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miércoles, 7 de septiembre de 2016

Hallan aguja de 50.000 años,la más antigua encontrada hasta ahora

       Imagen de la aguja a poco de ser descubierta tal como fuera enviada por celular, como corresponde en estos tiempos

La cueva Denísova, en las montañas siberianas de Altái, ha dado a los arqueólogos otro hallazgo formidable: una aguja con una antigüedad de 50.000 años, según informa The Siberian Times.

                        Entrada de la Cueva de Denisova (Siberia, Rusia)

Durante decenas de miles de años, diferentes especies humanas utilizaron el mismo refugio en Siberia, una cueva bautizada como Denísova. La caverna debe su nombre al ermitaño Denís, que habitó el lugar en el siglo XVIII.
El registro analizado se extiende entre 50.000 hasta incluso 170.000 años atrás, y los restos recibieron el nombre de 'homínidos de Denísova' (literalmente, homínidos de la cueva de Denís, en ruso)

                              Arqueólogos trabajando en el sitio 

La aguja hallada perteneció a este grupo evolutivo y fue elaborada con el hueso de un gran pájaro desconocido. La herramienta, de 7,6 centímetros de longitud, resulta una prueba de que los Denísova de hace 50.000 años eran más sofisticados de lo que se pensaba hasta el momento. "Es la aguja más larga de todas las que se habían hallado previamente en la cueva Denísova. Hemos encontrado otras, pero en unas capas arqueológicas más recientes", precisó el jefe de excavaciones de las cavernas siberianas, el doctor Maxim Kozlikin. Dicha aguja es 10.000 años más antigua que su antecesora, una pieza pulida, delicada y de aspecto moderno, hecha de una piedra llamada clorita.

                                                                                                Hasta la próxima amigos!

martes, 6 de septiembre de 2016

Complejidad y Antropología. Del Atractor de Lorenz a la Mariposa de Bateson, por Vivina Perla Salvetti


Hola amigos. En esta oportunidad tengo el placer de compartir en línea el fruto de mis desvelos durante los últimos años. Se trata del modelo defendido en mi Tesis hace tiempo, cuya reelaboración fuera aceptada recientemente luego de la correspondiente evaluación académica como corresponde a toda revista con referato.
El artículo en cuestión ha sido aceptado para su publicación en la prestigiosa revista académica Cuadernos de Antropología Social, de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires.
Hasta su publicación definitiva en papel, comparto con ustedes una versión en línea del texto aceptado.

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Tesis Licenciatura 2013

Palo Alto 1949-1959: La "Universidad Invisibilizada"

Advertencia para copiones: El material presentado a continuación cuenta con algunos derechos reservados. Es decir, se puede acceder al material, siempre que recuerden citar a la autora y como fuente primaria de publicación a Cuadernos de Antropología Social, FFyL (UBA) En prensa.
                                                                                             Que lo disfruten!!!


“La Mariposa de Bateson”:
Seguimiento observable de factores emergentes para continuidad y cambio social (*)

                                                                                                 Por Vivina Perla Salvetti (**)

Los ensayos, esparcidos a lo largo de más de treinta y cinco años, se combinan para proponer una nueva manera de pensar sobre las ideas…. A esta manera de pensar la llamo la "ecología de la mente"… Es una ciencia que no existe aún como cuerpo organizado de teorías o conocimientos.             
   Gregory Bateson, Pasos hacia una ecología de la mente, Introducc

Resumen
El modelo mariposa  inspirado en la “ecología de la mente” de Gregory Bateson recupera la tradición antropológica sobre relevamiento visual  de datos de campo iniciada en 1898 para responder a la Teoría General de Sistemas  propuesta por Ludwig von  Bertalanffy y sus principios de isomorfismo y jerarquía lógica entre sistemas diferenciados como requisito para el análisis transdisciplinar de los fenómenos.
El flujo en espiral de carácter no-dialéctico entre sistemas complementarios donde cada vuelta de hélice representa el impulso que resulta de la atracción a un conjunto abierto de condiciones  iniciales, introduce la emergencia de fenómenos particulares tendientes a la metapauta de cambio que retroalimenta el sistema total. 
La modelización topológica admite el reemplazo de elementos una vez salvada su correspondencia lógica, y se presenta como herramienta operativa para abordar fenómenos sociales de estabilidad y cambio.
Palabras clave: Efecto mariposa, modelizacion topológica, isomorfismo lógico, flujo no dialéctico,
metapauta de cambio





(*) Artículo aceptado para publicación en Cuadernos de Antropología Social. FFyL (UBA)                         (**) Vivina Perla Salvetti, es Licenciada en Ciencias Antropológicas con orientación sociocultural por la Universidad de Buenos Aires (UBA). Los conceptos vertidos en este trabajo constituyen una reelaboración para difusión académica del modelo original elaborado para su Tesis defendida en noviembre de 2013.             Fecha de realización: marzo 2015.   Fecha de entrega: abril 2015.


Introducción
Toda aventura del conocimiento implica superar diferentes desafíos, como la propuesta de realizar un modelo sistémico general inspirado en los aportes  de  Gregory Bateson que permita sostener cómo un  pequeño cambio puede producir grandes transformaciones a largo plazo, proceso conocido como “efecto mariposa”, expresión derivada del atractor de Lorenz (Figura 1). [1]
El matemático francés Henry Poincaré (1854-1912) había expresado que “pequeñas diferencias en las condiciones iniciales pueden producir grandes diferencias en el fenómeno final” (Poincaré 1963).
Años más tarde, el meteorólogo Edward Lorenz se dio cuenta que la mayoría de los fenómenos involucrados en la predicción del tiempo meteorológico son de naturaleza no lineal y describió por primera vez mediante el uso de la computadora tal dependencia sensitiva a las condiciones iniciales. Cabe señalar que previamente, los problemas vinculados con ecuaciones diferenciales no lineales se resolvían linealizándolos. (Madrid Casado 2010). En 1961, utilizando su computador para simulación numérica, Lorenz accidentalmente ingresó como dato una pequeña variación inicial que  arrojó  groseras diferencias en los patrones de comportamiento de las variables climáticas.  Lorenz publicó lo que había descubierto en una revista meteorológica (Lorenz 1963).  Su estudio aportó mucha información matemática, ya que resultó el primer sistema tridimensional autónomo en el cual se encontró un atractor caótico, término que define el conjunto al que todas las trayectorias vecinas convergen como resultado de la atracción a un conjunto abierto de condiciones iniciales, o cuenca de atracción. Esta ecuación diferencial no lineal con dependencia sensitiva a las condiciones iniciales llegó a ser conocida como la “Mariposa de Lorenz” cuyo aleteo introdujo una sacudida caótica en los cimientos de la predictibilidad científica como paradigma largamente instalado. (Buitrago Puentes 2010, Madrid Casado 2008).                                                         
Una vez aclaradas las circunstancias que hicieron conocida a la Mariposa de Lorenz, pasaré a explicitar cómo se vincula con los conceptos de Gregory Bateson. El desafío de presentar un modelo inspirado en sus conceptos nodales, al que he denominado “Mariposa de Bateson” requiere en principio desentrañar el sentido último de los conceptos presentados como ecología de la mente:
La ecología de la mente es una nueva manera de pensar sobre la naturaleza del orden… un cuerpo unificado de teoría tan global que arroja luz sobre todas las esferas particulares de la biología y las ciencias de la conducta… Es interdisciplinario… en el sentido que descubre pautas comunes a muchas disciplinas. (Bateson 1991b:19).     
Esta propuesta sobre ecología de la mente que admite las particularidades de su carácter sistémico, justifica entonces la adecuación de los conceptos de Gregory Bateson a  los principios de la Teoría General de Sistemas (en adelante TGS) para lo cual se presenta una breve introducción de la TGS y los principios rectores de su propuesta transdisciplinar  en  términos de su autor, Ludwig von Bertalanffy.
El proyecto de modelización, en tanto guiado por los aportes teóricos de Gregory Bateson admite su carácter constructivista, cualitativo, y de investigación aplicada que se vale de recursos topológicos como forma de representación adecuada para traducir los términos de Bateson al ámbito de su correspondiente visualización conceptual (Bateson 1991a:15). 
 Pertinencia antropológica sobre el registro de documentos visuales
Antecedentes
En este punto es necesario defender la pertinencia antropológica respecto de organizar datos de campo de un modo que se aleja sustancialmente de las etnografías tradicionales, dado que el relevamiento y organización visual de los datos cuenta con antecedentes que se remontan a la Expedición antropológica de Cambridge de 1898 (Guber 2001, Reynoso 2004).
El carácter pionero de esta expedición impulsó la elaboración  y desarrollo de herramientas conceptuales fundamentales para la antropología, (por ejemplo, el uso pionero de películas y grabaciones en cera para registrar los datos obtenidos en el trabajo de campo) requirió la implementación de instrumentos innovadores para la toma de datos  como lo atestigua el uso de la cámara a poco de ser inventada y el método genealógico diseñado por W.H.R.Rivers que organizaba visualmente los datos obtenidos en el campo. (Korsbaek 2014, Rivers 1910)
Tal como describe Reynoso (2004), los primeros films etnográficos fueron realizados por Alfred Haddon en 1898, aptos todavía para su exhibición, aunque han pasado más de 100 años. Relegados durante décadas en los depósitos de Cambridge, no fueron exhibidos en su día, quizás debido a la ausencia de un marco teórico que justificara su validez. Hubo que esperar varias décadas hasta que los antropólogos recuperaron el empleo del registro visual y auditivo como valiosa fuente primaria de datos, tal como hiciera Bateson primero en Bali y posteriormente en Palo Alto entre 1949 y 1959 (Salvetti 2015).
Así, la organización visual de datos de campo, válida por sí misma como método descriptivo no constituye una novedad de la antropología actual.
No obstante, la organización visual de los datos de campo suele generar sospechas entre los amantes de las descripciones clásicas que resultan de la observación participante en territorios lejanos, para quienes un antropólogo se define básicamente por la producción de Etnografías a partir de las notas de campo con datos cuidadosamente registrados en la libreta correspondiente y luego vertidos en un texto. Esta mirada que identifica a las Etnografías escritas como la “marca registrada” de la antropología, se remonta a los días de Malinowsky. Esto nos permite entender por qué los registros visuales y auditivos realizados durante la mítica Expedición de 1898 permanecieron intactos en los depósitos mientras avanzaba la hegemonía del funcionalismo británico, corriente que cimentaba la autoridad del antropólogo profesional para seleccionar de su libreta los datos relevantes a ser volcados linealmente en el texto escrito (Stocking 1993). Los cuestionamientos a la objetividad del antropólogo como autor textual en el seno de la antropología postmoderna a fines de 1970, exceden los propósitos de este trabajo.
Como aporte al debate en torno a las etnografías como único objeto, resultan clarificadores los aportes tanto de Elsie Rockwell como de Gregory Bateson:
De hecho, se tiende a pensar en la etnografía sólo como el trabajo de campo… los registros de campo sólo son útiles en el proceso de construcción de conocimiento si se integran en un análisis cualitativo y a la vez exhaustivo. (Rockwell 2009:48, 50, 65)
En cualquier caso, lo que interesa al antropólogo no es la mera descripción sino un grado ligeramente más elevado de abstracción, un grado más amplio de generalización. Su primera tarea consiste en reunir minuciosamente masas de observaciones concretas de la vida de los nativos, pero el paso siguiente supone no un simple resumen de tales datos sino interpretar los datos en un nivel abstracto que trascienda (tales datos). El antropólogo debe poder inventar un vocabulario más abstracto con cuyos términos (logre describir) por igual la propia cultura y la de los nativos. (Bateson 1991a:189)
 Queda claro entonces que los mismos datos de campo constituyen el material básico para elaborar un texto etnográfico o un modelado visual. Tanto uno como otro resultan válidos en la medida que permiten la integración de los datos de campo en procura de un análisis cualitativo y a la vez exhaustivo.
Teoría General de los Sistemas ¿nuevo paradigma?
En el libro Teoría General de Sistemas presentado en 1968, el biólogo Ludwig von Bertalanffy recuerda que las diferencias de comportamiento entre elementos abordados de modo aislado y el mismo fenómeno en intercambio con otros que daba lugar a efectos no previstos fue lo que impulsó las reflexiones de la TGS.
Se reconocen dos maneras de introducirse en el campo de los sistemas complejos:
a)      Aceptar alguno de los modelos formales disponibles de sistema y derivar rigurosamente la teoría consiguiente. Los sistemas complejos considerados aquí se caracterizan por describir formalmente los fenómenos mediante caracteres matemáticos, ya fueren cuantitativos (mediante ecuaciones diferenciales no lineales) o cualitativos (uso de grafos topológicos) que atienden a la “dimensión visual” de los fenómenos a describir. Quedan excluidos por tanto aquellos abordajes que reflexionan sobre la complejidad, pero carecen de modelos matemáticos formales para su representación visual, tales como las propuestas de Edgar Morin o Humberto Maturana (Reynoso 1998). La complejidad reducida a la “dimensión discursiva” (Reynoso 2006:113), conduce a degradar (o “linealizar”) las ricas dimensiones conceptuales del carácter múltiple que ofrecen ciertos fenómenos.
b)      La segunda opción -recomendada por Bertalanffy-  consiste en aplicar los principios de la TGS para abordar un mismo problema observado por distintas disciplinas. Semejante procedimiento “no presenta una exposición rigurosa de la teoría y los elementos dados serán reemplazables merced a la selección de ejemplos ilustrativos”. De acuerdo con la recomendación del autor, esta opción no sólo proporciona una visión panorámica del problema en cuestión, sino que atiende al objetivo de la TGS sobre un modo transdisciplinar de pensar los fenómenos (Bertalanffy 1989: XI y XII).
Estas líneas revelan en primer lugar, las particularidades del enfoque metodológico de la TGS que la distinguen de otros abordajes complejos y formales.
En segundo lugar, que la TGS, como opción recomendada para el abordaje transdisciplinar de los fenómenos, considera la validez de observaciones procedentes de diferentes teorías que parecen irreducibles entre sí. Vale enfatizar que la articulación sistémica transdisciplinar según los principios de la TGS, en tanto fundamentada en el isomorfismo lógico de enunciados particulares, toma como dada la justificación de los objetos y métodos adoptados al interior de cada estructura teórica. (Bertalanffy 1989:69,70)
En disciplinas como la biología o las ciencias sociales la ciencia clásica procuraba aislar los elementos del universo observable con la esperanza de que volviéndolos a juntar conceptual o experimentalmente resultaría el sistema o totalidad. La experiencia ha demostrado que comprender requiere no sólo de los elementos sino de las relaciones entre ellos (Bertalanffy 1989:XIII).
Con miras a resolver los problemas que atañen al abordaje transdisciplinar por parte de disciplinas teórica o metodológicamente diferentes, la Sociedad para la TGS se abocó desde sus inicios a investigar los principios lógicos de isomorfismo, diferenciación y jerarquía lógica que permitan la transferencia de conocimiento entre  diferentes estructuras teóricas: Esto requiere la exploración de los numerosos sistemas de nuestro universo observado, de cuyo abordaje en conjunto aparecen correspondencias o isomorfismos generales comunes a las observaciones realizadas. Tal es el dominio de la Teoría General de Sistemas. (Bertalanffy 1989: XIV).
La modelización topológica de los elementos
Abordar un problema de investigación atendiendo a los requisitos de la TGS requiere representar el conocimiento mediante el uso de tablas y gráficos, algo que difiere sustancialmente con la construcción teórica de tipo verbal y narrativa que ha resultado adecuada durante años para el progreso del conocimiento científico. El investigador se ha podido valer durante siglos del sentido lineal y unidireccional de la escritura para establecer las correspondencias causales de los términos empleados. Esto me permite considerar que, parte de las dificultades que tuvo Bateson para describir adecuadamente sus postulados se vinculan con los constreñimientos del carácter lineal de la escritura para dar cuenta del sentido no lineal de los fenómenos observados.
Sin embargo, el desarrollo de cualquier investigación que procure atender a la “descripción doble o múltiple” (Bateson 10991b:20) vinculada con la multicausalidad de ciertos fenómenos, requiere de incorporar recursos que superen la descripción lógico-lineal.
Es aquí en donde los modelos topológicos colaboran de manera enormemente eficaz para alcanzar la visualización conceptual de las reflexiones de Bateson.
Los modelos topológicos no son necesariamente cuantitativos. Son recursos matemáticos que ofrecen modelos para presentar con rigor el análisis de formas, estructuras, o patrones como atributos cualitativos (Samaja 2004, Fernández Castrillo 2006, Colle 2002).
La modelización topológica requiere asignarle un significado a la ubicación espacial relativa de los elementos mediante tablas y atender las relaciones entre ellos mediante flechas o vectores. Los modelos topológicos vienen siendo utilizados desde hace tiempo para la representación de taxonomías, la presentación de diagramas lógicos de árbol, así como para la representación cartográfica del espacio real. Ubicando cuidadosamente en un plano los elementos adecuados, la topología permite representar la multicausalidad de ciertos fenómenos, así como las relaciones entre ellos. (Routio 2007).
En todo esquema no-lineal las correcciones en la ubicación de los elementos son parte intrínseca del proceso de investigación. Por ejemplo, el modelo que Watson y Crick utilizaron para describir la estructura del ADN se basa en representaciones moleculares realizadas con alambre y cartón. Luego de varios intentos infructuosos asociando bases igual-con-igual, Watson logró el posicionamiento correcto de las bases complementarias. La eficacia del modelo permitía ensayar diferentes modos de aparear los enlaces hasta conseguir el modo de estabilizar espacialmente la estructura de doble hélice. Otros apareamientos de bases tendían a desestabilizarla. Finalmente, todas las piezas del rompecabezas terminaron maravillosamente en su lugar, y los científicos mencionados fueron los primeros en admirar la elegancia con que la naturaleza había diseñado la arquitectura molecular del código genético en forma de doble hélice (Piro 2014).
Por lo tanto, simplemente no hay reglas para organizar topológicamente los elementos. (Colle 2002).
En las páginas que siguen, la modelización topológica representa en cada una de las tablas, la visualización de conceptos provenientes de diferentes estructuras teóricas, ubicados en distintos niveles lógicos como paso previo a su articulación en un modelo general.
El modelo sistémico general “Mariposa de Bateson” realizado conforme a los principios de la TGS, se encuentra enmarcado con la silueta de una mariposa, ícono que remite a la ruptura epistemológica que introdujo la “Mariposa de Lorenz” respecto a los factores de cambio en las condiciones iniciales. [2]
Principios de isomorfismo, diferenciación y jerarquía lógica
Respecto a los principios de isomorfismo, diferenciación y jerarquía lógica que tanta confusión han generado, Bertalanffy aclara en primer lugar que tal isomorfismo no se establece entre el modelo y su objeto, o entre el modelo y la realidad, sino que trata de procurar isomorfismos entre sistemas o estructuras teóricas (Bertalanffy: 1989:34). Se reconoce que la formalización de tal isomorfismo supone para las estructuras teóricas que “la selección de elementos dados sea reemplazables”, así como la búsqueda de “ejemplos elegidos con ilustraciones intencionalmente sencillas” (Bertalanffy 1989: XI-XII).
El segundo principio ordena que tales estructuras teóricas sean de carácter diferenciado.
Al principio de isomorfismo entre sistemas diferenciados, Bertalanffy añade el de un orden jerárquico pasible de describir verbalmente con elementos de la lógica matemática:
 “El isomorfismo que discutimos es más que mera analogía. Es consecuencia del hecho de que en ciertos aspectos puedan aplicarse abstracciones y modelos conceptuales coincidentes a fenómenos diferentes…Es posible enunciar principios de orden jerárquico en lenguaje verbal y formulaciones en términos de lógica matemática” (Bertalanffy 1989:27, 35).
Atender al “principio de orden jerárquico en lenguaje verbal” formulado en “términos de lógica matemática” y la “necesidad de ilustrarlo con un ejemplo sencillo” conducen a la formalización de los niveles lógicos propuesta por Gregorio Klimovsky.
En la página 79 de Las desventuras del conocimiento científico (Klimovsky 1997), aparece un sucinto esquema que organiza los niveles lógicos correspondientes a diferentes enunciados científicos. Tal esquema es citado aquí para ilustrar el isomorfismo lógico común a toda teoría científica, por lo que la justificación de la teoría y conceptos epistemológicos que desarrolla Klimovsky allí se considera dada. 
A grandes rasgos, la correspondencia de los enunciados con diferentes niveles lógicos referidos en el sucinto esquema de Klimovsky es la siguiente:
I nivel: Corresponde al nivel de selección de datos, o enunciados empíricos básicos. Klimovsky distingue entre términos empíricos y teóricos de una disciplina científica (Klimovsky 1997: 62).
II nivel: Corresponde al nivel de interpretación de los datos disponibles, (Klimovsky los denomina generalizaciones empíricas) obtenido mediante inducción derivada del primer nivel.
III nivel: Corresponde al nivel de los enunciados teóricos puros (abstractos) y mixtos (vinculan lo teórico y lo observable con base empírica) que presentan una propuesta mediante deducciones lógicas derivadas del segundo nivel.
 No obstante, Klimovsky (1997) reconoce dificultades para dar cuenta del proceso para derivar hipótesis creativas por deducción. Los estudios epistemológicos han expuesto históricamente como formas privilegiadas de inferencia la deducción e inducción, salvo unos pocos autores que han dado lugar a la abducción y la analogía. (Samaja 2004:55), entre ellos Gregory Bateson.
La revalorización que realiza Juan Samaja (2004)  de lo que Charles Peirce introduce bajo la figura de la inferencia abductiva o "inferencia de hipótesis" constituye un valioso aporte de la epistemología a la metodología de investigación donde “la combinación de la abducción con la analogía nos remite a un proceso en donde se van construyendo las teorías científicas” (Samaja 2004: 142). Peirce definió la abducción como una forma particular de inferencia que deriva en hipótesis. Tales hipótesis no se infieren inductivamente de la observación y la adición de observaciones particulares, sino mediante el descubrimiento de que un cierto patrón (o pauta observable en los hechos) resulta análogo a un patrón general, inteligible como pauta ideal (Samaja 2004: 87,125).

 Como Samaja reconoce el valor lógico de la inferencia abductiva y los principios de la TGS admiten el reemplazo de elementos una vez salvada su correspondencia lógica, en la Tabla 1 se incorpora la abducción como forma particular de inferencia que deriva en hipótesis creativas.
La construcción de un modelo que presenta isomorfismo lógico y combina la abducción y la analogía entre dos sistemas teóricos diferentes de forma tal que introduce cambios en el sentido de la trayectoria para perseguir el descubrimiento de una pauta observable en los hechos que resulte análoga a una pauta inteligible como ideal, se presenta atendiendo a la necesidad de integrar los aportes conceptuales realizados por Gregory Bateson.
 Un Bateson, dos sistemas        
Muchas de las dificultades para dilucidar los rodeos del pensamiento batesoniano se deben a un nudo gordiano cuya resolución sólo puede darse con un corte limpio entre dos modos de ver el mundo.
La propuesta de elaborar dos estructuras lógicas contando con los elementos conceptuales elaborados por el mismo científico, toma como punto de partida sus intereses vinculados con la biología primero y con la antropología después de su encuentro con A. Haddon. (Korsbaek 2012) Bateson mismo mencionó el nudo de su búsqueda transdisciplinar durante el simposio de Antropología realizado en Boston en febrero de 1976.
“En antropología traté de aplicar los tipos de pensamiento que me habían parecido más interesantes en biología…  morfogénesis y genética” (Bateson 1991b:135).  

Dando muestras de honestidad intelectual, en su ponencia comparte las circunstancias y el entorno de sus reflexiones constantes para descubrir analogías entre niveles formales:
“El término Cismogénesis  (referido a ciertos patrones en los procesos sociales de integración-diferenciación presentados en Naven)  indica la idea de un cambio evolutivo para expresar la idea de un cambio en una determinada dirección....(Durante) mi segundo viaje a Nueva Guinea … me llevó algunos años desarrollar la relación que hay entre el carácter de las personas y la configuración de culturas" que culminó con la publicación de Naven en 1936 (Bateson  1958) y sus novedosas categorías (Bateson 1991:b 136, Figura 2).
La década de 1940 le resultó muy estimulante:

“En lo personal representó un paso importante la formulación de la teoría del deuteroaprendizaje”.Después de la guerra participó en las reuniones cibernéticas de Macy para desarrollar las ideas de Norbert Wiener en 1948 (Wiener 1985) en un ambiente intelectual donde según sus propias palabras “teníamos la cabeza llena de ideas sobre retroalimentación y mecanismos teleológicos” (Bateson 1991b: 136,137).

 Sus expresiones muestran claramente un movimiento reflexivo pendular entre el abordaje de los fenómenos adaptativos de la conducta con métodos propios de la biología (o de las ciencias naturales) y otro sobre los modos de comunicación, con métodos propios de la antropología (o de las ciencias sociales) de modo tal que la analogía introduce en el sistema de inferencias de hipótesis un factor decisivo. Al respecto, Samaja sostiene que las hipótesis no surgen de inspiraciones irracionales ni de meras observaciones, sino de los modelos que la praxis social va creando en el transcurso de la historia. A partir de esas representaciones previas que funcionan como modelos se construyen las preguntas y las respuestas rectoras del trabajo científico (Samaja 2004:142).
 Por tanto, la construcción de dos estructuras teóricas basadas en el pensamiento del mismo autor, (a las que denomino Niveles de aprendizaje y Niveles de comunicación) atienden los   términos proporcionados en dos de sus más conocidas publicaciones (1942 y 1954) organizados según los niveles lógicos que corresponden a toda teoría científica.
 Niveles de aprendizaje
La elaboración de la estructura de aprendizaje adaptativo considera la jerarquía de niveles de aprendizaje presentada en “La planificación social y el concepto de deuteroaprendizaje” en un trabajo presentado originalmente en 1942 y posteriormente compilado por su autor. (Bateson 1991a:190-199).
La elaboración de las categorías tiene su fundamento en estudios experimentales de recompensa y castigo realizados con métodos de las ciencias naturales.
El modelo topológico (Tabla 2) busca reproducir la correspondencia entre el concepto que Bateson denomina “proto-aprendizaje” (Bateson 1991a: 190,195) con aquel primer nivel que describe la percepción primaria de experiencias diferentes compartida con el perro de Pavlov.
 Bateson denomina el segundo nivel de adaptación al entorno con el término “deutero-aprendizaje” (Bateson 1991a: 194,195). El término es insertado en la Tabla 2 para describir el modo en que un individuo aprehende las diferencias entre situaciones en las que se encuentra (situación a / situación no-a).  El concepto de “aprehensión” fue introducido por W. Köhler para definir el proceso mediante el cual un animal adapta su conducta al entorno, donde tal conducta guarda dependencia de la situación inmediata y no de representaciones (Vigotsky 1931: 49-53). La percepción retrospectiva deriva en un condicionamiento de la conducta que corresponde a una situación dada.
Si bien en su trabajo de 1942 no lo explícita, en textos posteriores propone un tercer nivel de abstracción en el que el individuo imagina la posibilidad de una conducta diferente, característica humana que implica tanto la creatividad como la posibilidad de desaprender el condicionamiento adquirido. Es el nivel donde un individuo puede liberarse del “doble vinculo” patológico.

En la ponencia de 1959, “Requisitos mínimos para una teoría de la esquizofrenia” (Bateson 1991a:273-299) Bateson considera al doble vínculo como conducta patológica aprendida, y por lo tanto con posibilidad de dejar de serlo. Para fundamentarlo reitera los niveles de aprendizaje primero y segundo presentados en 1942, añadiendo aquí un tercer nivel que propicia cambios sobre la conducta aprendida, “aprendizaje de tercer orden” (Bateson 1991a: 278) o Neo-aprendizaje. Si bien el término Neo-aprendizaje no aparece en los escritos de Bateson, resulta una derivación adecuada para su propuesta sobre desaprender lo aprendido observada en la liberación del doble vínculo como consecuencia de cambios profundos en la conducta.
Una vez considerado esto, la tabla correspondiente organiza estos aspectos con el propósito de presentar lo que he denominado niveles de aprendizaje, o conducta adaptativa en una jerarquía lógica tal que distinga a su vez entre conductas dadas y conductas posibles.

Niveles de comunicación
A continuación, se presentan los conceptos batesonianos que servirán a los efectos de presentar una jerarquía lógica de los niveles de comunicación humana, basado en su conocido trabajo de 1954 “Una teoría del juego y la fantasía” (Bateson 1991a:205-217). Se recuerda que, mientras los Niveles de aprendizaje presentados en la tabla 2 consideran enunciados provenientes de las ciencias naturales, esta estructura se fundamenta en enunciados de las ciencias sociales. La articulación sistémica de estructuras provenientes de disciplinas metodológicamente diferentes para abordar “los mecanismos mentales empleados para pensar y actuar en tanto miembro de una comunidad” define el campo de la Antropología Cognitiva según Augé y Colleyin. (2005:51)
 La riqueza conceptual que presentó en unas pocas páginas, particularmente su noción de marco de referencia generó una efervescencia intelectual de tal carácter que dieron lugar, entre otros, al desarrollo del concepto de Frame del sociólogo Erwin Goffman (1974), así como los estudios sobre gestualidad humana del antropólogo Ray Birdwhistell, quien publicó Introduction to kinesics en 1952 (Birdwhistell 1972). Otro antropólogo impulsado por Bateson fue Edward Hall, dedicado al análisis de la dimensión cultural del espacio discutiendo su carácter de categoría universal, como muestra su trabajo de 1959, The silent language (Hall 1989).
En el artículo de 1954 Bateson describe los siguientes niveles de comunicación humana:
El primer nivel corresponde al de los mensajes básicos, tanto emitidos como recibidos. Desde el punto de vista cognitivo y recordando el postulado de Bateson de que conocemos a partir de las diferencias, en lugar de mensaje a y mensaje b, presento un mensaje A y otro no-A, para indicar el nivel más básico de percepción de lo diferente (Bateson 1991a:207). Todo mensaje primario remite a los datos de la experiencia sobre los que todo individuo (desde el perro de Pavlov hasta nosotros) realiza una selección perceptiva entre fondo y figura. Esta selección es la que permite “aprender desde las diferencias”.

El carácter binario del nivel básico de comunicación permite considerar también como elementos reemplazables el lenguaje verbal y corporal, así como oralidad y  escritura, en tanto tipos de soportes para todo mensaje básico percibido. Al respecto, Considero que muchas de las dificultades que surgieron en el grupo de Palo Alto al tratar de sistematizar las propuestas de Bateson para las prácticas de lo que se denominó pragmática de la comunicación humana se debieron a que la clasificación general unívoca entre mensajes de tipo analógico y digital propuesta por Paul Watzlawick, además de resultar inadecuada, no tuvo en cuenta la continua  preocupación batesoniana por la percepción de las diferencias como modo de estar en el mundo. (Watzlawick y otros 1967, Salvetti 2015).
Entre los enunciados del segundo nivel, se encuentran dos conceptos de gran riqueza, como su mención de reglas metalinguisticas. El metalenguaje supone una reflexión acerca del lenguaje, un nivel de inferencia sobre lo empírico, del que emerge el marco de referencia cuyo propósito es distinguir entre un fondo-figura dado como elemento para interpretar adecuadamente un mensaje.
Es importante destacar que Bateson mismo define su concepto de marco (“frame”) como elemento que permite la interpretación de mensajes ya dados, lo que introduce un factor crucial para utilizar el concepto de modo adecuado (Bateson 1991a: 209, 216, 217).
El tercer nivel de abstracción es el correspondiente al nivel metacomunicativo, definido como “aquel mediante el cual un individuo advierte la posibilidad de comunicarse en una multiplicidad de niveles” (Bateson 1991a: 207). Es el nivel de los mensajes posibles, (obviamente no dados) y, por lo tanto, creativos.
Estos conceptos se organizan topológicamente en la Tabla 3
Articulación sistémica de elementos
La presentación de dos estructuras analíticas isomorfas, diferenciadas y con idéntica jerarquía lógico-lineal, responde al primero de los requisitos de la TGS (Figura 3)                 El pensamiento de Bateson  permite su abordaje a condición de distinguir dos sistemas teóricos diferenciados primero, para articularlos  sistémicamente después, donde los conceptos de feedback  y comportamiento emergente  permiten visualizar  el sentido no-lineal de las reflexiones batesonianas. El concepto de feedback remite al sentido de las interacciones entre los sistemas, donde los efectos de uno pasan a formar parte de las causas del otro. El concepto de comportamiento emergente, para denominar a estos efectos cruciales, enfatizan el carácter no sumatorio de dichos efectos que resultan de la interacción entre sistemas contingentes (Reynoso 1998, 2006, Salvetti 2013).

El modelo presentado en la Tabla 4 como “Mariposa de Bateson” distingue:
a)      El sentido no lineal de la trayectoria entre sistemas diferenciados (Sistema A afecta y es afectado por B).  Además de no-lineal y por tratarse de un flujo entre sistemas complementarios, es definido como flujo no-dialéctico, concepto crucial que introduce la emergencia de fenómenos contingentes particulares.
b)      En el modelo presentado el flujo entre sistemas adopta la forma de espiral,  donde la imagen de cada vuelta de hélice representa el impulso que resulta de la atracción a un conjunto abierto de condiciones  iniciales, también conocido como “cuenca de atracción” (Lorenz 1963). Muchos autores han empleado la imagen de la espiral para expresar de manera más rica el movimiento del desarrollo del conocimiento humano. Quizás la formulación más conocida sea la expresada por Lenin (1986): “El conocimiento no sigue una línea recta, sino una curva que se aproxima infinitamente a una serie de círculos, o una espiral” (ver Samaja 2004:214).
c)       El flujo entre sistemas introduce la emergencia del Marco de referencia particular en el nivel de lo dado en tanto elemento que enmarca la conducta adecuada que distingue fondo–figura de una situación particular dada.
d)      La Metapauta de cambio, emerge desde el nivel lógico de lo posible, en tanto introduce elementos novedosos que retroalimentan el sistema general y representa el factor crucial de transformación a largo plazo.
Considerar al marco y la metapauta batesonianos como emergentes (efectos que afectan y son afectados sistémicamente) describe lo siguiente:
a)       El marco batesoniano (que distingue fondo y figura percibidos) emerge del segundo nivel de aprendizaje que afecta y es afectado por el segundo nivel de comunicación, emergencia que representa el condicionamiento particular de la conducta a una situación dada.
b)      La metapauta batesoniana (en tanto emergente del tercer nivel de aprendizaje) introduce la posibilidad de desaprender lo aprendido como respuesta consecuente a todo mensaje novedoso proveniente del tercer nivel comunicativo. Se recuerda que Bateson y Bateson (1989) ubican aquí la liberación del doble vínculo patológico, la conversión religiosa, y cualquier otro cambio profundo en la conducta para desaprender lo aprendido.

Cabe concluir consignando la aclaración de que mientras el marco de referencia ocurre en toda situación de interacción, la metapauta, no siempre ocurre
                                          
El relevamiento de los conceptos presentados por Gregory Bateson sobre una ecología de la mente para representarlos topológicamente conduce a la siguiente propuesta:
Este modelo de “ecología de la mente” cuyo sentido fluye en espiral entre sistemas teóricos diferenciados, jerárquicos y lógicamente isomorfos donde cada sistema define el conjunto al que todas las trayectorias vecinas convergen como resultado de la atracción  a un conjunto abierto de condiciones iniciales, de tal modo que cada vuelta de hélice representa el impulso que resulta de tal atracción para la emergencia de fenómenos particulares tendientes a la emergencia de la metapauta de cambio que retroalimente el sistema total, es dado a conocer como la “Mariposa de Bateson”    
Aplicación de la “Mariposa de Bateson” sobre un caso particular
La pertinencia antropológica para analizar los procesos de identidad grupal y los valores que se ponen en juego durante procesos de interacción enmarcados por políticas culturales, impulsaron el seguimiento de la respuesta comunitaria al programa impulsado por la UNESCO desde 2002 para reconocimiento de la diversidad cultural.
La “Declaración Universal sobre la Diversidad Cultural”, fue presentada por la UNESCO en 2002 como “un paradigma nuevo” en respuesta a los fundamentalismos que sacudieron al mundo tras el atentado contra las Torres Gemelas de Nueva York. Esta declaración “eleva la diversidad cultural a la categoría de patrimonio común de la humanidad” y uno de sus objetivos trazados consistió en “elaborar políticas culturales que promuevan los principios inscritos en la presente declaración” (Salvetti 2013).
En este marco de inclusión y respeto a las autonomías locales, durante 2002 la Administración de Parques Nacionales de la Argentina, elevó el proyecto conocido como  MRC (Manejo de Recursos Culturales)  que consistía en una estrategia para difundir y poner en práctica el cuidado comunitario del Patrimonio Natural y Cultural mediante Talleres Participativos (Molinari y Ferraro 2005).
El Proyecto “Gestión de Patrimonio Cultural y Natural en la Comunidad de Puelches: conservación y desarrollo” se originó en octubre de 2002 con la firma de un convenio de intercambio y cooperación entre el municipio de Puelches y distintas instituciones y organismos públicos.
Estos talleres realizados en diversos puntos del país alcanzaron resultados disímiles según la realidad local (Ferraro 2009) Uno tras otro los talleres participativos se fueron descontinuando, aunque el registro de Actas reveló que los talleres convocados en la localidad de Puelches, provincia de La Pampa se extendieron durante diez años. Vale aclarar que, el programa de talleres para el Manejo de Recursos Culturales tenía como prioridad que las comunidades desarrollara una “una identificación con su patrimonio y a partir de allí, ordenar y planificar su aprovechamiento sustentable”, el registro de las Actas entre 2002-2012 revela que la comunidad de Puelches se volcó a priorizar el desarrollo sustentable del pueblo mismo – invirtiendo el orden de la propuesta inicial- y a partir de allí ir recuperando de manera lenta y gradual la identificación local con el patrimonio que simboliza el Parque Nacional Lihue Calel.
 No obstante, ¿Sería posible rastrear los factores diferenciales que contribuyeron al éxito?
Luego de una lectura comparativa de las Actas provenientes de talleres de diferentes puntos del país, se pudo encontrar un factor diferencial inscripto en las actas del primer taller participativo realizado en Puelches durante diciembre de 2002, a pesar del pesimismo reinante. El Diagnóstico de Situación presentado al inicio, enumeraba varios problemas que había que atender para lograr el desarrollo sustentable del lugar. Entre los problemas se alistaban: Alto nivel de necesidades básicas insatisfechas (40%), crítica disponibilidad de agua (por desvío fluvial hacia canales de riego mendocinos), actividad familiar de subsistencia, alta deserción escolar, envejecimiento poblacional por éxodo de jóvenes y falta de oportunidades laborales vinculadas al desconocimiento de los recursos naturales y culturales del lugar. La lectura más detallada de los documentos disponibles revelaría que la localidad fue construida como un sitio que se abandona a sí mismo, donde los organismos oficiales no reconocen responsabilidad alguna en producir las condiciones materiales de desertificación. (Tarquini y otros 2009).
En medio de un panorama tan poco prometedor, las Actas registran una breve frase “El cronograma de actividades debió ser alterado ya que se presentaron antiguos habitantes de la localidad para compartir sus memorias.”
El registro dedica entonces varias páginas a describir los relatos vertidos durante la segunda jornada por parte de quienes forjaron lazos emocionales con el lugar lo suficientemente fuertes como para compartir sus recuerdos vinculados con la localidad de Puelches. La lectura remite al intercambio oral de recuerdos positivos y al modo en que los lugareños se recuerdan a sí mismos y su propia historia.
Al día siguiente y último del taller, se procedió a la selección formal de las actividades específicas a desarrollar durante el período previo a la realización del siguiente taller. El registro de Actas de los talleres participativos 2002-2012 permite el seguimiento de acciones para desarrollo sustentable local, así como el cumplimiento efectivo de las propuestas iniciales. Además de mejoras en luminarias y pavimento, se dejó constancia de la parquización de espacios públicos, campañas de forestación y riego, creación de un centro cultural para realizar cursos en la antigua Capilla, y muchas otras propuestas más. Cabe destacar las implicancias de la promoción del turismo local al Parque Nacional Lihue Calel y las lagunas adyacentes al poblado mediante el armado de paquetes con safari fotográfico y cabalgatas. Se consiguió difundir el monolito de Puelches como centro geográfico de la Argentina, instalado en 1978. Se trataba de la recuperación de recursos naturales y culturales que habían pasado desapercibidos antes de los talleres y cuya promoción favoreció la llegada de inesperados contingentes de jóvenes mochileros a una localidad a la que el diagnóstico de situación inicial había descripto con envejecimiento poblacional por éxodo de jóvenes

En la lista aparece en primer término: “Realización de un Museo en la antigua Capilla. Como tarea se estableció la elaboración de un proyecto y su consecuente presupuesto.”
Diez años después, en mayo de 2012 fue inaugurado el Museo “Tierra de Recuerdos” (Figura 4).
La hipótesis presentada sostuvo que el cambio en la condición inicialdel sentido de la trayectoria interactiva de la comunidad en tanto sistema social, resultó impulsado en un contexto de revalorización patrimonial por ejercicios orales de memoria donde la puesta en común de emociones permitió la emergencia de cambios en la memoria grupal.
Esta propuesta supone que la puesta en común de las emociones vinculadas a un espacio, constituyó el factor determinante para propiciar cambios a nivel metacomunicativo sobre las referencias espacio-temporales en tanto categorías socialmente construidas que admiten un seguimiento adecuado.
Incorporar al modelo sistémico la percepción de las emociones como factor necesario en todo proceso cognitivo exitoso requirió de su adecuada justificación a partir de los resultados obtenidos por el neurofisiólogo portugués Antonio Damasio (1999). Los datos obtenidos como resultado de sus largos años de investigación clínica le permitieron la incorporación válida de emociones y sentimientos como factor que contribuye a decisiones exitosas para la supervivencia de un grupo.
Su concepto de marcador somático    permite dar cuenta de conductas que tradicionalmente habían sido abordadas sin tomar en cuenta lo emocional, como ha sido el caso de conductas anticipatorias, o conductas morales como la fuerza de voluntad en contextos antagónicos. Tal marcador somático remite a las marcas fisiológicas que toda experiencia deja en el cuerpo y condicionan la conducta cotidiana en el momento de advertir las consecuencias de ciertas decisiones. Damasio (1999) clasifica tales marcas como negativas (marcador somático negativo) cuando advertimos que cierto proceder remite a recuerdos dolorosos que se evitan repetir, o positivas (marcador somático positivo) cuando remiten a recuerdos placenteros. El concepto de marcador somático ofrece un parámetro para la observación tanto sobre conductas evitativas como de aquellas conducentes al cambio y transformación social

El concepto marcador somático, que otorga status cognitivo a las emociones, permitió integrarlas en la estructura de niveles de aprendizaje adaptativo como factor diferencial que introduce cambios observables en la conducta.

La propuesta inicial de ocupar el espacio de la vieja Capilla para un Museo, resulta entonces sumamente significativa.  El reacondicionamiento de sectores de la deshabitada Iglesia para la producción y exposición de artesanías indígenas, implicó la movilización de las referencias espaciales socialmente construidas, materializadas en la reapropiación simbólica de un espacio colonizador, para revalorizar tanto la presencia permanente como los rasgos autóctonos locales, expresados en las artesanías expuestas. Las artesanías espacialmente dispuestas, muestran la resistencia al doble sentido que atraviesa el histórico discurso oficial pampeano que “afirma al indio al tiempo que lo niega” (ver Curtoni 2004).
Tal como puede observarse en el diagrama correspondiente, el modelo “Mariposa de Bateson” aplicado a un caso particular (Tabla 5) permite la sustitución de elementos con datos provenientes de diferentes disciplinas (historia, ciencias políticas, ciencias de la conducta, ciencias de la comunicación, neurociencias, entre otras) a condición de respetar su correspondencia lógica.
La modelización consigue así “un grado ligeramente más elevado de abstracción y generalización” en el seguimiento e interpretación de los insustituibles datos de campo mencionados (Bateson 1991a:189). Formalmente, si bien la organización topológica de la “Mariposa de Bateson” confiere validez a los datos de campo, nada impide que una vez concluido el modelado visual, se proceda a la descripción escrita que fundamente los términos y sentido de la trayectoria de los elementos en interacción.
Conclusiones
La propuesta de ubicar el momento de cambio inicial que introduce grandes transformaciones, condujo al pensamiento de Gregory Bateson, y representó el desafío de articular sus ideas en un modelo de baja complejidad que permitiera su aplicación sobre un caso particular.
En esta ocasión se buscó vincular de forma sistémica y transdisciplinar tanto las ciencias naturales como las sociales definitoria para la Antropología Cognitiva según Augé  y Colleyin (2005),  en un abordaje donde se halla implícita  la pregunta batesoniana por “la pauta que conecta” todo fenómeno viviente como hilo conductor.
El carácter constructivista, cualitativo, y de investigación aplicada de este trabajo para el seguimiento y modelización de los conceptos se valió de la topología como forma de representación válida para la realización de la denominada “Mariposa de Bateson”.
La modelización topológica permitió la incorporación de elementos que remiten al   original pensamiento batesoniano, tales como su búsqueda constante de analogías subyacentes entre diferentes fenómenos y niveles formales, en una combinación de analogía con abducción.  La incorporación al análisis de la inferencia abductiva o inferencia de hipótesis descripta por Juan Samaja nos remite al proceso donde se construyen las teorías científicas.
La revalorización que realiza Samaja de la abducción de Peirce como una forma particular de inferencia que deriva en hipótesis, implica que tales hipótesis no se infieren inductivamente de la observación y la adición de observaciones particulares, sino mediante el descubrimiento de que un cierto patrón (o pauta observable en los hechos) resulta análogo a un patrón general, inteligible como pauta ideal.
Otro elemento batesoniano incorporado en la modelización fue la imagen en espiral para describir el sentido de la trayectoria que resulta impulsada por las diferencias entre sistemas. La forma en espiral en una modelización de “ecología de la mente” atiende al movimiento que sigue el conocimiento humano donde la imagen de cada vuelta de hélice representa el impulso que resulta de la atracción a un conjunto abierto de condiciones iniciales, también conocido como “cuenca de atracción”.
La Mariposa de Bateson presenta entonces un sentido que fluye en espiral entre sistemas teóricos diferenciados, jerárquicos y lógicamente isomorfos donde cada sistema define el conjunto al que todas las trayectorias vecinas convergen como resultado de la atracción a un conjunto abierto de condiciones iniciales. Cada vuelta de hélice representa el impulso que resulta de tal atracción para la emergencia de fenómenos particulares tendientes a la emergencia de la metapauta de cambio que retroalimente el sistema total. 
Espero que estas reflexiones fortalezcan el puente entre disciplinas metodológicamente diferentes, y acorten distancias en el abordaje sobre distintas problemáticas de clara pertinencia   antropológica, tales como los fenómenos de Memoria e Identidad, o Memoria y Silencios.
Pero es la recuperación del avanzado pensamiento de “Bateson según Bateson” la que hizo posible esta articulación, y la que ofrece un bagaje teórico que permite fortalecer la identidad misma de una disciplina cuyo objeto de estudio es curiosamente cuestionado de forma continua hacia el interior de los claustros, por parte de profesionales públicamente vinculados con la recuperación de la Memoria y la Identidad.

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[1] La imagen del Atractor de Lorenz (Figura 1) ejecutada en Chaos for Java pertenece a Carlos Reynoso (2006:180).

[2] La modelización topológica de todas las tablas presentadas aquí fue realizada por la autora de forma manual utilizando el programa Microsoft Office PowerPoint 2007, y cuentan con derechos reservados. Se permite a terceros utilizar lo publicado siempre que mencionen la autoría del trabajo y la primera publicación en esta revista.