Los patrones de crecimiento
y desarrollo de humanos actuales y chimpancés, suelen utilizarse como
parámetros para comprender la vida y conducta adaptativa de especies extintas.
En este contexto, el abundante registro paleoantropológico disponible, contiene
información que permite realizar inferencias y una puesta al día sobre las
hipótesis que hasta ahora se han propuesto para el patrón de crecimiento y
desarrollo de nuestra especie y las que nos antecedieron (Goikoetxea y
Mateos, 2011)
Consideramos
entonces aquí, que inferir las funciones de las neuronas von economo en el
análisis del registro de especies anteriores a la nuestra, puede aumentar
nuestra comprensión de prácticas de cuidado y atención grupal de individuos
enfermos por parte de especies tales como el Neanderthal o el Heidelbergensis
sobre las que se debate si tal conducta responde o no a la emergencia de
pensamiento simbólico.
Aunque el tema
requiere de un desarrollo más exhaustivo, así como reconocer las limitaciones
derivadas por no poder obtener evidencia citológica directa, por ahora nos
limitaremos a recordar que el cuidado de individuos enfermos por parte de
especies consideradas cognitivamente inferiores al homo sapiens es debatido desde el año 1908, cuando se descubrieron
en la Chapelle, Francia, restos óseos de un neanderthal a quien le faltaban todos
los dientes y cuya supervivencia debió requerir del cuidado y atención del
grupo
El Hombre de La Chapelle-aux-Saints (popularmente
denominado "El Viejo") es el nombre con el que se conoce a un
esqueleto parcial clasificado como perteneciente a Homo Neanderthalensis, con una
edad estimada de 60 000 años. Se considera a estos restos como los típicos
de la anatomía clásica del Neandertal de Europa Occidental.
Las dificultades conceptuales que tiñen
los estudios paleoantropológicos de especies que nos antecedieron, son
descriptas por el paleontólogo José Luis Arsuaga: “Tradicionalmente se han
proyectado muchos prejuicios sobre los neandertales, de la misma forma que
hicimos con los llamados pueblos primitivos o salvajes” Arsuaga es director del
Centro de Evolución y Comportamiento Humanos (UCM-Isciii) y codirector del
yacimiento de Atapuerca. La enorme evidencia
fósil disponible en Atapuerca permitió hacer numerosas inferencias sobre el
autocuidado, así como la atención y seguimiento de miembros enfermos, tanto por
parte de los neanderthales como los heidelbergensis
A continuación, compartimos una conferencia ofrecida
en el Museo de Evolución Humana por la especialista Ana Gracia Tellier en 2012,
sobre el cuidado que hace un millón de años nuestros antepasados realizaban
sobre sí mismos y sobre miembros enfermos del grupo:
Arsuaga sostiene “Si
repasamos la literatura de los siglos XIX y XX sobre las colonias europeas en
África, veremos que se los representa igual que a los neandertales. El mismo
viejo prejuicio que sostiene que la nuestra, la raza blanca, es la única con
alma, la única inteligente. La idea, vamos, es que somos únicos. Esa imagen del
hombre de las cavernas, peludo, bruto, casi grotesco, popular desde que se
descubre el primer neandertal, dice más de nosotros que de ellos”, concluye. (Sáez,
2018 OF)
La bioarqueóloga Penny Spikins también
describe las dificultades para interpretar el registro disponible. Comienza
reconociendo que los patrones de traumatismos curados observados en restos
neandertales han sido objeto de debate durante décadas. Sin embargo, a
pesar de la evidencia visible de recuperación de lesiones o supervivencia en un
entorno difícil, resulta notorio cómo prácticas amorosas de cuidado por parte
de los miembros del grupo que hicieron posible tal recuperación fueron sistemáticamente pasadas por alto. A
esto se sumaron interpretaciones especulativas derivadas de la ausencia de
corteza prefrontal, ausencia que sugería para algunos investigadores que las
especies que nos antecedieron mostraban indiferencia ante lesiones o el sufrimiento
de otros miembros del grupo. El criterio dominante
para sostener tales reacciones de brutalidad, poca inteligencia o indiferencia
se vinculaba con la ausencia de corteza prefrontal observada en los cráneos
neanderthal y la consecuente ausencia de pensamiento simbólico. Sin embargo,
los hallazgos recientes del sistema von economo en otros mamíferos de gran
inteligencia invita al replanteo de inferencias sobre la inteligencia
adaptativa de homínidos cuando responden a las funciones para cooperación y supervivencia impulsadas por el
sistema fusiforme.
Tratando de superar tales
especulaciones, el Grupo liderado por Spikins analiza la evidencia fósil
disponible que les lleva a sostener que el tratamiento y cuidado durante la
enfermedad fue generalizado entre los neanderthales, con vínculos afectivos que
no difieren demasiado de la atención y cuidado de miembros enfermos observada
en los albores de nuestra especie. Spikins sugiere que llegó el momento de
aceptar y reconocer de una vez por todas que la atención de la salud entre los
neandertales evidencia una respuesta compasiva y profundamente conocedora de
las lesiones y enfermedades. (Spikins et
al, 2018)
De manera similar, otro debatido aspecto
en la interpretación del registro de la Chapelle tuvo que ver con la forma en
que el cuerpo fue hallado en 1908, acurrucado en una depresión del alero, como
se muestra en la Figura de arriba. ¿Acaso el neanderthal realizaba rituales
funerarios? ¿Sería capaz de pensamiento simbólico?
Spikins
también exploró
la experiencia de cuidado grupal de niños neanderthal utilizando la evidencia
disponible en las cuevas de Arcy, Francia. El estudio que realizaron sobre
los cortes de sílex disponibles en Arcy, les permitió descubrir huellas de neanderthales
expertos, y distinguirlas de las realizadas por estudiantes avanzados y también
por principiantes, quizás niños. Spikins
da por hecho que los neandertales presentaban “elementos de calidez
y ternura hacia sus bebés”, como les ocurre a otros mamíferos (Spikins, 2014)
Como hemos visto líneas arriba, el
debate sobre la presencia o no de pensamiento simbólico y conducta inteligente
por parte de especies anteriores a la nuestra, puede zanjarse si inferimos que
tales conductas responden a las funciones avanzadas de cuidado solidario y
cooperación grupal impulsados por el sistema von economo.
Reconocer las funciones de cuidado y
solidaridad grupal que responden al sistema von Economo requiere revisar la
falacia spenceriana de la “supervivencia del más fuerte” que ha teñido las
relaciones de poder desde el siglo XIX.[1] Muchas especies cuidan y adiestran a sus
crías, y hay registros de mamíferos que protegen a miembros débiles o enfermos
a quienes se les acerca el alimento conseguido por otros miembros del grupo.
Los hallazgos sobre las funciones particulares
para integrar las percepciones, propias del sistema von ecónomo, nos permiten
reconocerlas como el sustrato neuronal de la aprehensión del entorno, que
impulsa conductas de cooperación para supervivencia del grupo, todas funciones
que no requieren de la emergencia de corteza prefrontal como condición
necesaria, ni del lenguaje simbólico para cooperar en el bienestar y
supervivencia del grupo.
En el siguiente vídeo, Ignacio Martínez nos ofrece evidencia del modo en
que se pudieron comunicar las especies que nos antecedieron hace medio millón
de años:
(Fragmento de Arqueología del Símbolo, en preparación, por Vivina Perla Salvetti)
Bibliografía:
GOIKOETXEA, Idoia y Ana MATEOS (2011)
“Crecimiento y Desarrollo: una perspectiva evolutiva” MUNIBE Antropologia-Arkeología 62. Pp. 5-30
SÁEZ, Cristina (2018) “Neanderthales: los otros humanos” en
Magazine Digital. Publicado el 11/11/
2018 en: http://www.magazinedigital.com/historias/ciencia/neandertales-los-otros-humanos (7 de febrero de 2020)
SALVETTI,
Vivina Perla (2019) “Ideas que cambian la historia: el boceto Tree of life” Publicado en ALMA Cultura & Medicina 5 (4): 24-42 -
Esp. (2020) 001. Buenos Aires: EAB. Versión disponible en: https://www.academia.edu/41853745/Ideas_que_cambian_la_historia_el_boceto_TREE_OF_LIFE_ALMA_Cultura_and_Medicina_
SPIKINS Penny, Hitchens Gail, Needham y Rutherford Holly (2014) “The
Cradle of Thought: Growth, Learning, Play and Attachment in Neanderthal
Children” Oxford Journal
of Archaeology 33 (2): 111-134
https://doi.org/10.1111/ojoa.12030
SPIKINS Penny, Needham Andy, Tilley Lorna y Hitchens Gail (2018) “Calculated or caring? Neanderthal healthcare in social context” World Archaeology 50 (3):384-403 Publicado en línea el 22 de febrero de 2018. https://doi.org/10.1080/00438243.2018.1433060
[1] Reconocer las funciones de cuidado y solidaridad
grupal en los grupos homínidos, que bien pudieron ser movilizadas por las
funciones de las neuronas von ecónomo, requiere revisar la falacia spenceriana
de la “supervivencia del más fuerte” como factor principal de selección natural
en las especies. Por tanto, distinguimos entre la propuesta de supervivencia exitosa del más apto, propuesta por Charles Darwin
respecto de las fuerzas de la naturaleza, de la hipótesis ad hoc de Spencer, sobre la supervivencia
del más fuerte, que fuera rápidamente aceptada por los grupos de poder para
someter con prepotencia a naciones empobrecidas considerando que merecían ser
presionados y explotados en manos de unos pocos elegidos con poder y dinero. La
puja para justificar desde lo biológico
la superioridad del hombre blanco, europeo, y letrado como único merecedor de
grandes riquezas obtenidas por saqueo y explotación, no pudo probarse nunca.
Hemos mencionado que la hipótesis ad hoc de
Spencer, lejos de mejorar la especie humana, representa una falacia discursiva
que nos ha llevado a todos al riesgo de extinción (Salvetti, 2019)
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