura rusa del cambio de los siglos XIX y XX.

En ese tiempo se crearon los retratos de los líderes del Partido Comunista y jefes militares, sus espectaculares imágenes fueron difundidas en desfiles, reuniones masivas, visitas y acontecimientos de importancia política.


    Lenin sigue vivo e la Plaza Roja: el líder teórico de la revolución, fue revitalizado una y otra vez                                                                       después de su muerte

Estas obras “oficiales” fueron el núcleo ideológico del arte del realismo socialista, cumpliendo una de sus principales misiones: la creación y el mantenimiento del culto a la personalidad de Josef Stalin y otros líderes soviéticos. Una gran cantidad de obras de todo tipo de arte se dedicó a episodios reales y míticos de sus biografías, para representarlos en las imágenes como  revolucionarios heroicos, guerreros, líderes sabios, “amigos del pueblo”.

Un lugar importante en el complejo temático del realismo socialista fue ocupado por obras dedicadas al trabajo. Los artistas cantaron los éxitos de la industrialización, la construcción y la agricultura; en el camino de la colectivización, alabaron a los obreros avanzados, campesinos y sobre todo, campesinas.


                           "Campos de paz" donde las mujeres rusas trabajan para apoyar la Revolución

Muchos artistas dedicaron su trabajo al ejército y la armada: maniobras militares y desfiles, retratos e imágenes colectivas de soldados y comandantes, el equipamiento militar, la historia revolucionaria de las fuerzas armadas soviéticas; estas historias estaban llenas de eventos festivos, que organizaba periódicamente la dirección política del Ejército Rojo. Una presentación vívida y espectacular de los logros del país soviético fue un importante medio de agitación, diseñado para ayudar a movilizar a los ciudadanos para cumplir con las tareas políticas y económicas establecidas por el partido y el gobierno.

Las brillantes imágenes del arte soviético están dedicadas también a los temas de la juventud, la cultura física y el deporte. Del mismo modo tenían un significado ideológico, ya que las imágenes de la juventud soviética, creadas por el poder soviético, personificaban el brillante futuro del país.


                                                        Culto y fomento al Deporte ruso

Los años entre 1930 y la década de 1950 son un período extremadamente controvertido en la historia del arte ruso. En ese momento, se estableció un régimen totalitario en la Unión Soviética, que controlaba todas las esferas de la vida de los ciudadanos. El proceso artístico en el país también fue regulado por el estado. La función principal del arte fue la implementación de propaganda con el propósito de “alteración ideológica y educación de los trabajadores en el espíritu del socialismo”. El realismo socialista se convirtió en un método creativo obligatorio para todo el arte soviético.

De la misma manera que el realismo era comprensible para las grandes masas, se pidió a los artistas crear una imagen convincente de un estado unitario, justo y próspero en el que gracias a la victoria del socialismo, cada ciudadano es feliz y lleno de entusiasmo por el trabajo.

El hombre nuevo ruso

La idea utópica de crear un hombre nuevo, un comunista convencido, cuerpo perfecto y fuerte espíritu, encuentra en estas obras contornos visibles. En el marco de este tema, los artistas tenían más libertad para trabajar con la forma, lo cual fue facilitado por los mismos ejercicios deportivos con sus movimientos y poses.

En el contexto general del realismo socialista, una variedad de géneros, temas y temas podría adquirir un significado ideológico. El canon existente del trabajo realista socialista, además de la veracidad ideológica, sugería espectacularidad, narración, didacticismo. Estaba dirigido a los sectores más amplios de la población y formó un mito optimista sobre la implementación de la utopía comunista.

Al igual que los mitos de la antigüedad, que se teje en el tejido de la vida y formó una especie de filtro a través del cual el pueblo soviético tuvo que aceptar la realidad. Todo un ejército de maestros trabajó en la creación de este mito, muchos de los cuales lograron crear obras muy impresionantes y que demostraban un gran talento. Se reflejan no sólo los requisitos y normas ideológicas, sino también la voluntad colectiva de la gente.

El Realismo Socialista alcanzó proyección internacional en los Estados satélites y en otros países, donde fue reconocido como “Arte del Partido” comunista, o Nuevo Realismo.

(Material gentileza de páginas de Historia del Arte, del museo ruso en Málaga, y otras fuentes)


Flores Ledesma, Antonio (2019) “Revolución en el contenido: Ideología y Utopía en la formación del realismo soviético” Fedro. Revista de Estética y Teoría de las Artes número 19.

ALLE, María Fernanda (2019) “La literatura del partido” El realismo socialista entre el arte y la política” 452ºF 20: 166-186.


miércoles, 24 de abril de 2024

Los Rollos del Mar Muerto: Spinoza tenía razón

 


                  

El mss 4Q120 hallado en Qumram, es un manuscrito de la Septuaginta datado al siglo i a. C.                 Se destaca por traducir el Tetragrámaton del hebreo bíblico al griego.


Hola amigos. Esta entrada está dedicada a desarrollar que Spinoza tenía razón cuando, como resultado de sus estudios sobre la Biblia como documento histórico, sostuvo que las Antiguas Escrituras Hebreas no mencionan la inmortalidad del Alma, y que las creencias religiosas que sostenían que el alma es inmortal, respondían a que los rabinos habían incorporado oralmente tales interpretaciones que no figuraban en el texto original.

Spinoza fue expulsado por no retractarse de sus dichos. Pero el hallazgo realizado en el siglo XX demostró que tenía razón.

El extraordinario hallazgo de rollos milenarios en las cuevas de Qumram, cerca del Mar Muerto, reveló que el contenido de la versión griega de los LXX y otros rollos de las Escrituras hebreas, eran coincidentes.

Por eso vamos a recordar por qué surgió la necesidad de hacer una traducción al griego común de las Antiguas Escrituras hebreas para los judíos de la Diáspora, y luego recordaremos el maravilloso hallazgo de gran cantidad de manuscritos de las Antiguas Escrituras en una Cueva del Mar Muerto, a mitad del siglo XX.

                    Fragmento del rollo manuscrito de Isaías con más de dos mil años de antigüedad

La Versión de los LXX Sabios

La tradición nos comenta que la Septuginta fue el resultado de una traducción inspirada mandada a hacer a mediados del siglo II a.C. por Ptolomeo para completar su vasta y magnífica biblioteca de Alejandría. Para ello, realizó las solicitudes correspondientes y  se convocó a 72 hombres, seis de cada una de las tribus hebreas,  ancianos eruditos que se reunieron para darle la traducción adecuada a la Ley hebrea.

La traducción comenzó a fines del siglo iii a. C. (c. 280 a. C.), y concluyó hacia principios del siglo ii a. C. (c. 100 a. C.). Inicialmente fue traducido el Pentateuco y luego el resto de los registros (crónicas históricas, profetas mayores y menores, salmos y proverbios) se completaron paulatinamente en los tres siglos siguientes

Los 72 sabios judíos provenientes de Jerusalén, trabajaron por separado en la traducción manuscrita al griego de los textos sagrados del pueblo judío. Según la misma leyenda, la comparación de todos los manuscritos reveló que los sabios habían coincidido en su trabajo de forma milagrosa.

Al realizar trabajo filológico posterior, algunos observaron variaciones, a veces muy importantes, entre los textos encontrados en los diferentes códices de la Septuaginta. Durante muchos siglos, los estudiosos bíblicos pensaron que todas las variantes textuales entre la Septuaginta y el Tanaj (textos sagrados hebreos) se debían a errores de copistas, o incluso de la falta de interés en la fidelidad al texto hebreo-arameo. Sin embargo, cuando a partir de los descubrimientos en 1947 de las cuevas de Qumrán los estudiosos finalmente tuvieron a su alcance los rollos manuscritos del Mar Muerto, pudieron darse cuenta de que las variaciones propias de la Septuaginta se hallaban reflejadas también en manuscritos hebreos y arameos bastante más antiguos. 

Una lectura comparativa atenta de los Códices griegos disponibles, revela que los diferentes libros sagrados asentados en la Versión de los LXX representan fielmente, con certeza total, textos en un estado “primitivo”, carente de intervenciones, ofreciendo un material  mucho más primario y primigenio, que el actual texto hebreo-arameo masorético, bastante más pulido y editado en el curso de los siglos posteriores.

Recordamos que el filósofo Baruch de Spinoza criticó tales intervenciones e interpretaciones orales sobre el documento histórico original, y que el hallazgo de Qunram demostró que sus críticas habían tenido fundamento real, aunque no viviera para comprobarlo.

Ante las controversias sobre tales cambios en textos sagrados (incluso cambios en el contenido) algunos estudiosos señalan que, en numerosos casos, en Qumrán se han hallado manuscritos hebreos que avalan la versión griega de los LXX. Se ha determinado finalmente, que aquellos manuscritos que avalan la Septuaginta son mucho más antiguos que aquellos que respaldan al texto masorético, que es la versión de los LXX que corrigió estilo, puntuación, e incluso el contenido del texto sagrado.

 

                Cuevas del Qunram, cerca del Mar Muerto, donde se descubrieron más de 900 manuscritos 

Los Rollos del Mar Muerto

Se estima que hace unos 2 mil 100 años, un grupo de escribas judíos escondieron unos 900 papiros manuscritos al interior de cuevas al norte del Mar Muerto para protegerlos. En aquel entonces, la información se pensaba que venía directamente de comunicación divina. Por ello, también, se consideraban documentos sagrados.

Eventualmente los 900 manuscritos diferentes se encontrarían en once cuevas cerca del valle llamado Wadi Qumran, de ellos se vienen analizando desde entonces 60.000 fragmentos recuperados, porciones o rollos completos de estos manuscritos, cubriendo muchos temas.

¿Pero por qué son tan importantes para nosotros estos Rollos del Mar Muerto? La razón es que antes de este descubrimiento los manuscritos más antiguos de los textos bíblicos databan del siglo IX después de Cristo. Eran copias de copias anteriores que se habían perdido hacía tiempo.

Pero ahora, por ejemplo, tenemos un rollo del libro completo de Isaías que data del segundo siglo antes de Cristo. Es mil años mayor que cualquier otro documento de la Escritura hebrea anterior que teníamos antes de 1947.

Los estudios realizados sobre los manuscritos descubiertos, demostraron que los textos encontrados son sorprendentemente similares a los documentos que ya tenemos. Las variaciones son menos del dos por ciento, lo que muestra, fuera de toda duda, el cuidado puesto en la realización de cada copia manuscrita a través de los siglos.

 

                                        Vista del lugar de las cuevas de Qumram, en el Mar Muerto