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sábado, 11 de mayo de 2024

El legado de Lev Vigotsky

 


Hola amigos. Como ustedes saben, hace tiempo que vengo haciendo lecturas sobre Lev Vigotsky, al que considero un investigador ejemplar y fascinante.

Entre los lugares comunes que descubrí durante tales lecturas, tuve oportunidad de leer repetidas veces que “Vigotsky no nos legó ninguna Teoría”. Los problemas historiográficos que afrontaron sus biógrafos e investigadores de su magna obra, y un breve análisis de algunos de sus textos fundantes están actualmente en prensa. No obstante, mientras tanto quiero compartir con ustedes algunas reflexiones.

Por ejemplo, quisiera aprovechar esta oportunidad para invitarlos a  realizar lecturas directas de muchas de sus obras disponibles, basados en la enorme cantidad de trabajos reunidos y revisados personalmente por Vigotsky mientras estaba siendo fuertemente cuestionado por las purgas stalinistas, y que ofrecen un panorama bastante claro de sus ejes y propuestas.

Problemas historiográficos

Recuerdo que hace muchos años, cuando comencé a leer sobre la vida de Lev Vigotsky me llamó  la atención fue conocido que muchos años después de su muerte en 1934, por la calidad y enorme cantidad de sus trabajos experimentales de avanzada,  como para que lo calificaran como “el Mozart de la Psicología”,  

Sin embargo, muchos trabajos escritos por académicos locales que tuve oportunidad de leer sobre su teoría, me resultaban bastante confusos. Hasta que se me ocurrió abordar directamente sus Obras Escogidas que están publicadas y libres para descarga gratuita por Internet.

Como me viene pasando, la lectura directa de los trabajos de Vigotsky no me defraudó, aunque fue inevitable preguntarme por qué razón muchos autores se limitan a citar a otros comentaristas, en lugar de leer y citar directamente a Vigotsky.

¿Por qué hay tanta confusión sobre su obra? Con esta pregunta en mente, comencé a leer durante el último año todo lo que pude de su pluma prolífica, y al hacerlo me pareció comprender las oscuras razones para el desconocimiento de sus principales aportes.

En Argentina, por fortuna, el Grupo de investigación de Adriana Sulle, investigadora del Conicet, viene realizando desde hace una década un trabajo estupendo de investigación historiográfica sobre Vigotsky. Abordar sus avances, también disponibles con acceso abierto en la web, me permitieron comprender las dificultades que impidieron, en principio, algo tan elemental como reunir ordenadamente  buena parte de sus obras escritas, ya fuera que hubiesen sido publicadas en Rusia oportunamente o no.

Vigotsky comenzó a ser difundido inicialmente en los EEUU, durante la década de 1950, muchos años después de su muerte. Sin embargo, algunos investigadores actuales, advierten que fue interpretado entonces de un modo fragmentado y con un sentido bastante alejado de los términos originales.

Además, sus biógrafos e historiadores, vienen descubriendo en los últimos años, que su prolífica tarea como psicólogo experimental solo representa la punta visible de un iceberg, donde permanecían ocultos hasta hace poco, sus intereses juveniles vinculados con la Docencia, el Arte y la Cultura en tanto elementos que pueden liberar y transformar al ser humano. Estos intereses emergen materializados en otros muchos documentos que estuvieron ocultos a la vista de occidente durante décadas.

Sin dudas a nuestro querido investigador le tocó vivir una época convulsionada, ya que cursó sus estudios Universitarios durante las revueltas contra el zar, y poco después de recibirse, estalló la Revolución de octubre de 1917. La Guerra Civil lo encontró trabajando febrilmente como Docente y Pedagogo en la ciudad de Gomel, donde uno tras otro sus historiadores van descubriendo informes, certificados y  registros de su labor como activo Promotor Cultural.

Como dicen sus biógrafos, fue un hombre con fuertes intereses vinculados con el Arte, la Docencia y la Psicología, y cada uno de tales intereses permaneció pujando entre sí hasta el final, para dotar de identidad y vitalidad su personalidad científica.

Así que, por un lado, tenemos una difusión temprana de información que poco tiene que ver con las ideas originales de su autor. También tenemos escritos y publicaciones vigotskianas que se creían perdidas y fueron difundidas gradualmente. Y cuando  psiconeurólogos rusos son entrevistados sobre sus aportes, señalan que Vigotsky no dejó una teoría escrita formal que resuma sus avances.

Por ejemplo, en sus Obras Escogidas publicadas recién a partir de 1982, nos enteramos que los psicólogos soviéticos Mijail Yaroshevski  y G. S Gurguenidze,  afirman lo siguiente:

“Vigotsky no ha creado un sistema psicológico más o menos acabado. Durante sus intensas búsquedas, generaba ininterrumpidamente nuevas y nuevas ideas, abandonaba sin compasión unas, planteando otras, cambiando incluso a veces la trayectoria de su pensamiento. Cabría considerarle como la figura más inquieta de la psicología soviética. Y todavía hoy sentimos la fructífera influencia de su inquietud” (Epílogo” Obras escogidas. Tomo I, cursivas añadidas)”

Tengamos en cuenta esto mientras seguimos pensando juntos sobre el legado de Vigotsky.

Otros especialistas rusos entrevistados, lamentan el poco interés por parte de la Academia de Ciencias local para publicar y difundir los documentos personales que custodia su hija, los informes clínicos de sus consultas en Psiconeurología, mientras los organismos oficiales se muestran poco dispuestos a organizar el abundante Archivo que todavía conservaba Luria de sus investigaciones en conjunto, poco antes de la muerte de Vigotsky.

Por eso, no extraña que la Dra. Tatiana Akhutina, cuya Tesis doctoral fue dirigida por el mismo Luria, lamente que Vigotsky no nos haya legado una teoría escrita formal. (Akhutina 2002)

Sabemos bastante bien que Vigotsky realizó sus investigaciones en Salud Mental entre 1924 y 1934 en medio de la censura y sospecha stalinista de cualquier ideología que hiciese peligrar su hegemonía. Por tanto, Vigotsky se vio obligado a realizar sus investigaciones mientras sorteaba sospechas de traición a la ideología dominante. Aunque no hay registros que haya sido detenido alguna vez, también sabemos que muchos de sus colaboradores fueron condenados a muerte por las purgas stalinistas.

A partir de 1931, se agudizaron las críticas contra su propuesta teórica, en un ambiente intelectual caldeado por discusiones retóricas. Podemos acceder en sus Cuadernos de Notas personales, recientemente publicado, a un borrador escrito de su Declaración al Director del Instituto Estatal de Pedagogía de Leningrado, donde Vigotski responde a las acusaciones del aparato estalinista. El borrador escrito de su puño y letra, ofrece una idea del tipo de campaña que se cernía sobre su obra, y cómo pensaba defenderse:

“…me he enterado que los supuestos teóricos de los que parto en mi trabajo han sido calificados de ‘teoría idealista y burguesa’ y ‘concepción antimarxista’ […] esa decisión ha sido tomada por la comisión de purga sin un análisis previo y profundo de mi teoría […] supongo que las acusaciones en contra de mi teoría están fundadas en un malentendido y no se corresponden con la realidad….Siempre he considerado que mi trabajo está dentro del sistema de la ciencia soviética, no fuera de ella… Subjetivamente he interpretado mi trabajo como parte activa en la construcción de una psicología marxista” (Vigotsky, 2022: 473, cursivas añadidas)

Cada una de estas dificultades representan un contexto que hacen bastante difícil inferir algún tipo de autocensura por parte de Vigotsky para legarnos una teoría escrita, cuando observamos que al mismo tiempo que se agudizaban las críticas contra sus trabajos, él mismo comenzó a reunir en 1931 los que consideraba sus trabajos más importantes, aquellos que representaban sus ejes de investigación, lo que hace que cada uno de los Tomos de sus Obras Escogidas, (recién publicadas cincuenta años después de su muerte) resulten  luminosos pese a toda la censura y proscripción que fueron objeto.

Insisto que una lectura directa de los Tomos de sus Obras Escogidas es francamente insustituible. Y al menos para mí, resultó enormemente clarificadora. Luego de la lectura de los primeros Cuatro tomos de las Obras escogidas, me dediqué a leer otros textos suyos recientemente publicados, como su novedosa Tesis sobre Psicología del Arte, que se creyó perdida durante décadas, su Teoría de las Emociones, o su ensayo sobre La imaginación y el Arte en la infancia.

Me permito inferir que, si acaso Vigotsky no nos legó una teoría escrita, fue porque desde su mirada personal él consideraba a la Ciencia un continuo work in progress, cuyas ideas son discutidas y alcanzan consenso en la base social y porque, a diferencia de la religión y otras ideologías totalitarias, se caracteriza porque siempre avanza en consenso y no se detiene a discutir el sentido de dogmas y frases escritas, algo bastante común en los ámbitos académicos.

En 1930, percibimos que Vigostky, a pesar de hallarse concluyendo su especialización como Neuropsicólogo en la Facultad de Medicina, seguía sin presentar por escrito una teoría escrita que ofrezca el marco académico l para investigaciones futuras.

Resultaba llamativo para muchos que no lo hiciera. Sin embargo, muchos de sus discípulos recuerdan la claridad conceptual y el dinamismo de Vigotsky mientras dirigía el Equipo de investigación. Sabía muy bien que una Psicología, si ha de ser marxista, emerge sobre la base de relaciones sociales para investigación, nunca de la lectura aislada de dogmas escritos.

Dicen que Vigotsky no nos dejó teoría alguna.

Mientras decenas de sus trabajos publicados sobre diferentes temas sintetizan su legado, con carácter abierto y disponible para quienes quieran tomarse la molestia de leerlos.

 

Referencias:

AKHUTINA, Tatiana (2002) “L. S. Vigotsky y A. R. Luria: la formación de la neuropsicología” Revista Española de Neuropsicología 4:2-3: 108-120.

VIGOTSKY, Lev (1934/1982) Obras escogidas. Tomos I al IV. Moscú: Academia Pedagógica de la URRS

 


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