Los
portales venezolanos de Internet publicaron hace pocos días la noticia sobre el
hallazgo de un grupo de investigadores procedentes del University College of
London (UCL), quienes encontraron en los rápidos de Atures, (río Orinoco) los paneles
con petroglifos más grandes descubiertos hasta ahora en la selva amazónica
Los rápidos de Atures están ubicados en el municipio homónimo
perteneciente al Estado Amazonas, al sur de Venezuela. El magnífico complejo
arqueológico está cerca de Puerto Ayacucho, la capital del Estado, que cuenta con un aeropuerto internacional, lo que sin
duda constituyó un elemento favorable en la logística del equipo de
arqueólogos. Los rápidos mencionados son visibles desde el Mirador Monte Bello,
que forma parte de un Parque Nacional.
Mapa Rio Orinoco
Accedieron al lugar navegando por el río Orinoco, cuando llega al punto en el que las curiaras (voz local para las canoas) ya no tienen acceso, hay cinco islas sobre las que el equipo de arqueólogos de la UCL se encontró con casi 100 petroglifos muy antiguos, sobre los paneles grabados más grandes descubiertos hasta ahora.
Accedieron al lugar navegando por el río Orinoco, cuando llega al punto en el que las curiaras (voz local para las canoas) ya no tienen acceso, hay cinco islas sobre las que el equipo de arqueólogos de la UCL se encontró con casi 100 petroglifos muy antiguos, sobre los paneles grabados más grandes descubiertos hasta ahora.
En esta primera etapa lo que se acostumbra es
realizar la descripción más exhaustiva posible de los elementos encontrados.
Las rocas son tan altas que resultó casi imposible ver los grabados desde el
terreno, por lo que los investigadores tuvieron que hacer uso de drones
con cámaras tridimensionales para observar en perspectiva los magníficos trazos.
En total describieron ocho grupos de rocas talladas
en las cinco islas, cada grupo corresponde con estilos diferenciados según la
antigüedad y el contexto que motivó su elaboración.
La figura individual de mayor tamaño es una
serpiente con cuernos, que mide 30 metros de largo.
Serpiente cornuda de 30 metros de largo
En cambio, otro de los paneles rocosos mide 300 metros
cuadrados y encontraron al menos 93 grabados en él. Tal era su magnitud, que
uno de los investigadores, Philip Riris, comenta que mientras limpiaba la
superficie no se daba cuenta que en realidad lo que hacía era cubrir un solo e
inmenso petroglifo.
Las imágenes más comunes representan humanos y animales.
Observaron que se repite una figura de lo que parece ser un flautista rodeado
de gente. Los investigadores sugieren que esto pudiera estar vinculado con
un tema de renovación. En la actualidad, muchos grupos australianos siguen
realizando ceremonias de revitalización de figuras rupestres mediante el repintado
de las mismas.
El Flautista
Otra imagen que se repite es la de dos espirales
oponiéndose una a la otra. Este dibujo ha sido documentado de manera similar en
el Caribe y en el sur del Amazonas. Algunos estudios de tipo psicoanalítico, sugieren que
podría referirse a la potencia masculina y a la fertilidad, pero es algo difícil
de confirmar, pues los significados de las figuras y lo que cada grupo quiso expresar cambia de
acuerdo con cada cultura y región, según demuestra la larga evidencia etnográfica. El antropólogo Franz Boas criticó hace un siglo estas interpretaciones de tipo universal y demostró cómo el mismo trazo grabado en la roca remitía a significados absolutamente diferentes por parte de dos grupos nativos no vinculados entre sí.
Respecto al momento estacional en que pudieron haber sido
realizadas estas magníficas tallas, los investigadores observaron que antes de
la época de lluvias, el cauce del Orinoco baja su nivel lo suficiente como para
exponer los paneles que contienen estas piezas de arte nativo. La técnica utilizada fue tan sofisticada que los grabados han permanecido inalterados miles de años, a pesar de las inclemencias de los rápidos y las lluvias de la selva amazónica
La descripción realizada por el equipo londinense
del formidable hallazgo, abre muchas líneas de investigación que permitirán no
solamente buscar regularidades con estilos similares realizados en otros petroglifos de la
región, sino analizar cómo vinculaban socialmente los grupos amazónicos. Los estudios arqueológicos registran evidencia de sitios donde grupos diferentes se reunían desde hace milenios para intercambiar novedades y objetos valiosos
Finalmente, se
abre la oportunidad también para abordar mediante la Arqueología experimental,
qué técnicas utilizaron para tallar exquisitamente la roca, ya que algunos
grabados son imposibles de tallar con el método tradicional de martillo y
percusión.
Tampoco faltarán quienes procuren analizar el
espinoso tema de los mitos relacionados con su elaboración “Los mitos indígenas
se refieren directamente a los rápidos como la morada del dios del sol”, dice
Philip Riris, investigador del Grupo londinense. “Una leyenda local dice que cuando el árbol
del mundo donde se originaron todos los animales y plantas (mito recurrente en numerosos grupos nativos según Eliade) se derrumbó, su
frondosa copa con sus ramas cayó en el Orinoco y creó los rápidos”. El investigador
presume que los rápidos eran una zona de convergencia lingüística, étnica, y
cultural.
Riris añade “Si bien el arte rupestre pintado se
asocia principalmente con sitios funerarios remotos, algunos grupos de
petroglifos están incrustados en la vida cotidiana: cómo vivía y viajaba la
gente en la región, la importancia de los recursos terrestres y acuáticos,
vinculados con la subida y caída rítmica estacional del agua”
Tircia Verveer, por su parte, sostiene que los grabados
rupestres fueron mapeados con detalles sin precedentes, para lo cual utilizaron
drones para fotografiarlos por primera vez, ya que algunos se encuentran en
áreas francamente inaccesibles, algo que suma interrogantes sobre la
complejidad de las técnicas empleadas en su realización.
Otros grabados ubicados en las márgenes del Orinoco
se habían estudiado antes, pero nunca estos y con este nivel de detalle.
Fuente:
revista Antiquity, 6 de diciembre