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sábado, 30 de enero de 2021

Patrones en la Naturaleza I: la Physis como flujo vital y los Vectores de Cajal

 


Hola amigos.

Con esta entrada espero dar inicio a una nueva serie en el blog que recupere reflexiones en base a lo observable con tono racional, respecto del carácter de las fuerzas de la naturaleza, en discusiones que se alejaban de mitos conocidos y fueron iniciadas por filósofos físicos, seis siglos antes de nuestra era, y luego consiguieron encender acalorados debates con la publicación del árbol de vida de Darwin.

El término filósofos físicos identifica a los autores de textos fragmentados de la Magna Grecia, quienes vivieron entre los años 600 y 400 antes de nuestra era, y son más conocidos como filósofos presocráticos. Esta generación de formidables pensadores ofrece el registro más antiguo de búsqueda racional y no-mítica para dilucidar el carácter de la fuerza vital que se nos impone y observamos en las cosas que nos rodean. Los filósofos físicos estaban abocados a observar el entorno para buscar el principio vital de todas las cosas (arché) cómo nacen, cómo fluyen, y, sobre todo, cómo contribuir al flujo de estas innegables fuerzas poderosas. Para lograrlo, consensuaron el término physis, del griego antiguo Φυσις (physis) que significa crecer o brotar, más allá de la voluntad humana. La physis según estos sabios, definía el flujo vital.

Entre estos pensadores podemos citar a Tales, Pitágoras o Heráclito, todos abocados a la descripción del flujo como hecho observable. La filosofía presocrática, como su nombre lo indica, representó un abordaje que difería en gran medida de las reflexiones de Sócrates, creador de la dialéctica, por cuanto éste último focaliza la búsqueda de respuestas existenciales centrada en el discurso. Los físicos dependían en cambio de la observación y la experiencia vital.

Si la Ética médica en los días de Hipócrates, tuvo su inicio con las reflexiones de filósofos físicos ancladas en la experiencia observable, habrá que revisar cómo arribamos a una concepción ética de la medicina basada únicamente en el discurso, que termina dirimiendo desde lo abstracto sobre cuestiones concretas vinculadas con la salud y la enfermedad. Pero eso nos apartaría del tema que a desarrollar en esta serie.

Estoy convencida que vale la pena recuperar las reflexiones de corte lógico-racional propiciadas por los filósofos físicos, que como suele ocurrir, merecieron en su tiempo incorporarse al Corpus Hipocrático. El flujo de la physis, fue reconocido por los hipocráticos como el principio universal de la Vida en todas sus manifestaciones. Hubo consenso para considerarlo asimismo el principio racional (no religioso) que confería orden, salud y armonía a toda criatura viva.

Por eso no debiera llamar la atención que quienes hayan mostrado mayor comprensión de las fuerzas vitales desde ese entonces, hayan sido los médicos a través de la historia. El término physis, con el tiempo fue homologado con la Naturaleza, a la que se calificaba también como fuerza que se nos impone y representa la última esperanza para los enfermos terminales. En algún punto de la historia de la medicina, se pasó de la frase ofrecida a familiares angustiados “solo queda esperar, el paciente está en manos de Dios” a la frase “solo queda esperar que la Naturaleza siga su curso.”

Esta noción de Fuerzas de la Naturaleza que presentan un determinado patrón, ciertas regularidades que como humanos nos toca reconocer, está presente en el Diario de viaje de Charles Darwin, hijo de un médico. De hecho, cuentan que luego de su experiencia con el hallazgo de especies extintas en Patagonia Argentina, y la observación de diferentes estratos en la costa, obtuvo evidencia irrefutable sobre la acción de las Fuerzas creadoras de la naturaleza en territorio americano. Concluyó que “todos los rasgos del país provienen de cambios lentos y gradualesDebemos confesar que aturde reflexionar en el número de años … Al cambiar la estructura geológica de las llanuras se altera también el carácter del paisaje” (Diario de viaje de Charles Darwin, cfr Salvetti, 2019)

Una lectura de los primeros textos publicados por Darwin, nos revelan un joven clérigo que no duda del carácter de lo que calificó como Fuerzas Creadoras. Más bien, lo que Darwin cuestionó claramente, fue la interpretación que muchos hacían del relato de la creación, conocida como fundamentalismo bíblico creacionista. El fundamentalismo interpretaba a rajatabla las cronologías del génesis para calcular la edad de la vida sobre la tierra, para concluir que todas formas de vida fueron creadas hace cincuenta mil años. Sin embargo, el registro encontrado por Darwin y la evidencia estratigráfica desmentían claramente lo que algunos interpretaban en su tiempo.



Los Vectores de Cajal

Con la publicación del texto de Darwin, la trayectoria de las Fuerzas de la Naturaleza, (physis) sus regularidades y patrones, recibieron nuevamente el impulso necesario para comenzar a ser reconocidas y observadas por la Ciencia de modo racional.

Muchos científicos se abocaron a estudiar el carácter eléctrico del impulso nervioso, y que tal impulso guarda un determinado sentido. El médico español Santiago Ramón y Cajal, fue pionero en estudiar de modo comparativo diferentes muestras de tejido neuronal provenientes de diferentes especies y establecer regularidades en el sentido del flujo nervioso. Ramón y Cajal también observó que el flujo resulta impulsado por el intercambio polar en el espacio de la sinapsis. En sus primeros dibujos naturalistas podemos observar la inserción de flechas que ofician de vectores y describen claramente el sentido del flujo eléctrico. Ramón y Cajal asimismo infirió que el sentido del flujo era el mismo en diferentes especies del reino animal. Esto es, en aves, anfibios, humanos, incluso insectos. Sus geniales inferencias  sobre el espacio para sinapsis o sobre el sentido polar del impulso nervioso no fueron tenidas en cuenta en su tiempo, aunque los recientes estudios experimentales confirman el mismo patrón de flujo neuronal en diferentes especies, y nos permite avizorar que, así como todas las criaturas vivas presentan el mismo patrón a nivel genético, ese mismo patrón consigue impulsar la trayectoria neuronal que organiza los datos perceptivos para reconocimiento de regularidades y diferencias que harán posible la supervivencia a un medio agresivo y hostil.





Confiamos que conocer un poco más las preocupaciones de Ramón y Cajal, y más adelante las de E. Haeckel, W. Köhler y G. Bateson, ayuden a comprender cómo los sorprendentes patrones en la memoria perceptiva, recientemente descubiertos en el cerebro animal, nos revelan un sentido de la trayectoria neuronal, que organiza el patrón de datos necesarios para supervivencia animal, y fueron anticipados en reflexiones teóricas de hace más de un siglo.

(Fragmento de Arqueología del Símbolo, en preparación por Vivina Perla Salvetti)

Bibliografía adicional:

“Ideas que cambian la historia: el boceto Tree of life” Publicado en ALMA Cultura & Medicina 5 (4) - Esp. (2020) 001. Buenos Aires: EAB. Pp. 24-42.   PDF Disponible  en: https://www.academia.edu/41853745/Ideas_que_cambian_la_historia_el_boceto_TREE_OF_LIFE_ALMA_Cultura_and_Medicina_

“Arte Ciencia y Método en Ramón y Cajal: sus aportes a la Kinesiología actual” Publicado en ALMA Cultura & Medicina 6 (3) órgano oficial de APHIMED (Academia Panamericana de Historia de la medicina) Buenos Aires: EAB. Versión de Autor disponible en:

https://www.academia.edu/38648410/Arte_y_Ciencia_en_Ramon_y_Cajal_Aportes_a_la_Kinesiologia_actual_ALMA_6_3_

https://vivinasalvettihoy.blogspot.com/2018/03/ramon-y-cajal-i-arte-ciencia-y-metodo.html

https://vivinasalvettihoy.blogspot.com/2018/03/ramon-y-cajal-ii-el-camino-del.html

 

Las Fuerzas secretas que presionan y dan forma a la Vida”

Nature 589, pp.186-188 (2021)

https://doi.org/10.1038/d41586-021-00018-x

 

 

¡Hasta la próxima, amigos!

                                                                                                                       


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