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domingo, 14 de abril de 2024

Averroes, Comentarista del Aristóteles presocrático y monista

 


                                               Estatua de Averroes en Córdoba

Averroes (1126-1198) nació en Córdoba, España, bajo el dominio musulmán.

Fue un filósofomédico y polímata andalusí, maestro de filosofía y leyes islámicasmatemáticasastronomía y medicina.

En Occidente, fue conocido por sus extensos comentarios sobre Aristóteles.

La fama de Averroes se consolidó cuando fue convocado por el Califa almohade Abu Yaqub Yusuf, quien buscaba un sabio que le permitiera comprender las obras de Aristóteles.

Averroes empezó a escribir en 1169 lo que terminarían siendo voluminosos comentarios sobre Aristóteles, y a ser conocido como el Comentador.

Sus pensamientos generaron controversias en la cristiandad latina y desencadenaron un movimiento filosófico llamado averroísmo basado en su exégesis escrita de Aristóteles. Podemos comprender tales debates si recordamos que las distintas vertientes neoplátónicas, habían subsumido a Aristóteles en Platón, y de algún modo construyeron a Aristóteles como Dualista aunque era claramente Monista, tanto como los médicos hipocráticos lo eran en su observación de las leyes universales de la physis.

Por lo tanto, es posible que cuando los detractores acusaron a Averroes de “representante de la impiedad de Aristóteles” como sostiene Guerrero, en realidad estaban resistiendo y cuestionando al Aristóteles monista, que reflexiona sobre las leyes naturales del Alma universal. (Guerrero, 2020 y Salas, 2008)

Los escritos de Averroes fueron condenados post-mortem por la Iglesia Católica, en 1270 y 1277. Aunque fue debilitado por las refutaciones posteriores de santo Tomás de Aquino, el averroísmo latino continuó atrayendo seguidores hasta el siglo xvi.

Encontramos ecos de Averroes en la filosofía de las leyes Naturales de Spinoza.

Averroes se esforzó en aclarar cómo piensa el ser humano y cómo es posible la formulación de verdades universales y eternas por parte de seres perecederos. Pero fue poco comprendido y mal difundido, dando lugar a distorsiones sobre sus dichos. (Oliva 2015)

Erigidas durante la Edad Media latina, los siglos posteriores repitieron las mismas fábulas que la leyenda había creado sobre Averroes como autor pernicioso, o representante de la impiedad.

La historia del averroísmo, no sería más que la historia de un vasto contrasentido: exégeta libre de la doctrina peripatética, Averroes se vio interpretado a su vez de una manera más libre aún.

Para no leer a un Averroes tergiversado, hubo que esperar hasta el siglo XIX, cuando se empezó a recuperar al genuino Averroes mediante la lectura de sus escritos originales. Desde entonces innumerables estudios están valorando su verdadera contribución a la historia del pensamiento occidental

Leído y estudiado en tres lenguas: árabe, hebreo y latín, su pensamiento, difundido como Comentador oficial de Aristóteles, fue el germen que haría fructificar importantes movimientos y corrientes de reflexión dentro de las culturas judaica y cristiana.

Averroes dio un impulso enorme al racionalismo filosófico medieval y renacentista, y merece ser considerado como uno de los Padres de Europa.

Fue sin duda, uno de los pilares sobre los que se asentó la Modernidad.

Las historias de la Filosofía y de la Medicina tienen una deuda muy importante con el filósofo andalusí. (Guerrero, 2020)

 


Manuscrito De Anima comentado por Averroes


Guerrero, Rafael (2020) AVERROES, LA CIMA DE LA FALSAFA EN AL-ANDALUS. Madrid: Biblioteca Virtual de Polígrafos. http://dx.doi.org/10.18558/FIL168

 

SALAS, Omar Álvarez (2008) “Alma, cosmos e intelecto en el pensamiento presocrático: de Tales a Heráclito.” Nova tellus 26 (1) Universidad Autónoma de México.

 

Pilar Herráiz Oliva (2015) Averroes en la revolución intelectual del siglo XIII Bases para una reinterpretación de la modernidad. Tesis Doctoral. Universidad de Murcia. (Disponible en Internet) 


Alma Universal, de los Filósofos Presocráticos al Romanticismo alemán

 

                                                             Heráclito

El Alma universal es un concepto cosmológico que remite a una fuerza rectora del universo que puede manifestarse en leyes que afectan la materia. (Salas 2008)

A través del tiempo, algunos, como los filósofos presocráticos, presentaron la hipótesis de una fuerza inmaterial, inseparable de la materia, pero que le proporciona forma y movimiento a todo lo que nos rodea.

La propuesta monista de un Alma Universal, que se remontaba a los presocráticos,  con posterioridad vemos que Aristóteles continuamente procuró reflexionar, clasificar toda forma viva y formalizar las leyes de la Naturaleza.

El concepto de anima mundi como tal, emergió como reformulación del monismo aristotélico durante el movimiento romántico, en Alemania.

En particular, Schelling, uno de los propulsores del movimiento romántico, adoptó el término Anima Mundi y lo convirtió en 1798 en el tema de su libro Sobre el alma del mundo (Aréchiga 2018)

Algunos sostienen que Schelling usó el término sólo como metáfora de un principio organizador donde la naturaleza orgánica e inorgánica, se conectan continuamente y así se aglutina toda la naturaleza en un organismo general. Pero como ocurre en estos casos, las interpretaciones sobre lo que sostuvo Schilling son divergentes. Por eso siempre está bueno recurrir a otras fuentes y contextualizar las lecturas.



                                  Friedrich von Schelling, retrato realizado en 1835.


 

Para curiosos

SALAS, Omar Álvarez (2008) “Alma, cosmos e intelecto en el pensamiento presocrático: de Tales a Heráclito.” Nova tellus 26 (1) Universidad Autónoma de México.

ARECHIGA, Violeta (2018) El concepto de vida en El alma del mundo de Schelling” Metatheorìa-Revista de Filosofía e Historia de la Ciencia 8(2)

 


lunes, 8 de abril de 2024

Monismo y Dualismo: Categorías ontológicas irreductibles del Alma

 

                                 La Escuela de Atenas. Pintura de Rafael Sanzio (fragmento)

Hola amigos. En esta oportunidad elegí como portada de esta entrada un recorte del precioso mural renacentista de Rafael Sanzio, que ubica en el espacio central a Platón señalando al Mundo de las Ideas, en diálogo con Aristóteles, quien nació mucho tiempo después, y reflexionaría sobre las poderosas Fuerzas de la Naturaleza que animan rodas las Cosas. Ambas posturas filosóficas son conocidas como Dualismo y Monismo.

Por eso, en esta ocasión quisiera compartir con ustedes algunas reflexiones sobre términos que solemos encontrar en textos académicos que no terminamos de comprender porque por un lado, no somos especialistas en el tema y por lo tanto, o nos quedamos con la duda o no nos atrevemos a cuestionar por falta de conocimiento.

En este caso, trataremos de dilucidar grosso modo, si acaso solo hay un modo de clasificar las religiones, y distinguirlas únicamente entre Monoteístas y Politeístas.

Por eso, hoy los queremos invitar a abordar el conjunto de religiones desde una mirada que incorpora a las creencias, las reflexiones filosóficas sobre el carácter del Alma. Tales abordajes distinguen entre, si tenemos un alma separada del cuerpo o un Alma unida al cuerpo. Estas reflexiones de tono racional sobre el carácter del Alma se iniciaron en la Grecia Clásica, con Platón y Aristóteles.

Dichas discusiones de tono racional tanto por parte de Platón como de Aristóteles en la Grecia clásica, tenían el propósito de reflexionar sobre el origen de la Vida y la razón de nuestra existencia.

Partimos del hecho que todas las creencias religiosas responden a una legítima necesidad personal de encontrar respuestas, racionales o existenciales, ante la muerte, propia o de nuestros seres queridos, experiencia que nos abruma como individuos desde el origen de la humanidad.

Entonces, tanto la Historia de las Religiones como la de la Filosofía, permiten clasificar las reflexiones filosóficas sobre el carácter del Alma en Dualistas y Monistas. Esta clasificación se presenta muy operativa para atender el seguimiento a través de la Historia de puntos de ruptura y divergencias, así como para atender el surgimiento y desarrollo de diferentes corrientes religiosas y abordajes filosóficos abocados a justificar de modo racional tales creencias religiosas.

 

Abordajes filosóficos Dualistas: Platón y el neoplatonismo

El enorme conjunto de diferentes filosofías dualistas, tanto orientales como occidentales, sostienen que cada persona incorpora un  alma individual eterna e incorruptible que sobrevive a la muerte y será juzgada en el Más allá. Las personas que adhieren a tales creencias, suelen creer en la Transmigración infinita (o no) del alma, o que podemos acceder en estado de trance al recuerdo de quienes fuimos en vidas pasadas, o que al momento de la muerte, el alma individual se separa del cuerpo y es juzgada de acuerdo a sus hechos para ingresar al Paraíso Celestial o al infierno, por toda la Eternidad.

Estas creencias, que encontramos desarrolladas con diferentes matices en diferentes religiones de todo el mundo, también se vienen reproduciendo en numerosos mitos, ritos nativos y rituales religiosos desde la más remota antigüedad.

Platón basó sus reflexiones en los mitos órficos, cuyo origen se hunde en la noche de los tiempos. Con el tiempo, a partir del platonismo, se desarrollaron racionalmente diversas filosofías neoplatónicas, vinculadas con grupos herméticos, con discusiones que se extendieron a la época escolástica, y no eran otra cosa que intentos fallidos de sintetizar el platonismo con el aristotelismo, síntesis que según filósofos contemporáneos resulta virtualmente imposible debido al carácter irreductible de las ontologías platónica y aristotélica (Mesquita, 2016)

 

Filosofías monistas: los presocráticos y Aristóteles

Por otra parte, también podemos reconocer otras creencias religiosas cuyas filosofías reconocen un Alma Universal que sostiene la Vida en la Tierra, y al momento de la muerte individual, la energía vital regresa al Absoluto.

De estas filosofías también encontramos ecos tanto en Oriente como Occidente. En las reflexiones de los presocráticos sobre la necesidad de integrarnos a las Fuerzas de la Naturaleza, o Alma Universal. O en el Taoismo, conocido también como el Camino, que fomenta una ética particular e invita a actuar en armonía con las Fuerzas complementarias del Cosmos.

Aristóteles, era hijo de un médico y por el contenido de sus escritos, podemos reconocer que era monista. En Acerca del Alma, (1978) hablaba del alma como el principio de la vida. Que el alma no puede ser sin el cuerpo ya que es el cuerpo. Así, el alma, como sinónimo de Vida o Fuerza vital, no sería una entidad separada del cuerpo: el alma es natural e inseparable del Ser. Para Aristóteles, el cuerpo entero es el alma misma, inseparable del Ser hasta el final. Los conceptos básicos de la filosofía de Aristóteles los podemos rastrear  hasta las reflexiones racionales de los presocráticos.

Siglos después Averroes, fue conocido y reconocido  por comentar y avanzar sobre las obras de Aristóteles.

 

Regresemos a los presocráticos. Los presocráticos o filósofos físicos, se dedicaron a buscar racionalmente el origen de todas las cosas,  a perseguir el fluir de la physis (lit. lo que hace brotar) así como evidencia observable de tales Fuerzas Naturales manifiestas en las cosas vivas. Los médicos hipocráticos, contemporáneos de los presocráticos, incorporaron principios monistas de los filósofos físicos en el Corpus hipocrático, tal como descubrió el Dr. Lain Entralgo. (Lain, 1970)

Podemos concluir que asistimos hasta la Edad moderna, a una larga confusión histórica entre monismo y dualismo, que resultó en la emergencia de diferentes corrientes neoplatónicas que buscaban integrar los conceptos de Platón y Aristóteles, sin éxito.

Veremos cómo esta confusión se desplazó a la filosofía de Spinoza, que comenzó a ser asimilada a la de Descartes, confusión que persiste hasta nuestros días.

Definitivamente, Descartes y Spinoza no son lo mismo, como veremos a continuación



                                      La Escuela de Atenas. Pintura completa


Cómo se desarrolló la confusión entre Dualismo y Monismo

A partir de la Edad Moderna, asistimos a un proceso similar de confusión entre el Dualismo de Descartes y el Monismo de Spinoza, cuando descubrimos que paulatinamente, el dualismo filosófico se asoció a Descartes, y desde hace más de tres siglos, muchos filósofos y psicólogos comenzaron a confundir a Descartes y a Spinoza, como si ambos fuesen dualistas.

Esta confusión emergió en un contexto histórico donde las diferencias conceptuales sobre carácter del alma humana, tanto en Platón como en Aristóteles, eran conocidas y reconocidas por muchos hasta entrado el Renacimiento, tal como se hallan claramente representadas en la bellísima pintura La Escuela de Atenas, realizada por Rafael Sanzio entre 1509  y 1511, imagen que elegí para introducir el tema.

Allí aparecen las figuras de Platón y Aristóteles en el centro, uno señalando al cielo y otro señalando a la tierra, mostrando las posturas irreductibles de cada uno, rodeados de los principales filósofos que abordaron el problema del Alma así como el origen y sentido de la Vida y la existencia, discutiendo las diferencias entre dualismo y monismo:

¿Tenemos un alma inmortal que ingresa en nosotros al nacer y se separa al morir? (dualismo de Platón)

 ¿O somos criaturas animadas por las mismas Fuerzas Naturales que hacen crecer todas las cosas? (monismo de Aristóteles)

Menos de un siglo después que Rafael terminara esta pintura, a partir de Descartes, (1596-1650) se fueron desarrollando representaciones que gradualmente desplazaron la noción filosófica que divide cuerpo-alma, a la de cuerpo-mente. Recordamos que Descartes prioriza las funciones de la Mente y las ideas innatas,  donde el cuerpo queda reducido a sede de emociones desbocadas y engañosas que había que ahogar, controlar y dominar por medio de la razón.

También recordamos aquí que el filósofo Baruc de Spinoza era monista. En su texto Etica,  Spinoza considera que Cuerpo y alma no son “paralelos” (caso en el cual se estaría restableciendo el dualismo), sino que cuerpo y alma “son una sola y la misma cosa” definición monista que debería contribuir a resolver la disputa. (Tatián 2018:124)

 

Palabras finales:

Resumiremos brevemente y a continuación, otros términos derivados de dualismo y monismo filosófico aplicado a las religiones, para aquellos que no somos filósofos graduados  ni especialistas en filosofía, y sin embargo estamos interesados en comprender:

Recordamos que Monismo y Dualismo, a secas, representan categorías ontológicas irreductibles entre sí: Esta diferencia abisal  está claramente señalada en la bellísima pintura de Rafael. Ambas posturas son sencillamente irreconciliables.  Por eso los diferentes intentos de integrar monismo y dualismo nunca llegaron a buen puerto (Mesquita, 2016)

Monismo y dualismo metodológicosconsidera el status de los resultados y conclusiones que producen los modelos de investigación cuantitativos y cualitativos en las disciplinas sociales. Los métodos cuantitativos o cualitativos empleados en investigación en las disciplinas sociales corresponden respectivamente a las posturas epistemológicas del monismo metodológico (que propone aplicar a las disciplinas sociales los modelos de la filosofía de las ciencias naturales) y del dualismo metodológico, que sostiene que en las disciplinas sociales deben aplicarse además modelos específicos de las Ciencias sociales para comprensión subjetiva. (Salas 2011)

Otros monismos y dualismos: particularmente aplicados en psicología y neurociencias. Remite a algunas teorías filosóficas (teorías del yo, teorías de la Mente, entre otras) desarrolladas para abordar los procesos mentales, que desplazaron el dualismo cartesiano cuerpo-alma hacia la noción mente-cerebro, que requieren aislar los fenómenos de la Mente como entelequia. Otros van más allá y definen como monismo aquellos abordajes en neurociencias que estudian los procesos fisio-químicos del cerebro, aislado de las emociones.  Aún otros que también se definen como monistas, como los abordajes cognitivos, comparan el cerebro con una computadora. Como vemos, estos abordajes y miradas parecen haberse alejado bastante del monismo y dualismo clásicos, y quizás haría falta aclararlo en los correspondientes trabajos académicos, o generar una nueva clasificación para estas teorías. Como mínimo, discutir su pertenencia al monismo o al dualismo clásico como tales.

 

Para lectores curiosos:

Enlace sobre el Taoismo:

https://vivinasalvettihoy.blogspot.com/2021/07/emergencia-del-cosmos-y-el-movimiento.html

 

Alma Universal, de los Filósofos Presocráticos al Romanticismo alemán:                   

https://vivinasalvettihoy.blogspot.com/2024/04/alma-universal-de-los-filosofos-fisicos.html

 

Averroes, Comentarista del Aristóteles presocrático y monista

https://vivinasalvettihoy.blogspot.com/2024/04/averroes-el-comentarista-de-aristoteles.html

 

 Lecturas recomendadas

Aristóteles (1978) Acerca del Alma. Trad. A. Bernabé Pajares. Madrid: Editorial Gredos

Laín Entralgo, Pedro (1970) La Medicina Hipocrática. Madrid: Ediciones de la Revista de Occidente, S.A.

Mesquita, Antonio (2016). “Platón y Aristóteles. Dos ontologías en confrontación”. Estudios de Filosofía 53: 57-79. Lisboa: Universidad de Lisboa.

Mckirahan, R. (1992) Principles and Proofs. Aristotle’s Theory of Demonstrative Science. Princeton: Princeton University Press.

Salas, H. 2011. Investigación Cuantitativa (Monismo Metodológico) y Cualitativa (Dualismo Metodológico) Cinta moebio 40:1-21

 

 

 

miércoles, 27 de marzo de 2024

Lev Vigotsky Galería de Imágenes I

 


Hola Amigos. 

Comparto en esta oportunidad una serie de fotos e imágenes para ampliar sobre la Vida del genial neuropsicólogo Lev Vigotsky. Reuní y busqué todas las fotos para incorporarlas al artículo que escribí sobre historiografía de Vigotsky, que aborda las dificultades que tuvieron sus biógrafos e historiadores para reunir y comprender tanto sus escritos como su vastísima obra. Algunas fotos llevó tiempo conseguirlas, entre ellas la foto oficial de la Universidad Popular de Moscú donde Vygotsky estudió Filosofía e Historia.

Gomel una historia de la región donde Vigotsky creció y pasó su juventud

Gomel, ciudad pujante de Bielorrusia fue una de las más afectadas por el desastre de Chernobyl. Sin embargo, la región de Gómel sigue siendo una zona privilegiada por sus recursos naturales, económicos e intelectuales únicos. 

Porque a pesar de todos los conflictos históricos y dificultades económicas, estos espacios donde se creció y pasó su juventud Vigotsky, sin duda fueron y siguen siendo el corazón cultural y científico de la región, y por eso vamos a compartir algunos datos antes de ver todas las imágenes.

Hay evidencia de ocupación en la zona desde el tiempo de los neanderthales (100.000 años AP), según muestran diferentes hallazgos arqueológicos

El primer registro de Gomiy -este es el antiguo nombre de Gomel- aparece en la Crónica Hipatiana en el año 1142. Luego, alrededor de 1335, Gomel pasó a formar parte del Gran Ducado de Lituania.

La región de Gomel cuenta con un sector científico y tecnológico bien desarrollado, que está representado por tres Institutos de la Academia Nacional de Ciencias de Belarús, seis Instituciones de educación superior, más de 20 institutos de investigación y desarrollo, y oficinas especiales de diseño que emplean a unos 3.000 especialistas.

Turov es otra ciudad muy antigua de la región (óblast) de Gomel, mencionada por primera vez en el Cuento de los años pasados escrito en el año 980. El hecho de que Turov es uno de los centros más antiguos de escritura y crónica se evidencia en un fragmento manuscrito del Evangelio, del siglo XI, el libro más antiguo en el territorio de Belarús, encontrado aquí, en 1866.


Cultura y principales lugares de interés


Hay muchos monumentos arqueológicos, históricos, culturales y arquitectónicos en la región de Gomel. El óblast cuenta con 26 museos (incluidas dos galerías de arte), seis organizaciones teatrales y de entretenimiento (incluida la Filarmónica) y un circo.

El Palacio de los Rumyantsev y Paskeviches es una de las cinco atracciones más populares de Bielorrusia. La parte central del palacio es un ejemplo de finales del siglo XVIII (1777-1796). Hoy en día, el palacio no es solo un museo. También es el lugar de las negociaciones más importantes, ceremonias de firma y otros eventos, ya que Gomel como corazón cultural y científico, es el centro de las reuniones eslavas internacionales.

Entre otros monumentos arquitectónicos importantes que son populares entre residentes y visitantes de la región de Gomel se encuentran la Catedral de San Pedro y San Pablo en Gomel, la Iglesia de San Arcángel Miguel del siglo XXIII  en Mozyr, la Catedral de la Santa Asunción del siglo XIX, la Iglesia de la Santísima Trinidad de principios del siglo XIX en Rechitsa, y la colina del Castillo en Turov.

 

Tradiciones religiosas

A continuación comento algunas tradiciones religiosas de la región. Las cruces de piedra son uno de los lugares de interés de la región de Polesye. Cuenta la leyenda que después de la cristianización de Rus en el siglo X,  estas cruces fueron enviadas a Turov a lo largo de los ríos Dniéper y Prípiat desde Kiev. Cuentan que la gente vio las cruces flotantes y las tiró a la orilla del río. Se encontraron un total de 12 cruces, que corresponden al número de los apóstoles. Cuatro cruces han sobrevivido en Turov y sus alrededores. Dos se conservan en la ciudad, una en la Iglesia de Todos los Santos y  otra en el patio de la Catedral de los Santos Cirilo y Lavrenty de Turov. La tercera se conserva en la Iglesia de la Exaltación de la Cruz en la aldea de Pogost, distrito de Zhitkovichi. La cruz más venerada, conocida como la que crece, se conserva cerca de Turov, en el cementerio Borisoglebsky.


La capilla del cementerio alberga el Icono de Nuestra Señora de Kazán, que a veces fluye mirra (la última evidencia data del 4 de agosto de 2017). El Venerado Icono Ortodoxo, desapareció de Moscú durante las revueltas zaristas y cuenta con varias copias, todas veneradas incluso por la Iglesia Católica. Aunque Vigotsky era judío, sus escritos lo muestran tolerante y comprensivo con otras creencias y religiones del espacio donde vivió.

 

El artículo sobre la historiografía de Vigotsky está en prensa para la revista ALMA Cultura & Medicina.

Pueden descargar las imágenes libremente, solo les pido que recuerden citar Autor y fuente.


        Orsha, Bielorrusia lugar de su nacimiento



          Capilla de Gomel, ciudad donde pasó su infancia y juventud

Icono de Nuestra Señora de Kazán, desaparecido a principios del siglo XX, y una de cuyas copias está en Gomel, lo que muestra la persistencia de las creencias religiosas locales a pesar de la persecución t proscripción religiosa. Se trataba de creencias que Vigotsky respetaba, mientras mantenía una fuerte tradición familiar judía.


              Palacio de la Ciudad de Gomel



Otra Vista de la preciosa ciudad de Gomel

Parque del Palacio de Gomel




                   Universidad Estatal de Moscú (edificio actual) donde estudió Derecho en 1913



Universidad Estatal de Moscú, donde estudió Filosofía e Historia mientras cursaba Derecho

Pavel Blonsky, profesor de Vigotsky



El famoso actor ruso Kachalov, en Hamlet, (1911) que causó gran impresión en Vigotsky


Vigotsky dando clases en Gomel, 1923, probablemente en el Instituto de Pedagogía. (La imagen es de mala calidad porque se trata de una foto tomada del periódico local de Gomel)



Instituto de Psicología de Moscú, donde ingresó en 1924


Konstantin Kornilov, a cargo del Instituto de Psicología de Moscú



Vigotsky y su hijita Gita

Vigotsky con su esposa y su hijita pequeña


Sergei Eisenstein, Cineasta y amigo personal de Vigotsky



                         Alexander Luria, colaborador de Vigotsky y editor de sus obras


Ciudad de Kharkov, donde Vygotsky trabajó como Neuropsicólogo con Luria durante varios años


                                         Otra vista de la pujante ciudad de Kharkov


Tumba de Vigotsky

                Monasterio de Novodevichy, Moscú, en cuyo cementerio está enterrado Vigotsky


                                          Cuadernos Personales, publicados en 2022

                            
                                  Pensamiento y Lenguaje, con comentarios de Piaget



                        Pensamiento y Habla, (traducción correcta del titulo) publicado en 2007



Hasta la próxima amigos...






















lunes, 12 de febrero de 2024

Goethe: En el principio era la acción.

 


El movimiento romántico impulsado por Goethe y Herder, que emergió como reacción contra la Ilustración francesa y el dualismo cartesiano, legitima facultades como el sentimiento, la intuición y la pasión en la confi­guración de lo real. La realidad se muestra como percepción inmediata (no tocada todavía por el pensamiento) e infinita (no limitada por conceptos). El genio romántico posee la fuerza interna necesaria para superar el mero talento imitador, y para materializar  nuevas ideas haciéndose creador.

"En el principio fue la acción ", (Juan 1:1) término del Evangelio que Goethe tradujo “con osadía” en el Fausto de 1808 ni Verbo, ni Palabra, sino como acción, señala que todo nuevo comienzo se funda y requiere una elaboración activa y no meramente contemplativa de las cosas.

El Fausto se inscribe dentro del movimiento romántico

Goethe: En el principio era la acción.

 Johann Wolfgang von Goethe nació en Francfurt del Main el 28 de agosto de 1749 y murió en Weimar el 22 de marzo de 1838. En 1773 culminó en Estrasburgo  los estudios de leyes. Con el título de licenciado regresó a Frankfurt en 1771 pensando dedicarse a la abogacía, aunque en realidad se dedicó a la literatura.

Sin embargo, fue nombrado consejero y poco después ministro. Desde 1779 estuvo al frente de la Comisión de Obras Públicas y a partir de 1782, administró la Hacienda. El 3 de septiembre de 1786 emprendió viaje a Italia. Vivió un año en Roma. Italia se le reveló como su nueva patria.
Cuando marcha a Italia, lleva consigo el manuscrito del Fausto, con intención de acabarlo. Pero no logró entonces dar cima a la obra. A su regreso de Italia renunció a la mayoría de sus cargos. En 1794 comienza una gran amistad con Schiller. Juntos colaboran en varias publicaciones y en revistas.

El Fausto es el drama que preocupó a Goethe durante toda su vida; y en realidad encierra el nervio, la médula de toda su obra. Ya en su juventud ese argumento despertaba múltiples ecos en su alma. Entre 1773 y 1775 escribe las escenas del Urfaust  o Fausto primitivo. En él se encuentran ya diseñadas las figuras principales. El motivo central es el titanismo, al que se une la tragedia de Margarita.  Pero fue en 1808 cuando apareció por primera vez completa la primera parte de la tragedia del Fausto bajo el título de Faust. Eine Tragödie. Los últimos años de su vida los dedicará a la composición de la segunda parte del Fausto, acabada el 22 de julio de 1831. Mientras que el Goethe joven se encuentra inmerso en el movimiento prerromántico denominado Sturm und Drang (Tormenta e impulso), el Goethe maduro estará dominado por el Klasizismus. Ambas tendencias influyen en el Fausto, cuya composición abarca prácticamente toda la vida del poeta. El ti­tanismo, la acción fáustica, es la  que Goethe nos propone para interpretar el sentido de la Modernidad.

 

                                                      Goethe en la campiña

El «Sturm und Drang»

En 1770 Goethe conoce a Herder (1744-1803) Filósofo, Teólogo y Crítico literario alemán. Este le abre la perspectiva de hori­zontes nuevos. Herder habló a Goethe de la fuerza religiosa y poética del sentimiento, le mostró el vasto campo de la historia universal, el lenguaje simple y expresivo de las canciones populares, y le propuso a poetas como Homero, Ossian, Sófocles, Shakespeare,  como ejemplos del poder natural del genio. Goethe quedó entusiasmado y, al comenzar a leer a Shakespe­are, sintió como si su existencia se hubiese dilatado hasta el infinito. Había sido ganado para el Sturm und Drang.

                                                                  Herder

Este movimiento constituye el primer conato serio de reacción contra la Ilustración. Fue denominado así por los historiadores del siglo XIX, inspirándose en el título de un melodrama de Klinger, publicado en 1776, que evocaba el violento dinamismo por el cual la libertad se conquista o se emancipa. Tuvo su empuje más destacado en Renania; aunque los gran­des inspiradores provenían de sitios muy alejados, como Herder (Riga), Hamann (Königsberg), Schiller (Suabia).

La Ilustración es una forma de entender la realidad bajo el prisma de la ciencia natural moderna, vinculada a la experiencia sensible y al entendi­miento puro, especialmente al matematizado.

Gotthold Lessing (1729-1781) fue un escritor y crítico de arte alemán que preparó el terreno prerromántico, ofreciendo la fuerza de su crítica racionalista contra los dogmas morales y los cánones estéticos; aunque se mantenía aún en las mallas del abstracto concepto ilustrado. En general, la Ilustración es también un movimiento de protesta y emancipación: recusó todas las imposiciones que no podían someterse al claro tribunal de la razón; sin embargo, su crítica revolucionaria mante­nía, en su apariencia externa, el aspecto de las antiguas formas estrechas y autoritarias.

                                                                         Lessing

Fenomenología en el siglo XVIII

El Sturm und Drang  dirige su lucha no propiamente  contra los jefes espirituales anteriores, sino contra el tejido anterior de la vida, preten­diendo que las ideas y los valores no se queden en la corteza del existir humano, sino irrumpan y penetren en su interior mismo.

Procuran impulsar facultades del espíritu, como el sentimiento, la intuición y la pasión en la confi­guración de lo real. La realidad, a su vez, se muestra como percepción inmediata (no tocada todavía por el pensamiento) e infinita (no limitada por conceptos).

Las Fuerzas de la Naturaleza, que en la Ilustración habían sido tratadas como una legalidad cognoscible a dominar por el hombre, viene a significar ahora algo indeterminado, contradictorio y rebosante de vitalidad impetuosa, a la cual el humano debe incorporarse.

El mentor de este movimiento fue sin duda Herder, con su llamamiento a recuperar las fuentes primigenias de la poesía y del len­guaje en la voz de los pueblos y en las epopeyas nacionales. El primer Go­ethe participa de este espíritu. Así se encuentra reflejado especial­mente en sus propios personajes  Götz von Berlichingen, el valiente y noble defensor de la li­bertad y la justicia que ha de oponerse al poder superior de los príncipes dominados por la intriga y la codicia; en el Wherter, donde el joven pe­rece por entregarse a una pasión desmedida; y en el Urfaust.

Se va forjando un movimiento que destaca el poder de los grandes creadores, los genios, los cuales viven siempre en una difícil tensión con las reglas; esta tensión se flexibiliza en la medida en que el genio escucha y expresa con sinceridad las normas de su corazón, el cual es bueno y noble cuando se atiene exclu­sivamente a la naturaleza. El genio posee la fuerza interna necesaria para superar el mero talento imitador y legalista, para, haciéndose creador, llevar las ideas a la realidad. A juicio del filósofo Max Wundt (1879-1963)  esta fuerza interna se manifiesta, a lo largo del período prerromántico, bajo dos formas: como fuerza creadora y como fuerza contemplativa. Se hace en unos fuerza creadora que determina y sella volitivamente, como concentración singular del fondo oscuro e infinito del ser humano, la realidad objetiva, a la que dota de una dimensión moral y estética: el genio plasma o configura una realidad buena, polarizada por la belleza. También, en otros, se ex­presa como fuerza contemplativa, como un acuciamiento sentimental, no racional, que sale a la realidad no tanto para transfigurarla cuanto como para acogerla, para enriquecerse con su vida inagotable.

Entre la creación y la contemplación, el genio avanza mientras se sustrae a su incitación: la Naturaleza es más poderosa que el genio. El movimiento prerromántico tensa la oposición entre exigencia y realidad, jamás conciliables. A la plasmación concreta del genio que se ha realizado una interna figura humana llaman los prerrománticos Alma bella (schöne Seele); un ideal moral y pedagó­gico de primerísima importancia en esta época.

Esta originalidad personal del genio es sentida por todos los prerro­mánticos como una participación de la divinidad. En algunos casos ésta adquiere un carácter semipanteísta como en Herder y el mismo Goethe. Desde el punto de vista de la acción, se proyecta el genio en los dos principales orbes: el moral y el sociopolítico. En el campo moral aglutina su esfuerzo en torno al problema del amor, cuyas dimensiones eróticas o sexuales había refrenado la Ilustración dentro del matrimonio: el amor se legitima por sí mismo y no por las instituciones que vienen a sancionarlo. En el campo sociopolítico, se erige como norma de convivencia una actitud que lucha contra las reglas puramente abstractas y convencionales.

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El Clasicismo

En su viaje a Italia entre 1786 y 1788 Goethe empieza a descubrir, por debajo de la forma, lo esencial y permanente. Allí va madurando su con­cepción del arte en sentido clásico. En adelante su empeño será represen­tar lo eterno del arte, lo humano válido más allá del tiempo:

Dirá Max Wundt: “El Sturm und Drang estaba dirigido a lo ca­racterístico. La particularidad única, tanto del hombre indivi­dual como del fenómeno natural, atrapaba su atención. Ahora [con el Klasizismus] es resucitado un viejo concepto platónico-aristoté­lico, que se renueva en todo clasicismo, según el cual todo lo indi­vidual logra su existencia y su esencia sólo por medio de una ley universal que habita en él. En cada figura determinada de la reali­dad está lo universal y lo particular, lo ideal y el ser sensible en unidad indisoluble, unidos entre sí. Y lo que otorga firmeza a lo concreto en la corriente ininterrumpida del mundo sensible es justo esta determinación ideal” ( Max Wundt, Fichte-Forschungen, Stuttgart, 1929, p. 97).

El ideal artístico es encontrado por Goethe, tras las huellas de Winc­kelmann en el arte griego: Goethe ve la superioridad de los antiguos en la capacidad de revelar la verdadera humanidad sin necesidad de razonar y reflexionar demasiado. El clasicismo de Goethe, aunque en ocasiones aun siendo magistral se muestra frío, en sus mejores momentos une la poesía a una mentalidad bien distinta de las formas antiguas y representa, más bien, una nueva síntesis personal.

Es el período de obras suyas como Ifigenia, donde se dan la mano la claridad y la mesura, la paz interior y el dominio moral, o en Torquato Tasso, donde Antonio personifica el ideal de humanidad,  incluso en Wilhelm Meister  en la segunda parte de Fausto.

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Lo viejo y lo nuevo

Los filósofos –antiguos y modernos– han pretendido encontrar el principio explicativo de todas las cosas. Para la filosofía clásica a partir de Sócrates (tanto antigua como medieval) el principio fundamental se traducía en tér­minos de nous o intellectus.

El nous finito comprende las cosas y sus relaciones ordenadas por un nous infinito. La actitud del nous finito, de la mente humana, ante lo real era básicamente contem­plativa: la realidad existe, llena de perfecciones y de enigmas, ante esa mente receptiva. Con el cristianismo el nous se manifiesta como Logos [Verbum, Palabra] divino, por el cual son creadas y nombradas las cosas. La mente finita, en este caso, mantiene tam­bién una actitud receptiva y contemplativa ante la realidad creada y ordenada por la Palabra divina.


“En el principio era la acción”

 Goethe en el Fausto tiene en cuenta esa tradición clásica para luego superarla:

FAUSTO: Escrito está: «Al principio era el Verbo» ¡Aquí me paro ya! ¿Quién me ayudará a seguir adelante? No puedo hacer tan imposiblemente alto aprecio del Verbo; tendré que traducirlo de otro modo, si el espíritu me ilumina bien…

 (Ese “principio” ha de ser expresado en término de fuerza y de acción)

“¿Será verdad, la mente la que todo lo hace y crea? Debiera decir: «En el principio era la fuerza» Pero, no obs­tante, al escribirlo así algo me advierte que no me quede en ello. ¡Viene en mi ayuda el Espíritu!  De repente veo claro y osadamente escribo: «En el principio era la acción

 La acción es entendida aquí en un sentido radical: no se trata de la actividad que brota de un sustrato fijo, sobre el cual se vuelve a reposar el efecto producido. En verdad, no hay ya, para la visión moderna, un sustrato sustancial propiamente dicho. Lo que hay como principio es una actividad que descansa en sí misma: la autoatividad.

 Y este actualismo, propio del núcleo energético del hombre, se erige como principio fundamental de la metafísica: la acción como principio equivale a creatividad originaria surgida del hombre mismo. El titanismo de Goethe encuentra aquí su apoyatura meta­física.

Realmente con el Fausto  aparece el espíritu de la época mo­derna.

El Logos, la palabra, tenía sentido para un griego y un medieval, era un foco iluminador de la realidad.

El Verbo o nous  o el intellectus  clásico no era  causa eficiente de la realidad. El sentimiento que acompañaba al hombre ante esta realidad era el de admiración. Hay un sentido profundo de aceptación de las cosas y de la realidad; incluso para el escéptico la realidad está ahí.

La re­alidad está esperándonos siempre, sea para ocultarnos sea para revelarnos su misterio. En consecuencia, se da una admiración cuasi religiosa por el don divino de las cosas.

 De la admiración a la duda

Mas ahora la admiración es imposible. Para el hombre mo­derno las cosas no forman ya un cosmos ordenado como el griego o el medieval. Hay un sentido general de relatividad. En ello in­fluyen diversos acontecimientos: el descubrimiento de América abrirá nuevas perspectivas y confirmará la redondez de la Tierra; los libros de viajes, tan frecuentes en esta época, muestran nuevas culturas y formas de vida; el telescopio acerca una realidad nueva… El hombre se siente desplazado.

Ante la realidad no surge la admiración, sino el estremecimiento. Así lo expresaba Pascal, experimentando el carácter inquietante de la bóveda celeste: Le silence éternel de ces espaces infinis m’effraie [el silencio eterno de esos espacios infinitos me hace temblar].

Ni la Mente griega ni el Verbo cristiano pueden ser el princi­pio.

Hay que traducir el principio de otro modo. Fausto lo ve claro:

“En el principio era la acción”

 La acción es el principio; y  la mente misma es concebida como acción. La mente es esfuerzo continuo.

En el principio era la acción

Así comienza también Fichte. “La nueva lógica (dice Max Wundt) no ha de partir de nociones abstractas y formales sino materiales y la primera es la acción, que sale de sí y revierte sobre sí, que es autogénesis de sí misma.

Este es el prin­cipio fundamental de la filosofía moderna. 

Una búsqueda romántica completamente alejada del pensamiento clásico.

 

 

Fuente de material: gentileza del sitio web Ley natural