Carta abierta a una amiga
Me
ha dejado preocupada tu comentario respecto de la sorpresa y desazón que te
produjo enterarte hace pocos días mediante datos concretos recabados por el
grupo Baldosas por la Memoria que dos compañeros tuyos,
militantes de Exactas y a quienes creías a resguardo de las torturas y la
muerte figuran en las listas comprobadas de los desaparecidos.
Como
me comentaste, enterarte de la cruel realidad te hizo revivir las emociones
vinculadas con lo que todos vivimos durante el Terrorismo de Estado que cubrió a
la sociedad argentina durante los peores años de la Dictadura.
Volviste
a revivir todo como si hubiera ocurrido ayer.
En
el espinoso tema de la Memoria solemos olvidar que por razones de protección
psíquica como sociedad elegimos creer a torturadores que se encargaron de
construir cuidadosamente todo un discurso para legitimar sus injustificables
abusos.
Me
vienen a la mente titulares de los medios cómplices que difundían las “muertes
en enfrentamiento armado” así como una detallada descripción de impolutas
“Clínicas de rehabilitación”, afirmaciones que posteriormente se
demostraron falaces fuera de toda duda. O de madres detenidas a quienes
se las obligaba a dar falso testimonio respecto de sus propios hijos
Medios tan infames
como la dictadura misma que jamás mencionaron el enriquecimiento ilícito de los
grupos de tareas mediante la apropiación forzosa de bienes de los detenidos, a
muchos de los cuales se les hizo firmar bajo tortura.
Mujeres
detenidas que eran vejadas, violadas y luego obligadas a acompañar
a los carceleros en salidas nocturnas, cosa de sembrar dudas sobre
su consentimiento a la entera situación.
Medios
asegurando que mujeres utilizaban a sus bebés como escudo durante tales
“enfrentamientos”, cuando luego se supo que las mujeres embarazadas apenas
daban a luz en los centros de detención le hacían escribir cartas
haciéndoles creer que sus bebés iban a ser entregados a
sus familiares.
Medios
que en el pasado se encargaron de difundir que los rebeldes habían huido al
exterior donde permanecían a salvo.
Son
los mismos medios retorcidos que debido a sus intereses inconfesables propagan
actualmente la calumnia de una “Grieta que divide a los argentinos” provocada
por quienes insistimos en la búsqueda de Verdad y Justicia, porque les resulta
muy conveniente que todo se mantenga embarrado como está.
La
dictadura argentina no solo sembró el terror por los Falcon verdes sino que
cuando los reclamos por justicia se fueron en aumento inventó la
figura legal del Desaparecido para terminar de eludir toda
responsabilidad sobre sus infamias y cerrar para siempre toda
posibilidad de justicia.
Hace
un rato terminé de leer un análisis sociológico, donde luego de hacer una buena
reseña de lo que implicó la Dictadura terminan reconociendo que la difusión
estética y política de las fotografías de los desaparecidos de alguna manera
los sigue manteniendo vivos durante los reclamos de justicia.
Sin
embargo, y como suele suceder en muchos de estas elaboraciones teóricas no
pasan de un mero ejercicio de retórica, que poco ayuda a resolver la catarata
de emociones que cada tanto parecen emerger con la misma fuerza que
durante los años de Terror.
Comparto
sinceramente tu dolor tras confirmar que tus dos compañeros a quienes
creías vivos y a salvo fueron realmente torturados y muertos por el terrorismo
de Estado. Debe haber sido muy dura la noticia, y sinceramente lo lamento
mucho. Una cosa es imaginar lo que pudo haber pasado y otra darse de bruces con
una verdad comprobada
Darse
cuenta que los poderosos se anticiparon a dejar pistas falsas cuidadosamente
elaboradas para destruir de todas las maneras posibles a quienes estorbaban sus
intereses y embarrar los hechos con el claro propósito de eludir toda
responsabilidad cerrando toda posibilidad de justicia emerge como una
experiencia sin duda muy movilizadora pero que hay que atravesar para sanar.
En
la maraña de emociones encontradas que nos sumergió el infame terrorismo de
Estado no solo se encuentra la impotencia por las injusticias sufridas sino que
–insisto- la particularidad de la infamia argentina reside en que toda búsqueda
de justicia por los hechos del terrorismo de Estado (racionalidad al servicio
de la tortura y muerte de los subversivos) resultó encriptada con la
conveniente figura del Desaparecido como invento argentino después de la picana.
Estos hechos
innegables nos ponen de frente a la necesidad imperiosa de
diferenciar entre la legítima búsqueda de justicia y el duelo personal tan
necesario para sanar como sociedad.
Distinción
entre Búsqueda de Justicia y procesos psíquicos de Duelo
Esta diferencia entre búsqueda de justicia como un proceso diferente al de hacer el duelo parte de una observación absolutamente personal y merecería una fundamentación y desarrollo más amplio.
Sin
embargo me animo a compartir públicamente esta distinción por este medio
porque creo que al menos resulta operativa para entender por qué el uso de las
fotografías de los desaparecidos en las rondas, el impacto visual del
Siluetazo y el clamor "aparición con vida" todos con miras a la
legítima búsqueda de justicia, en tanto se asienten en la figura viva no
contribuyen al proceso sanador del duelo por parte de la mayoría de la
Sociedad, que parece circular por otro carril cognitivo
Efectos
inesperados
Por esto te
recuerdo, como sabés por haberme acompañado en una de sus reuniones, que me
pareció tan estupenda la iniciativa original del grupo Baldosas por
la Memoria, grupo que comenzó a reunirse en Almagro hace años.
Pude observar
desde mis primeros encuentros que su iniciativa de elaborar baldosas como
conmemoración donde se invita a los allegados de los desaparecidos
a participar, aún sin habérselo propuesto en principio, presenta como
inesperado efecto sanador que los participantes comiencen a sentir que logran
iniciar el duelo largamente postergado.
Duelo
personal que en tanto proceso sanador de la psiquis se presenta como anclaje
adecuado para seguir realizando los reclamos por justicia.
Tal duelo
sanador -proceso específicamente personal y humano tan estudiado por los
antropólogos- en vez de impedir los reclamos por justicia, favorece su
realización adecuada pues contribuye a propiciar la paz personal y por lo tanto
social.
En tu caso querida
amiga, está bien que en principio te des el tiempo para sentir y expresar
adecuadamente tu enojo por quienes gozaban torturando a tus compañeros y
engañando impunemente a la opinión pública, como parte del proceso de
duelo.
Rechazo toda
referencia a tales grupos de tareas como psicópatas, por cuanto se trata de
individuos que se siguen presentando ante la Sociedad como absolutamente
racionales, respetables y conscientes de lo que hacían.
Solemos
confundir como sociedad ambos aspectos de la tragedia que nos tocó vivir.
Búsqueda de Justicia y el inicio del duelo tan necesario sobre personas
declaradas no personas.
La
declaración de Desaparecidos y el Limbo psíquico consecuente
Considero a modo personal que la impune declaración oficial que
define a los desaparecidos como no personas es la herida más cruel infligida
por los infames y me animaría a decir que más cruel que las torturas mismas,
porque se trató de un Acto de Habla que introdujo a la entera sociedad
argentina en un Limbo psíquico de muy difícil resolución.
Para entender a qué me refiero, partamos de la base de que en todo
conflicto, guerra entre países o guerra civil, hay víctimas de las que se
pierde todo contacto, y cuyos cuerpos jamás se encuentran..
Sin embargo, lo específico de la declaración de Videla, si ubicamos sus palabras dentro del marco constitutivo que confiere todo Acto de Habla por parte alguien con autoridad, es que presenta oficialmente por primera vez en la Historia la figura legal del Desaparecido "como alguien que no tiene entidad" figura que les permite de un plumazo negar oficialmente todo status de Persona a quienes fueron brutal e ilegalmente detenidos por orden oficial con el propósito de no verse en obligación de brindar alguna respuesta sobre los cuerpos.
El
grupo Baldosas, al promover que los allegados participen ubicando
las letras de molde en el material fresco para fijar nombres y fechas reales se
presenta como una manera sumamente efectiva para devolverles entidad y dignidad
humana a los desaparecidos.
En
cierta manera vos también te enfrentaste con esta realidad cuando leíste en un
documento material formal lo que efectivamente les pasó a tus compañeros.
De algún modo comenzaste a elaborar el duelo por tanto tiempo en suspenso.
El
tiempo por sí mismo no sana las heridas, sino lo que uno hace con él.
Espero
haber ampliado estas ideas que tengo desde hace años y que me oíste decir
en el grupo Baldosas por la Memoria, al que me hiciste acordar que
tengo que volver a ponerme en contacto con ellos, que más no fuera para
saludarlos y seguir reconociendo su estupendo trabajo sanador.
Extendiéndote un
sentido abrazo
Te
mando un beso
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