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miércoles, 19 de abril de 2017

Ëtica y Genética de los afectos en la Facultad de Medicina


Hola Amigos.
Con sumo placer comparto con ustedes la reseña de mi exposición "Ética y Genética de los afectos" realizada como parte del ciclo "Arte y Salud" organizado por la Cuarta Cátedra de Medicina Interna de la Facultad de Miedicina de la Universidad de Buenos Aires.


Ética y Genética de los afectos

                                     por la Lic. en Ciencias Antropologicas Vivina P. Salvetti

El pasado 23 de marzo agradezco la oportunidad de compartir con alumnos de la Cuarta Cátedra, un breve recorrido del largo enfrentamiento en Medicina que opone las Pasiones con la Razón humana.
Antonio Damasio, discute el Racionalismo estrecho en Epistemología médica que define el pensamiento como proceso discursivo cuya lógica merece excluir toda percepción emocional. Ofrece en cambio, una propuesta superadora del clásico debate entre Intuición y Conceptos al considerar la Validez Cognitiva de las marcas fisiológicas que la experiencia deja en el cuerpo.
Por su parte, Giacomo Rizzolatti, investigador principal del Grupo de Parma, sacudió fuertemente el Paradigma senso-motor y la Teoría de la Mente con el hallazgo de las Neuronas Espejo, que conducen el reflejo neuronal motor y favorecen la conducta adaptativa de un organismo. Rizzolatti sostiene que el reflejo especular motor se activa al observar las acciones del otro, introduciendo fenomenológicamente la experiencia inmediata de lo que quieren hacer los demás con enorme economía energética. Las neuronas espejo aprenden a prever las acciones del otro. Esta capacidad funcional no está presente al nacer, y posteriormente se desarrolla o se atrofia. Demostró experimentalmente que basta escuchar el habla de otras personas, para que los oyentes produzcan el reflejo especular con su propio músculo lingual, cuestionando las teorías sobre el origen lógico y discursivo del lenguaje.

La Ética de los afectos, halla así sustento en las Neurociencias respecto de aprender a disfrutar de la vida y de retroalimentar sentimientos y acción social constructivos como punto de inflexión. En lugar de reprimir las pasiones, se trata de reconocerlas como motor de cambio para impulsar en nosotros y en otros, comportamientos y conductas que produzcan el placer legítimo que proviene por cuidar del sí mismo y del entorno que nos rodea. 

Reseña publicada en el boletín oficial del Hospital de Clínicas "José de San Martín",disponible en el siguiente sitio:

Muchísimas Gracias, cuarta Cátedra!!!

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