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viernes, 20 de junio de 2025

Entropía y Emergencia del Orden

 



Glotzer, 2019. Fig. 1. (A) Esquema de dos superredes formado por LNF3nanoplaquetas: hexagonales (azul claro) y espiga (naranja claro). Para resaltar la diferencia en la disposición local dentro de las superredes, una partícula de referencia está coloreada de púrpura y las diferentes posiciones de la red están destacadas: primario (verde), hexagonal (azul) y espiga (naranja). Tenga en cuenta que este esquema es para un valor de elongación. gamma = 1 para el cual ambos mosaicos rellenan el espacio. (B) Transformación de un hexágono regular (alfa = 120◦, gamma = 1) en un hexágono alargado (alfa = 68◦, gamma), donde gamma es la razón de los lados B y A, ofreciendo un parámetro de forma para estudiar la influencia de la forma en los enlaces entrópicos


Entropía y emergencia del Orden

"Me interesa cómo la entropía puede conducir al orden en lugar del desorden", afirma Sharon Glotzer, profesora de ingeniería química de la Universidad de Michigan, algo que representa “lo contrario de lo que la mayoría de la gente piensa cuando hablamos de entropía”.

En 2009, el grupo de investigación de Glotzer hizo un notable hallazgo. Trabajando con nanopartículas semiconductoras que presentaban una estructura tetraédrica, descubrieron que cuando la fracción de empaquetamiento era lo suficientemente alta, surgía una estructura de cuasicristal con una simetría rotacional de 12 veces. «Fue un descubrimiento completamente fortuito que nunca buscamos ni esperábamos», afirma Glotzer. “Durante mucho tiempo no lo creímos, hasta que comprobamos que era real”.

El orden había surgido únicamente como resultado de la entropía, no de interacciones moleculares. Pero esta vez, el equipo obtuvo un cuasicristal en lugar de una estructura cristalina. A diferencia de los cristales, que tienen estructuras periódicas que se repiten con precisión, los cuasicristales tienen una estructura ordenada, pero carecen de simetría traslacional exacta, y generalmente son más complejos que los cristales. “Fue asombroso, porque estábamos observando uno de los sólidos tridimensionales más simples, el tetraedro, formando una de las estructuras más complejas posibles: ¡un cuasicristal!”, afirma Glotzer.

La entropía aparece en diferentes disciplinas científicas y bajo diversas formas, pero Glotzer se centra en la entropía de Gibbs. En esencia, es una modelización del número de ordenamientos distintos, o microestados posibles de un sistema. “Normalmente, los estados que observamos en la naturaleza son aquellos para los que existen el mayor número de ordenamientos posibles”, afirma Glotzer.

A continuación, comparto una serie de citas y resúmenes de investigaciones publicadas por el grupo de Glotzer:

Glotzer Sharon et al (2019) The entropic bond in colloidal crystals. PNAS 116 ( 34 ):16703 – 16710  https://doi.org/10.1073/pnas.1822092116

Significado

El enlace químico, en diversas formas, es fundamental para la estructura de la materia y el funcionamiento de los sistemas vivos. Sin embargo, ¿cuáles son los requisitos mínimos para formar un enlace? Demostramos que los sistemas clásicos gobernados únicamente por la entropía exhiben enlaces no convencionales, mediados por la entropía. También demostramos que la descripción de estos sistemas en términos de enlaces proporciona una mejor comprensión para el diseño de materiales a partir de bloques de construcción a escala nanométrica. Nuestros resultados sugieren que existen análogos bien definidos de enlaces químicos en una amplia gama de sistemas no convencionales.

Abstracto

Una amplia gama de fenómenos naturales puede comprenderse mediante el esquema establecido de enlace químico. Los enlaces químicos convencionales surgen mediante gradientes locales resultantes de la reorganización de electrones; sin embargo, es posible que las características distintivas del enlace químico surjan mediante gradientes locales resultantes de formas de mediación no electrónicas. Si otras formas de mediación dan lugar a "enlaces" que actúan como los convencionales, reconocerlos como enlaces podría abrir nuevas formas de descripción supramoleculares de fenómenos a escala nanométrica y microscópica. Aquí, demostramos mediante un modelo mínimo que los sistemas de partículas duras apiñadas, gobernados únicamente por la entropía, exhiben las características distintivas del enlace a pesar de la ausencia de interacciones químicas. Caracterizamos cuantitativamente estas características y las comparamos con las de los enlaces químicos para argumentar la existencia de enlaces entrópicos. Como ejemplo de la utilidad de la clasificación de enlaces entrópicos, demostramos la relación casi equivalente entre enlaces químicos y enlaces entrópicos en la cristalización coloidal de nanoplacas hexagonales duras.

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 Sharon Glotzer et al. (2009) Disordered, quasicrystalline and crystalline phases of densely packed tetrahedra. Nature 462(7274):773-777.   doi: 10.1038/nature08641.

Abstracto

Ulam conjetura que todas las formas duras y convexas se empaquetan con mayor densidad que las esferas, cuya fracción máxima de empaquetamiento es phi = pi/radical18, aproximadamente 0,7405. Los empaquetamientos reticulares simples de muchas formas superan fácilmente esta fracción de empaquetamiento. Para los tetraedros regulares, esta conjetura se demostró solo muy recientemente; se obtuvo una disposición ordenada mediante construcción geométrica con phi = 0,7786 (ref. 4), que posteriormente se comprimió numéricamente a phi = 0,7820 (ref. 5), mientras que la compresión con diferentes condiciones iniciales resultó en phi = 0,8230 (ref. 6). Aquí demostramos que los tetraedros se empaquetan aún con mayor densidad, y de una forma completamente inesperada. Siguiendo un enfoque conceptualmente diferente, mediante simulaciones termodinámicas por computadora que permiten que el sistema evolucione naturalmente hacia estados de alta densidad, observamos que un fluido de tetraedros duros experimenta una transición de fase de primer orden a un cuasicristal dodecagonal, que puede comprimirse hasta una fracción de empaquetamiento de phi = 0,8324. Al comprimir un aproximante cristalino del cuasicristal, la fracción de empaquetamiento más alta que obtenemos es phi = 0,8503. Si se suprime la formación del cuasicristal, el sistema permanece desordenado, se atasca y se comprime hasta phi = 0,7858. Tanto el atascamiento como la cristalización están precedidos por una transición impulsada por la entropía de un fluido simple de tetraedros independientes a un fluido complejo caracterizado por tetraedros dispuestos en motivos locales densamente empaquetados de bipirámides pentagonales que forman una red de percolación en la transición. El cuasicristal que reportamos representa el primer ejemplo de un cuasicristal generado a partir de partículas duras o no esféricas. Nuestros resultados demuestran que la forma y la entropía de las partículas pueden producir estructuras altamente complejas y ordenadas.

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Glotzer, Sharon et al (2011) Phase diagram of hard tetrahedra. The Journal of Chemical Physics 135 (19) :19410 https://doi.org/10.1063/1.3651370

Abstracto

Los avances en la síntesis de nanopartículas facetadas y coloides han despertado el interés en el comportamiento de fase de las formas poliédricas. Los tetraedros regulares han atraído especial atención debido a que prefieren simetrías locales incompatibles con la periodicidad. Recientemente se han descrito dos fases densas de tetraedros regulares. El empaquetamiento tetraédrico más denso conocido se logra en un cristal de bipirámides triangulares (dímeros) con una densidad de empaquetamiento de 4000/4671 ≈ 85,63 %. En la simulación, se observa un cuasicristal dodecagonal; su aproximante, con teselación periódica (3,4,3 ± 2,4), puede comprimirse hasta una fracción de empaquetamiento del 85,03 %. En este trabajo, demostramos que el aproximante del cuasicristal es más estable que el cristal dímero para densidades de empaquetamiento inferiores al 84 % mediante simulaciones informáticas de Monte Carlo y cálculos de energía libre. Para realizar los cálculos de energía libre, utilizamos una variante del método de Frenkel-Ladd para formas anisotrópicas e integración termodinámica. La mayor estabilidad del aproximante se atribuye a una subestructura de red, que maximiza el volumen libre (y, por consiguiente, el margen de maniobra) disponible para las partículas y facilita su movimiento correlacionado, lo que contribuye a la entropía y conduce a la difusión para densidades de empaquetamiento inferiores al 65 %. La existencia de una transición sólido-sólido entre fases estructuralmente distintas y no relacionadas por ruptura de simetría (el aproximante y el cristal dímero) es inusual en sistemas de partículas duras.

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Glotzer Sharon et al (2012) Predictive self-assembly of polyhedra into complex structures. Science 337(6093):453-457. DOI: 10.1126/science.1220869

Abstracto

Predecir la estructura a partir de los atributos de los componentes básicos de un material sigue siendo un desafío y un objetivo central para la ciencia de los materiales. Aislar el papel de la forma de los componentes básicos para el autoensamblaje proporciona información sobre el ordenamiento de las moléculas y la cristalización de coloides, nanopartículas, proteínas y virus. Investigamos 145 poliedros convexos cuyo ensamblaje se debe únicamente a su forma anisotrópica. Nuestros resultados demuestran una propensión notablemente alta al autoensamblaje termodinámico y a la diversidad estructural. Demostramos que, a partir de mediciones simples de la forma de las partículas y el orden local en el fluido, se puede predecir el ensamblaje de una forma dada en un cristal líquido, un cristal plástico o un cristal.

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Glotzer, Sharon et al (2015)  Digital Alchemy for Materials Design: Colloids and Beyond. Nano 9(10):9542-53.  DOI: 10.1021/acsnano.5b04181

Abstracto

Desde los primeros alquimistas, un santo grial de la ciencia ha sido la creación de materiales deseados modificando los atributos de los bloques básicos. Los bloques prometedores para ensamblar nuevos materiales complejos pueden sintetizarse a nanoescala con atributos que asombrarían a los antiguos alquimistas por su versatilidad. Sin embargo, esta versatilidad implica que establecer una conexión directa entre los atributos de los bloques y la estructura global es necesario para la ingeniería racional de materiales, pero también difícil, ya que los atributos de los bloques pueden alterarse de muchas maneras. Aquí mostramos cómo aprovechar la maleabilidad de la valencia de los "elementos" de las nanopartículas coloidales para vincular directa y cuantitativamente los atributos de los bloques con la estructura global mediante un marco termodinámico estadístico que denominamos "alquimia digital". Utilizamos este marco para optimizar los bloques para una estructura objetivo dada y para determinar qué atributos de los bloques son más importantes para controlar el autoensamblaje, mediante un conjunto de nuevas funciones de respuesta termodinámica, módulos y susceptibilidades. De este modo, establecemos vínculos directos entre los atributos de los bloques coloidales y las estructuras globales que forman. Además, nuestros resultados ofrecen soluciones concretas al desafío conceptual más general de optimizar los comportamientos emergentes en la naturaleza y pueden aplicarse a otros tipos de materia. Por ejemplo, aplicamos la alquimia digital a sistemas de tetraedros truncados, dodecaedros rómbicos y esferas con interacción isótropa que autoensamblan estructuras de diamante, fcc e icosaédricos cuasicristales, respectivamente. Aunque nos centramos en sistemas coloidales, nuestros métodos se generalizan a cualquier componente con interacciones ajustables.

 

Bibliografia citada

 

GLOTZER, Sharon et al. (2009) Disordered, quasicrystalline and crystalline phases of densely packed tetrahedra. Nature 462(7274):773-777.   doi: 10.1038/nature08641.

GLOTZER, Sharon et al (2011) Phase diagram of hard tetrahedra. The Journal of Chemical Physics 135 (19) :19410 https://doi.org/10.1063/1.3651370

GLOTZER, Sharon et al (2012) Predictive self-assembly of polyhedra into complex structures. Science 337(6093):453-457. DOI: 10.1126/science.1220869

GLOTZER, Sharon et al (2015) Digital Alchemy for Materials Design: Colloids and Beyond. Nano 9(10):9542-53.  DOI: 10.1021/acsnano.5b04181

GLOTZER, Sharon et al (2019) The entropic bond in colloidal crystals. PNAS 116 ( 34 ):16703 – 16710  https://doi.org/10.1073/pnas.1822092116

 

 Hasta la próxima, amigos!!!

 

 

 

sábado, 14 de junio de 2025

Fuerzas complementarias del Universo: Materia y Energía oscura



Una animación computarizada que navega por millones de galaxias que fueron mapeadas utilizando datos de coordenadas de DESI.  Crédito: Colaboración DESI y Planetario Fiske, CU Boulder.



Sorprendentes hallazgos recientes avanzan sobre el carácter generativo de las denominadas Materia y Energia oscuras  (Scholz-Díaz et al, 2024; Abdul-Karim et al, 2025 a, 2025b y 2025c; Andrade et al, 2025; Casas et al, 2025; Lodha et al, 2025; Elbers et al, 2025; Sandage 1970) que nos remiten al carácter complementario de las Fuerzas del Universo. Por su parte, Paul Frampton (2018 y 2022) propone una revisión conceptual de los supuestos de Boltzman (1872) para discutir la relación entre la materia oscura y la entropía del universo, con la premisa de que la materia oscura existe en forma de agujeros negros primordiales en una jerarquía de niveles de masa. Todos estos hallazgos recientes, recuperan aspectos fundamentales de la autoorganización de las Fuerzas de la Naturaleza, anticipados en las reflexiones presocráticas de la physis jónica y las propuestas metafísicas de Grossatesta (De Luce, 1225) donde las inferencias abductivas de un obispo de siglo XII, ofrecen una estructura teórica consistente con hallazgos recientes para seguir desentrañando los movimientos generativos del Cosmos, que estimulan nuevos abordajes.


Materia oscura

En astrofísica y cosmología física, se le denomina materia oscura a un tipo de materia que se estima corresponde aproximadamente al 85% de la materia del universo, que no corresponde con materia ordinaria, ni neutrinos. Su adjetivación hace referencia a que se considera que no emite ningún tipo de radiación electromagnética (como ocurre con la luz) y su existencia se puede inferir a partir de los efectos gravitacionales en la materia.

Como la existencia de la materia oscura solo se manifiesta en enormes escalas de transformación energética, el descubrimiento de cuál es su naturaleza solo ha de venir de la mano de múltiples observaciones astrofísicas.

El concepto de materia oscura fue propuesto por Fritz Zwicky en 1933, ante la evidencia de una "masa no visible" que influiría en las velocidades orbitales de los cúmulos en las galaxias. Una posible hipótesis sobre su emergencia, fue propuesta por los físicos Stephen Hawking y Bernard Carr en 1974, vinculada con  Agujeros Negros primordiales del Big Bang.

La materia oscura no es simplemente oscura: es invisible. La luz de todo tipo parece atravesarla como si fuera completamente transparente. Sin embargo, la materia oscura tiene masa, que percibimos por su influencia gravitacional.

Durante décadas, los astrónomos han intentado comprender cómo la materia oscura actúa como planificadora urbana del cosmos.

Un artículo publicado en Science descubrió problemas sistemáticos con las simulaciones que solo pueden corresponder con suposiciones incorrectas de propiedades de la materia oscura (Meneghetti et al, 2020)

Otro estudio publicado por Nature Astronomy, halla, por primera vez, evidencias observacionales de la evolución y propiedades de las galaxias que están condicionadas por efectos de los halos de materia oscura que las rodean. (Scholz-Díaz et al, 2024)

 

Los últimos avances reconocen que la materia oscura tiene un papel activo en la generación de estrellas y la evolución de las galaxias.

 

Energía oscura

Por otra parte, la energía oscura, es el nombre que damos a la misteriosa influencia que impulsa la expansión del universo. Los astrónomos reúnen los datos sobre la expansión del universo que condujeron al descubrimiento de la energía oscura en 1998.

Sumándose a los hallazgos mencionados sobre el papel generativo de la materia oscura, a principios de este 2025, el resultado de cientos de mediciones colaborativas sorprendió porque revela un enorme hallazgo sobre la naturaleza de le energía oscura (Abdul-Karim et al, 2025 a, 2025b y 2025c; Andrade et al, 2025; Casas et al, 2025; Lodha et al, 2025; Elbers et al, 2025)

Un equipo internacional de radioastrónomos presentó la prueba más convincente hasta la fecha que la energía oscura no parece una constante de la naturaleza, sino una fuerza dinámica que se expande o se desacelera para que el Universo mantenga el equilibrio.

Esta energía oscura presenta muchas de las características del factor compensatorio que Einstein introdujo en su teoría de la gravedad en 1917. Este factor, conocido como constante cosmológica, sería crucial para equilibrar la gravedad y estabilizar el universo. En 1929, cuando quedó claro según los cálculos disponibles que el universo se expandía, Einstein abandonó la constante cosmológica. Parece que llegó la hora de revisar y actualizar el concepto.

Contra todo pronóstico, la energía oscura, de acuerdo a las mediciones 2025, no representa una constante, sino una fuerza natural que se expande y contrae de modo complementario, algo que había sido observado en 1970 y luego fue desestimado (Sandage, 1970)

“Si introducimos una energía oscura dinámica, las piezas del rompecabezas encajarán mejor”, afirmó Mustapha Ishak-Boushaki, cosmólogo de la Universidad de Texas.


Fuentes Bibliográficas:

ABDUL-KARIN, M et al (2025a) Data Release 1 of the Dark Energy Spectroscopic Instrument. The Astronomical Journal arXiv:2503.14745.

ABDUL-KARIN M, et al (2025b) DESI DR2 Results I: Baryon Acoustic Oscillations from the Lyman Alpha Forest. Cosmology and Nongalactic Astrophysics. arXiv:2503.14739v2     https://doi.org/10.48550/arXiv.2503.14739

ABDUL-KARIN, M et al (2025) DESI DR2 Results II: Measurements of Baryon Acoustic Oscillations and Cosmological Constraints. Cosmology and Nongalactic Astrophysics   arXiv:2503.14738v2  

ANDRADE, U. et al (2025c) Validation of the DESI DR2 Measurements of Baryon Acoustic Oscillations from Galaxies and Quasars. Cosmology and Nongalactic Astrophysics arXiv:2503.14742v3 

CASAS, L. et al (2025) Validation of the DESI DR2 Ly  BAO analysis using synthetic datasets. Instrumentation and Methods for Astrophysics arXiv:2503.14741v1 


ELBERS, W et al (2025) Constraints on Neutrino Physics from DESI DR2 BAO and DR1 Full Shape. Cosmology and Nongalactic Astrophysics   arXiv:2503.14744v2 

 

MENEGHETTI Massimo, et al (2020) An excess of small-scale gravitational lenses observed in galaxy clusters. Science 369 (6509):1347-1351

 

SCHOLZ-Díaz, L. et al (2024) Baryonic properties of nearby galaxies across the stellar-to-total dynamical mass relation. Nature Astronomy  on line.https://doi.org/10.1038/s41550-024-02209-8


SANDAGE Allan (1970) Cosmology: A search for two numbers. Physics Today 23 (2), 34–41. https://doi.org/10.1063/1.3021960

 

LODHA, K et al (2025) Extended Dark Energy analysis using DESI DR2 BAO measurements. Cosmology and Nongalactic Astrophysics  arXiv:2503.14743v2


FRAMPTON, Paul (2022). Entropy of the Universe and Hierarchical Dark Matter. Entropy 24(8):1171. https://doi.org/10.3390/e24081171

FRAMPTON, Paul (2018) On the origin and nature of dark matter.  International Journal of Modern Physics A, 33(32):1830030 (2018) https://doi.org/10.1142/S0217751X18300302

BOLTZMANN, L. (1872) Weitere Studien über das Wärmegleichgewicht unter Gasmolekülen, Sitzungsberichte Akademie der Wissenschaften, 66, 275-370

GROSSATESTA, Roberto (1986) “La Luce” y “Le linee, gli angoli e le figure”. In P. Rossi (ed)  Metafisica della luce. Opuscoli filosofici e scientifici. Milán: Rusconi.


Hasta la próxima amigos!!!