Imagen computarizada de mujer momificada con dos niños
Hola amigos.
En esta oportunidad
comparto una noticia enviada por colegas de Chile y Perú. Las implicancias que
puede tener este hallazgo dependerán de cuánto la Academia Internacional esté
dispuesta a revisar paradigmas vigentes.
El paradigma
clásico, y su fuerte impronta en la búsqueda de regularidades vinculadas con
signos escritos como principal evidencia del desarrollo cognitivo, cuenta con
fuerte fundamento filosófico. Muchos de quienes pertenecemos al ámbito de las
ciencias sociales, consideramos que toda la Filosofía, en tanto reflexión sobre
el lenguaje, constituye un fenómeno emergente de las particularidades del
alfabeto griego y de las enormes proezas analíticas que introduce la práctica
de lecto-escritura. (En Internet se encuentran disponibles excelentes textos
tanto de W. Ong, de J.Goody así como de Havelock sobre las
particularidades de la Oralidad y la Escritura como sistemas diferenciados y
del dificultoso pasaje de un sistema a otro)
Este paradigma
clásico ha resultado históricamente operativo para analizar una gran cantidad
de fenómenos humanos. Sin embargo, presenta graves dificultades a la hora a
analizar elementos procedentes de culturas que carecían de Escritura, como
suelen serlo todas las Culturas que se desarrollaron antes de su invención, o
pre-históricas. Por lo tanto, no puede dar cuenta de ciertos hallazgos de la
Era Paleolítica, (nombre que define a los hacedores de instrumentos antiguos de
piedra) o de la Era Pre-histórica (que hace referencia a los hallazgos que se
corresponden con culturas Orales que no utilizaban la Escritura). El problema
reside en que, curiosamente una gran cantidad de hallazgos se acumulan en los
depósitos de los museos sin clasificar al no conseguir siquiera incorporarse al
debate académico y contribuir al corpus teórico.
“Una Golondrina no
hace verano” suele decirse de cualquier hallazgo que sacuda el paradigma
vigente, pero la larga continuidad del trabajo de los arqueólogos está
introduciendo hallazgos que parecen constituir una bandada.
Este parece ser el
caso de las 15 momias con más de 7000 años pertenecientes a la Cultura
Chinchorro, halladas al Norte del actual territorio chileno, sometidas hace
pocas semanas a modernas técnicas de diagnóstico por imágenes en la Clínica Las
Condes de Santiago de Chile.
Se trata de
evidencias que cuestionan la idea de prácticas funerarias como búsqueda de
trascendencia por parte del difunto, donde tal trascendencia explica los
monumentos funerarios y las momificaciones en el antiguo Egipto para facilitar
el viaje al mundo de los muertos.
Sin embargo, los
estudios de la cosmovisión Andina largamente realizados, nos remiten a la idea
de momificación de un ser querido que sigue siendo considerado parte de la
familia, y es objeto de cambios de ropa, ofrendas de comida, y dependiendo del
Status social que haya tenido en vida, llevado regularmente en andas por el
pueblo.
Unas prácticas
están orientadas al difunto, otras a los deudos.
Lo curioso de las
observaciones realizadas en Chile sobre una muestra de las momias
más antiguas encontradas hasta ahora y realizado hace pocas
semanas, reside en que nos ofrece fuertes indicios respecto
de quienes en la cultura Chinchorro y con qué motivo se habrían sentido
impulsadas a generar un tipo de prácticas particulares, orientadas a
obtener adaptación psíquica y poder iniciar el duelo por un tipo
de pérdida que aún hoy reconocemos como la más difícil de superar.
Aunque, claro, en
los círculos académicos surgen dudas debido a que la Cultura Chinchorro no nos
legó ningún documento ilustrado de la época que documente esta idea como para
que la podamos contrastar.
La antropóloga chilena Verónica Silva muestra una de las momias de la
antigua cultura chinchorro en el Museo Nacional de Historia Natural de
Santiago.
Imagen: Martin Bernetti AFP
Datos que arrojaron
los estudios de diagnóstico por imágenes
"Recogimos
miles de imágenes con una precisión de menos de un milímetro", dijo el
radiólogo jefe Marcelo Gálvez.
Además de imágenes
computarizadas, el grupo de investigación también tomó muestras de piel y
cabello de las momias para analizar su ADN, con la esperanza de identificar los
vínculos genéticos con la población moderna.
"Queremos
entender mejor su forma de vida -desde su dieta hasta si nosotros los chilenos
todavía llevamos sus genes", dijeron la Antropóloga a cargo.
L
La antropóloga chilena Verónica Silva muestra otra de las momias de la
antigua cultura Chinchorro, en el Museo Nacional de Historia Natural de
Santiago.
Imagen: Martin Bernetti Fuente: AFP
Las momias
Chinchorro (180 en total hasta ahora) suelen clasificarse según correspondan
con determinados períodos:
Momias negras:
momias realizadas con técnicas particulares, entre 7000 y 5000 años AP
Momias Rojas: las
realizadas entre 5000 y 3500 años AP
Momias Pátina de
Barro: 3500 a 3000 años AP
Como se habrán dado
cuenta, las momias escaneadas hace pocas semanas en Las Condes, pertenecen al
grupo de las denominadas Momias Negras, que pese a ser las más antiguas, son
las que presentan el mayor índice de complejidad en su realización.
Todo queda en
Familia
A continuación,
comparto las sorpresas derivadas del diagnóstico por imágenes, que permitió no
solo confirmar aspectos bien conocidos respecto a las técnicas empleadas en el
grupo conocido como “momias negras” sino reveló una particularidad bastante
poco frecuente:
-Antigüedad: Las momias fueron realizadas hace más de 7000 años, casi 2000
antes de las egipcias.
-Técnica utilizada: El proceso de momificación involucraba separar la piel del difunto
de sus músculos. Requería suficientes conocimientos de anatomía como para
reconstruir el esqueleto luego del desmembramiento.
Se infiere que
rellenaban el espacio muscular con arcilla, paja y diversas plantas, moldeando
la mezcla hasta alcanzar la forma original, a la que luego se le cosía la piel
cuidadosamente extraída. La restauración se completaba con una máscara.
Finalmente armaban el
ajuar funerario característico de la cultura Chinchorro, cuyas primeras momias
fueron descubiertas en 1903.
Máscara facial de
Momia Negra
Regularidades que
sorprenden
Hasta aquí, el análisis confirmó los datos conocidos.
Sin embargo, el
examen exhaustivo revela regularidades sorprendentes, respecto no solo de los
vínculos que mantenían entre sí quienes se ocupaban del complejo proceso de
momificación, sino respecto de la identidad de los cuerpos que se procuraba
conservar:
"Las sorpresas
ya han comenzado a emerger del escáner CAT”
·
“La momificación era un proceso
íntimo para el Chinchorro”, informa
Verónica Silva, directora del departamento de antropología del Museo Nacional
de Historia Natural de Chile. Todas las momias fueron hechas utilizando el
mismo proceso básico, pero cada una muestra innovaciones tecnológicas y
artísticas únicas, dijo.
"La propia familia habría estado a cargo de la momificación".
·
El examen aportó otro dato relevante:
Las momias más antiguas pertenecen a bebés recién nacidos y fetos no nacidos.
·
No alcanzaban a reponerse del asombro
cuando descubrieron que, la momia más pequeña, no era una momia en absoluto. "No
había estructura ósea en su interior. Era sólo una estatuilla, posiblemente
una representación de un individuo que no podía ser momificado", dijo
Silva.
Se trata de una
evidencia que ofrece indicios concretos respecto de cómo estas prácticas
funerarias en general y las momias negras en particular pudieron haber hallado
su impulso primario en proporcionar alivio al dolor de madres que habían perdido
a sus hijos prematuramente. Incluso da lugar a dudas sobre “la momia más
pequeña, sin estructura ósea en su interior” quizás para representar la pérdida
de un embarazo temprano.
Alexis Hyde, a la derecha, mira una exhibición interactiva de un TAC de
una momia peruana de una mujer con dos hijos en el Museo de Historia Natural,
en Los Ángeles. Imagen: Jae C. HongSource: AP
Además de las observaciones realizadas sobre prácticas funerarias por
antropólogos desde hace décadas, el reciente diagnóstico por imágenes realizado
sobre Momias Negras permite concluir que la práctica familiar que reconstruye y
reintroduce la incorruptibilidad en la figura humana dentro del grupo, habría
permitido a las madres de la cultura Chinchorro iniciar el doloroso duelo por
la pérdida de sus hijos.
Nota final: Para que estos hallazgos puedan ser incorporados al debate
académico primero merecen ser reconocidos como tales, y el informe que me hizo
llegar el Grupo de Arqueólogos del Perú, originalmente publicado en Internet
por una Revista australiana de noticias que incluye novedades arqueológicas, fue levantado a los pocos días.
Sin embargo, el status informal de mi Blog, hace posible compartir estos datos
con ustedes.
¡Hasta la próxima amigos!