Hola amigos.
En esta ocasión comparto los
aportes que realiza el profesor Carlos Reynoso, de nuestra Facultad de
Filosofía y Letras para entender la necesidad de ampliar el abordaje
transdisciplinar de los fenómenos.
El fragmento que sigue fue
publicado por la revista NEX perteneciente a la Facultad de Ciencias Exactas y
Naturales de la Universidad de Buenos Aires (publicado el 10 de julio de 2015)
Espero sinceramente que disfruten
de la información.
Carlos Reynoso en NEX
Carlos Reynoso es doctor en
antropología y profesor de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA y dirige
el grupo de trabajo Antropocaos. Muchos de sus discípulos
están en Microsoft y otros se doctoran en temas antropológicos en diferentes
universidades. Como antropólogo, Reynoso estudia y desarrolla modelos de redes
sociales, uso social del espacio, estudios territoriales, análisis urbano,
tecnologías urbanas sostenibles, modelos de circulación de personas y
vehículos, diseño artístico, música y turismo sostenible, así como diversas
problemáticas de la dinámica sociocultural. En síntesis, una mezcla de
sociología, matemáticas, estética y computación hecha por antropólogos en
sinergia con ingenieros, sociólogos, economistas y médicos, entre otros.
“La dimensión fractálica la
descubrió el meteorólogo inglés Lewis Fry Richardson a partir de la idea del
antropólogo inglés Gregory Bateson, por lo que no sería tan obvio adjudicársela
directamente al matemático polaco Benoît Mandelbrot. La lingüística
computacional y la larga la programación de intérpretes y compiladores mediante
lenguajes nace con Noam Chomsky”. En rigor, los sociólogos fueron los primeros
en capturar las propiedades formales de las redes mientras que las leyes de
potencia en economía fueron descubiertas por el sociólogo italiano Vilfredo
Pareto. El concepto de red social lo inventó un antropólogo, John Arundel
Barnes, en la década del ‘50, pero nunca nadie le escribió su wiki.”
Todos somos Ciencia
Interpelado acerca de esa
maniquea clasificación –de incierto origen– de ciencias blandas y duras o,
al decir del epistemólogo Mario Bunge, respecto del grado de formalización de
las ciencias, Reynoso opina: “La escuela germánica neokantiana de Baden, de la
segunda mitad del siglo XIX, hizo una desesperada maniobra para neutralizar no
tanto a la dialéctica hegeliana como al emergente materialismo dialéctico de
Marx. Su estrategia fue marcar radicales diferencias en la naturaleza de la
creación de conocimiento y los métodos de investigación de las ciencias
naturales y de las ciencias humanísticas o culturales. Desde ese momento, las
ciencias humanas tuvieron un régimen separado de las naturales y matemáticas;
uno más tolerante y menos riguroso en cuanto a sus justificaciones. En suma,
hicieron una arbitraria, forzada y catastrófica amputación de la ciencia”.
Reynoso continua: “De todas
maneras, pienso que hoy se percibe una declinación del hábito de construir
grandes teorías de las ciencias sociales. Esos grandes corpus, como los que
inventó Lévi-Strauss en una noche de insomnio, ya no corren más. Por otra
parte, Alan Sokal demostró impiadosamente la pérdida de juicio crítico en los
estudios culturales. Las ciencias sociales criticaron airadamente al cientificismo,
pero aún hoy viajan en el barco de los post-estructuralistas que hablan y
emplean mal tecnicismos tales como fractales, multiplicidad y caos:
¿eso no es acaso cientificismo?”, reflexiona Reynoso.
“El post-estructuralismo nace en
los ‘60, en una época donde se estaba dirimiendo trabajosamente quiénes eran
los mejores intelectuales franceses, quienes estaban en condiciones de suceder
a Lévi-Strauss. En las ciencias sociales de América Latina siempre prevaleció
una orientación francesa, en cierto modo muy cerrada, muy provinciana. La
literatura en idioma inglés, aunque tuvo su impacto, se conocía bastante menos.
Correlativamente, a Derrida no se lo leía en Estados Unidos o en Inglaterra a
menos que estuviera traducido, lo que se hizo tarde y mal. Su traductora fue
Gayatri Chakravorty, quien no era hablante nativa ni de francés ni de inglés,
lo que originó numerosos malentendidos, tales como el de confundir la deconstrucción con
una metodología crítica. O sea que hubo un divorcio cultural entre las tradiciones
nacionales. En los ‘80 surgió el posmodernismo en la antropología de los
Estados Unidos a partir de una lectura sesgada que un puñado de antropólogos de
Texas y California hicieron de Michel Foucault, Jean Baudrillard y Jaques
Derrida. Bastante más tarde se agregaron Gilles Deleuze y Felix Guattari,
quienes son hoy en día los referentes pos-estructurales dominantes. Pero ese
movimiento de antropología posmoderna y estudios culturales inglés y
norteamericano no entró en Francia”, detalla el antropólogo. ¿Consecuencias?
Reynoso explica: “Por ejemplo, la antropología perspectivista de Eduardo
Viveiros de Castro, Philippe Descola y Bruno Latour es una moda brasileña que
refritó a Lévi-Strauss de una manera torcida y superficial. Los desaciertos
alcanzados solamente con la traducción e interpretación deleuziana del término
riemanniano manifold como multiplicidad son, en sí mismos, una
evidencia de sobreinterpretación fantasiosa. La irracionalidad edípica de
los números, la irrealidad de los números imaginarios o la
desopilante definición de bit que hace el filósofo y sociólogo
Edgar Morin son algunas de las perlas de los post-estructuralistas y sus
allegados de las que supimos reírnos con Alan Sokal. Y, lamentablemente,
esas interpretaciones sesgadas y elementales de las ciencias duras por parte de
las mal llamadas ciencias blandas nos hacen quedar a todos como tontos”,
concluye Reynoso.
Las dos culturas
"El físico y novelista inglés
Peter C. Snow conmovió a la intelectualidad occidental en 1959 con una elocuente
descripción de la ruptura entre las ciencias y las
humanidades. “Una o dos veces me han provocado y yo he preguntado a mis
interlocutores cuántos de ellos podrían describir la Segunda Ley de la
Termodinámica. La respuesta fue fría y negativa. Sin embargo, yo estaba
pidiendo algo que para los científicos sería equivalente a preguntar: «¿Has
leído una obra de Shakespeare?»”, graficaba Snow. Esa ruptura, en la visión de
Snow, atentaba directamente contra la solución de los problemas mundiales. Sin
embargo, ¿estaremos en el siglo XXI iniciando la recomposición de la ciencia?"
Para finalizar, comparto con ustedes la entrevista que se le realizara para el programa Científicos Industria Argentina en el año 2011
Hasta la próxima!!!
Para finalizar, comparto con ustedes la entrevista que se le realizara para el programa Científicos Industria Argentina en el año 2011
Hasta la próxima!!!