Hola
amigos. En esta oportunidad tengo el placer de compartir en línea el fruto de
mis desvelos durante los últimos años. Se trata del modelo defendido en mi
Tesis hace tiempo, cuya reelaboración fuera aceptada recientemente luego de la
correspondiente evaluación académica como corresponde a toda revista con
referato.
El
artículo en cuestión ha sido aceptado para su publicación en la prestigiosa
revista académica Cuadernos de
Antropología Social, de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad
de Buenos Aires.
Hasta
su publicación definitiva en papel, comparto con ustedes una versión en línea del
texto aceptado.
Entradas relacionadas:
Tesis Licenciatura 2013
Palo Alto 1949-1959: La "Universidad Invisibilizada"
Advertencia para
copiones: El material presentado a continuación
cuenta con algunos derechos reservados. Es decir, se puede acceder al material,
siempre que recuerden citar a la autora y como fuente primaria de publicación a
Cuadernos de Antropología Social, FFyL
(UBA) En prensa.
Que
lo disfruten!!!
“La Mariposa de Bateson”:
Seguimiento observable
de factores emergentes para continuidad y cambio social (*)
Por
Vivina Perla Salvetti (**)
Los
ensayos, esparcidos a lo largo de más de treinta y cinco años, se combinan
para proponer una nueva manera de pensar sobre las ideas…. A esta manera de pensar la llamo la "ecología
de la mente"… Es una ciencia que no existe aún como cuerpo organizado
de teorías o conocimientos.
Gregory Bateson, Pasos hacia una ecología de la mente, Introducc
Resumen
|
El modelo mariposa inspirado en la “ecología de la mente” de
Gregory Bateson recupera la tradición antropológica sobre relevamiento
visual de datos de campo iniciada en
1898 para responder a la Teoría General de Sistemas propuesta por Ludwig von Bertalanffy y sus principios de isomorfismo y
jerarquía lógica entre sistemas diferenciados como requisito para el análisis
transdisciplinar de los fenómenos.
El flujo en espiral de carácter no-dialéctico
entre sistemas complementarios donde cada vuelta de hélice representa el
impulso que resulta de la atracción a un conjunto abierto de condiciones iniciales, introduce la emergencia de
fenómenos particulares tendientes a la metapauta de cambio que retroalimenta el
sistema total.
La modelización topológica admite el
reemplazo de elementos una vez salvada su correspondencia lógica, y se presenta
como herramienta operativa para abordar fenómenos sociales de estabilidad y
cambio.
Palabras clave: Efecto mariposa, modelizacion topológica,
isomorfismo lógico, flujo no dialéctico,
(*) Artículo aceptado
para publicación en Cuadernos de Antropología Social. FFyL (UBA) (**) Vivina Perla Salvetti, es Licenciada en Ciencias
Antropológicas con orientación sociocultural por la Universidad de Buenos Aires (UBA). Los conceptos
vertidos en este trabajo constituyen una reelaboración para difusión académica
del modelo original elaborado para su Tesis defendida en noviembre de 2013. Fecha de realización: marzo 2015. Fecha de entrega: abril 2015.
Introducción
Toda aventura del conocimiento implica
superar diferentes desafíos, como la propuesta de realizar un modelo sistémico
general inspirado en los aportes de Gregory Bateson que permita sostener cómo
un pequeño cambio puede producir grandes
transformaciones a largo plazo, proceso conocido como “efecto mariposa”, expresión derivada del atractor de Lorenz (Figura
1).
El matemático francés Henry Poincaré
(1854-1912) había expresado que “pequeñas diferencias en las condiciones
iniciales pueden producir grandes diferencias en el fenómeno final” (Poincaré
1963).
Años más tarde, el meteorólogo Edward Lorenz
se dio cuenta que la mayoría de los fenómenos involucrados en la predicción del
tiempo meteorológico son de naturaleza no lineal y describió por primera vez
mediante el uso de la computadora tal dependencia sensitiva a las condiciones
iniciales. Cabe señalar que previamente, los problemas vinculados con ecuaciones
diferenciales no lineales se resolvían linealizándolos. (Madrid Casado 2010).
En 1961, utilizando su computador para simulación numérica, Lorenz accidentalmente
ingresó como dato una pequeña variación inicial que arrojó
groseras diferencias en los patrones de comportamiento de las variables
climáticas. Lorenz publicó lo que había
descubierto en una revista meteorológica (Lorenz 1963). Su estudio aportó mucha información
matemática, ya que resultó el primer
sistema tridimensional autónomo en el cual se encontró un atractor caótico, término que define el
conjunto al que todas las trayectorias vecinas convergen como resultado de la
atracción a un conjunto abierto de condiciones iniciales, o cuenca de
atracción. Esta ecuación diferencial no
lineal con dependencia sensitiva a las condiciones iniciales llegó a ser
conocida como la “Mariposa de Lorenz” cuyo aleteo introdujo una sacudida
caótica en los cimientos de la predictibilidad científica como paradigma
largamente instalado. (Buitrago Puentes 2010, Madrid Casado 2008).
Una vez aclaradas las circunstancias
que hicieron conocida a la Mariposa de Lorenz, pasaré a explicitar cómo se
vincula con los conceptos de Gregory Bateson. El desafío de presentar un modelo
inspirado en sus conceptos nodales, al que he denominado “Mariposa de Bateson” requiere
en principio desentrañar el sentido último de los conceptos presentados como ecología de la mente:
La
ecología de la mente es una nueva manera de pensar sobre la naturaleza del orden…
un cuerpo unificado de teoría tan global que arroja luz sobre todas las esferas
particulares de la biología y las ciencias de la conducta… Es
interdisciplinario… en el sentido que descubre pautas comunes a muchas
disciplinas. (Bateson 1991b:19).
Esta propuesta sobre ecología de la
mente que admite las particularidades de su carácter sistémico, justifica
entonces la adecuación de los conceptos de Gregory Bateson a los principios de la Teoría General de
Sistemas (en adelante TGS) para lo cual se presenta una breve introducción de
la TGS y los principios rectores de su propuesta transdisciplinar en términos de su autor, Ludwig von Bertalanffy.
El proyecto de modelización, en tanto
guiado por los aportes teóricos de Gregory Bateson admite su carácter
constructivista, cualitativo, y de investigación aplicada que se vale de
recursos topológicos como forma de representación adecuada para traducir los
términos de Bateson al ámbito de su correspondiente visualización conceptual (Bateson
1991a:15).
Pertinencia antropológica sobre el
registro de documentos visuales
Antecedentes
En este punto es necesario defender la
pertinencia antropológica respecto de organizar datos de campo de un modo que
se aleja sustancialmente de las etnografías tradicionales, dado que el relevamiento y organización visual de los datos cuenta con antecedentes que se
remontan a la Expedición antropológica de Cambridge de 1898 (Guber 2001,
Reynoso 2004).
El carácter
pionero de esta expedición impulsó la elaboración y desarrollo de herramientas conceptuales
fundamentales para la antropología, (por ejemplo, el uso pionero de películas y
grabaciones en cera para registrar los datos obtenidos en el trabajo de campo)
requirió la implementación de instrumentos innovadores para la toma de
datos como lo atestigua el uso de la
cámara a poco de ser inventada y el método
genealógico diseñado por W.H.R.Rivers que organizaba visualmente los datos
obtenidos en el campo. (Korsbaek 2014, Rivers 1910)
Tal como describe Reynoso (2004), los
primeros films etnográficos fueron realizados por Alfred Haddon en 1898, aptos
todavía para su exhibición, aunque han pasado más de 100 años. Relegados
durante décadas en los depósitos de Cambridge, no fueron exhibidos en su día,
quizás debido a la ausencia de un marco teórico que justificara su validez.
Hubo que esperar varias décadas hasta que los antropólogos recuperaron el
empleo del registro visual y auditivo como valiosa fuente primaria de datos,
tal como hiciera Bateson primero en Bali y posteriormente en Palo Alto entre
1949 y 1959 (Salvetti 2015).
Así, la
organización visual de datos de campo, válida por sí misma como método
descriptivo no constituye una novedad de la antropología actual.
No obstante,
la organización visual de los datos de campo suele generar sospechas entre los
amantes de las descripciones clásicas que resultan de la observación
participante en territorios lejanos, para quienes un antropólogo se define básicamente por la producción de Etnografías a
partir de las notas de campo con datos cuidadosamente registrados en la libreta
correspondiente y luego vertidos en un texto. Esta mirada que identifica a las
Etnografías escritas como la “marca registrada” de la antropología, se remonta
a los días de Malinowsky. Esto nos permite entender por qué los registros visuales y auditivos
realizados durante la mítica Expedición de 1898 permanecieron intactos en los
depósitos mientras avanzaba la hegemonía del funcionalismo británico, corriente
que cimentaba la autoridad del antropólogo profesional para seleccionar de su
libreta los datos relevantes a ser volcados linealmente en el texto escrito
(Stocking 1993). Los cuestionamientos a la objetividad del antropólogo como
autor textual en el seno de la antropología postmoderna a fines de 1970,
exceden los propósitos de este trabajo.
Como aporte
al debate en torno a las etnografías como único objeto, resultan clarificadores
los aportes tanto de Elsie Rockwell como de Gregory Bateson:
De hecho, se tiende a
pensar en la etnografía sólo como el trabajo de campo… los registros de
campo sólo son útiles en el proceso de construcción de conocimiento si se
integran en un análisis cualitativo y a la vez exhaustivo. (Rockwell 2009:48,
50, 65)
En cualquier caso, lo que interesa al antropólogo no es la
mera descripción sino un grado
ligeramente más elevado de abstracción, un grado más amplio de
generalización. Su primera tarea consiste en reunir minuciosamente masas de observaciones concretas de la vida
de los nativos, pero el paso siguiente supone no un simple resumen de tales
datos sino interpretar los datos en un
nivel abstracto que trascienda (tales datos). El antropólogo debe poder inventar un vocabulario más abstracto con
cuyos términos (logre describir) por igual la propia cultura y la de los
nativos. (Bateson 1991a:189)
Queda claro
entonces que los mismos datos de campo constituyen el material básico
para elaborar un texto etnográfico o un modelado visual. Tanto uno como otro
resultan válidos en la medida que permiten la integración de los datos de campo
en procura de un análisis cualitativo y a la vez exhaustivo.
Teoría
General de los Sistemas ¿nuevo paradigma?
En el libro Teoría General de Sistemas presentado en 1968, el biólogo Ludwig
von Bertalanffy recuerda que las diferencias de comportamiento entre elementos
abordados de modo aislado y el mismo fenómeno en intercambio con otros que daba
lugar a efectos no previstos fue lo que impulsó las reflexiones de la TGS.
Se reconocen dos maneras de
introducirse en el campo de los sistemas complejos:
a)
Aceptar alguno
de los modelos formales disponibles
de sistema y derivar rigurosamente la teoría consiguiente. Los sistemas
complejos considerados aquí se caracterizan por describir formalmente los fenómenos mediante caracteres matemáticos, ya
fueren cuantitativos (mediante ecuaciones diferenciales no lineales) o
cualitativos (uso de grafos topológicos) que atienden a la “dimensión visual” de los fenómenos a describir. Quedan excluidos
por tanto aquellos abordajes que reflexionan sobre la complejidad, pero carecen
de modelos matemáticos formales para su representación visual, tales como las
propuestas de Edgar Morin o Humberto Maturana (Reynoso 1998). La complejidad
reducida a la “dimensión discursiva”
(Reynoso 2006:113), conduce a degradar (o “linealizar”) las ricas dimensiones
conceptuales del carácter múltiple que ofrecen ciertos fenómenos.
b)
La segunda
opción -recomendada por Bertalanffy- consiste en aplicar los principios de la TGS
para abordar un mismo problema
observado por distintas disciplinas.
Semejante procedimiento “no presenta una exposición rigurosa de la teoría y los
elementos dados serán reemplazables merced a la selección de ejemplos
ilustrativos”. De acuerdo con la recomendación del autor, esta opción no sólo
proporciona una visión panorámica del problema en cuestión, sino que atiende al
objetivo de la TGS sobre un modo transdisciplinar de pensar los fenómenos
(Bertalanffy 1989: XI y XII).
Estas líneas revelan en primer lugar, las
particularidades del enfoque metodológico de la TGS que la distinguen de otros
abordajes complejos y formales.
En disciplinas como la biología o las
ciencias sociales la ciencia clásica procuraba aislar los elementos del
universo observable con la esperanza de que volviéndolos a juntar conceptual o
experimentalmente resultaría el sistema o totalidad. La experiencia ha
demostrado que comprender requiere no sólo de los elementos sino de las
relaciones entre ellos (Bertalanffy 1989:XIII).
Con miras a resolver los problemas que
atañen al abordaje transdisciplinar por parte de disciplinas teórica o
metodológicamente diferentes, la Sociedad para la TGS se abocó desde sus
inicios a investigar los principios
lógicos de isomorfismo, diferenciación y
jerarquía lógica que permitan la transferencia de conocimiento entre diferentes estructuras teóricas: Esto requiere la exploración de los
numerosos sistemas de nuestro universo observado, de cuyo abordaje en conjunto
aparecen correspondencias o isomorfismos generales comunes a las observaciones
realizadas. Tal es el dominio de la
Teoría General de Sistemas. (Bertalanffy 1989: XIV).
La modelización topológica de los elementos
Sin embargo, el desarrollo de cualquier
investigación que procure atender a la “descripción
doble o múltiple” (Bateson 10991b:20) vinculada con la multicausalidad de
ciertos fenómenos, requiere de incorporar recursos que superen la descripción
lógico-lineal.
Es aquí en donde los modelos
topológicos colaboran de manera enormemente eficaz para alcanzar la
visualización conceptual de las reflexiones de Bateson.
Los modelos topológicos no son
necesariamente cuantitativos. Son recursos matemáticos que ofrecen modelos para
presentar con rigor el análisis de formas, estructuras, o patrones como atributos
cualitativos (Samaja 2004, Fernández
Castrillo 2006, Colle 2002).
La modelización topológica requiere
asignarle un significado a la ubicación espacial relativa de los elementos mediante
tablas y atender las relaciones entre ellos mediante flechas o vectores. Los
modelos topológicos vienen siendo utilizados desde hace tiempo para la
representación de taxonomías, la presentación de diagramas lógicos de árbol,
así como para la representación cartográfica del espacio real. Ubicando
cuidadosamente en un plano los elementos adecuados, la topología permite
representar la multicausalidad de ciertos fenómenos, así como las relaciones
entre ellos. (Routio 2007).
En todo esquema no-lineal las
correcciones en la ubicación de los elementos son parte intrínseca del proceso
de investigación. Por ejemplo, el modelo que Watson y Crick utilizaron para
describir la estructura del ADN se basa en representaciones moleculares
realizadas con alambre y cartón. Luego de varios intentos infructuosos
asociando bases igual-con-igual, Watson logró el posicionamiento correcto de
las bases complementarias. La eficacia del modelo permitía ensayar diferentes
modos de aparear los enlaces hasta conseguir el modo de estabilizar
espacialmente la estructura de doble hélice. Otros apareamientos de bases
tendían a desestabilizarla. Finalmente, todas las piezas del rompecabezas
terminaron maravillosamente en su lugar, y los científicos mencionados fueron
los primeros en admirar la elegancia con que la naturaleza había diseñado la
arquitectura molecular del código genético en forma de doble hélice (Piro 2014).
Por lo tanto, simplemente no hay reglas
para organizar topológicamente los elementos. (Colle 2002).
En las páginas que siguen, la
modelización topológica representa en cada una de las tablas, la visualización
de conceptos provenientes de diferentes estructuras teóricas, ubicados en distintos
niveles lógicos como paso previo a su articulación en un modelo general.
El modelo sistémico general “Mariposa
de Bateson” realizado conforme a los principios de la TGS, se encuentra
enmarcado con la silueta de una mariposa, ícono que remite a la ruptura epistemológica
que introdujo la “Mariposa de Lorenz” respecto a los factores de cambio en las
condiciones iniciales.
Principios
de isomorfismo, diferenciación y jerarquía lógica
Respecto a los principios de isomorfismo, diferenciación y jerarquía lógica que
tanta confusión han generado, Bertalanffy aclara en primer lugar que tal
isomorfismo no se establece entre el modelo y su objeto, o entre el modelo y la
realidad, sino que trata de procurar isomorfismos
entre sistemas o estructuras teóricas (Bertalanffy: 1989:34). Se reconoce
que la formalización de tal isomorfismo supone para las estructuras teóricas que
“la selección de elementos dados sea
reemplazables”, así como la búsqueda de “ejemplos
elegidos con ilustraciones intencionalmente sencillas” (Bertalanffy 1989: XI-XII).
El segundo principio ordena que tales estructuras
teóricas sean de carácter diferenciado.
Al principio de isomorfismo entre
sistemas diferenciados, Bertalanffy añade el de un orden jerárquico pasible de
describir verbalmente con elementos de la lógica matemática:
“El isomorfismo que discutimos es más que mera
analogía. Es consecuencia del hecho de que en ciertos aspectos puedan aplicarse
abstracciones y modelos conceptuales coincidentes a fenómenos diferentes…Es
posible enunciar principios de orden jerárquico en lenguaje verbal y
formulaciones en términos de lógica matemática” (Bertalanffy 1989:27, 35).
Atender al “principio de orden
jerárquico en lenguaje verbal” formulado en “términos de lógica matemática” y la
“necesidad de ilustrarlo con un ejemplo sencillo” conducen a la formalización
de los niveles lógicos propuesta por Gregorio Klimovsky.
En la página 79 de Las desventuras del conocimiento científico (Klimovsky 1997), aparece
un sucinto esquema que organiza los niveles lógicos correspondientes a
diferentes enunciados científicos. Tal esquema es citado aquí para ilustrar el isomorfismo lógico común a toda teoría
científica, por lo que la justificación de la teoría y conceptos
epistemológicos que desarrolla Klimovsky allí se considera dada.
A grandes rasgos, la correspondencia de
los enunciados con diferentes niveles lógicos referidos en el sucinto esquema
de Klimovsky es la siguiente:
I nivel: Corresponde al nivel de selección de datos, o enunciados
empíricos básicos. Klimovsky distingue entre términos empíricos y teóricos de
una disciplina científica (Klimovsky 1997: 62).
II nivel: Corresponde al nivel de interpretación de los datos disponibles,
(Klimovsky los denomina generalizaciones
empíricas) obtenido mediante inducción derivada del primer nivel.
III nivel: Corresponde al nivel de los enunciados
teóricos puros (abstractos) y mixtos (vinculan lo teórico y lo observable con
base empírica) que presentan una propuesta mediante deducciones lógicas derivadas del segundo nivel.
No
obstante, Klimovsky (1997) reconoce dificultades para dar cuenta del proceso
para derivar hipótesis creativas por deducción. Los estudios epistemológicos han
expuesto históricamente como formas privilegiadas de inferencia la deducción e
inducción, salvo unos pocos autores que han dado lugar a la abducción y la
analogía. (Samaja 2004:55), entre ellos Gregory Bateson.
La revalorización que realiza Juan Samaja
(2004) de lo que Charles Peirce
introduce bajo la figura de la inferencia abductiva o "inferencia de
hipótesis" constituye un valioso aporte de la epistemología a la
metodología de investigación donde “la combinación
de la abducción con la analogía nos remite a un proceso en donde se van
construyendo las teorías científicas” (Samaja 2004: 142). Peirce definió la
abducción como una forma particular de
inferencia que deriva en hipótesis. Tales hipótesis no se infieren
inductivamente de la observación y la adición de observaciones particulares,
sino mediante el descubrimiento de que un
cierto patrón (o pauta observable en los hechos) resulta análogo a un patrón
general, inteligible como pauta ideal (Samaja 2004: 87,125).
Como
Samaja reconoce el valor lógico de la inferencia abductiva y los principios de
la TGS admiten el reemplazo de elementos una vez salvada su correspondencia
lógica, en la Tabla 1 se incorpora la abducción
como forma particular de inferencia que deriva en hipótesis creativas.
La construcción de un modelo que presenta
isomorfismo lógico y combina la abducción y la analogía entre dos sistemas
teóricos diferentes de forma tal que introduce cambios en el sentido de la
trayectoria para perseguir el descubrimiento de una pauta observable en los
hechos que resulte análoga a una pauta inteligible como ideal, se presenta
atendiendo a la necesidad de integrar los aportes conceptuales realizados por
Gregory Bateson.
Un
Bateson, dos sistemas
Muchas de las dificultades para
dilucidar los rodeos del pensamiento batesoniano se deben a un nudo gordiano
cuya resolución sólo puede darse con un corte limpio entre dos modos de ver el
mundo.
La propuesta de elaborar dos estructuras lógicas contando con los
elementos conceptuales elaborados por el
mismo científico, toma como punto de partida sus intereses vinculados con
la biología primero y con la antropología después de su encuentro con A. Haddon.
(Korsbaek 2012) Bateson mismo mencionó el nudo de su búsqueda transdisciplinar durante
el simposio de Antropología realizado en
Boston en febrero de 1976.
“En antropología traté de aplicar los
tipos de pensamiento que me habían parecido más interesantes en biología… morfogénesis y genética” (Bateson 1991b:135).
Dando muestras de
honestidad intelectual, en su ponencia comparte las circunstancias y el entorno
de sus reflexiones constantes para descubrir analogías entre niveles formales:
“El término Cismogénesis (referido a ciertos patrones en los procesos
sociales de integración-diferenciación presentados en Naven) indica la idea de un
cambio evolutivo para expresar la
idea de un cambio en una determinada dirección....(Durante) mi segundo viaje a
Nueva Guinea … me llevó algunos años desarrollar la relación que hay entre el
carácter de las personas y la configuración de culturas" que culminó con
la publicación de Naven en 1936 (Bateson 1958) y sus novedosas categorías (Bateson
1991:b 136, Figura 2).
La década de 1940 le resultó muy
estimulante:
“En lo personal representó un paso
importante la formulación de la teoría del deuteroaprendizaje”.Después de la guerra participó en las reuniones
cibernéticas de Macy para desarrollar las ideas de Norbert Wiener en 1948
(Wiener 1985) en un ambiente intelectual donde según sus propias palabras
“teníamos la cabeza llena de ideas sobre retroalimentación y mecanismos teleológicos”
(Bateson 1991b: 136,137).
Sus expresiones muestran claramente un
movimiento reflexivo pendular entre el abordaje de los fenómenos adaptativos de la conducta con métodos propios de la
biología (o de las ciencias naturales) y otro sobre los modos de comunicación, con métodos propios de la antropología (o de
las ciencias sociales) de modo tal que la analogía introduce en el sistema de
inferencias de hipótesis un factor decisivo. Al respecto, Samaja sostiene que
las hipótesis no surgen de inspiraciones irracionales ni de meras
observaciones, sino de los modelos que la praxis social va creando en el
transcurso de la historia. A partir de esas representaciones previas que
funcionan como modelos se construyen las preguntas y las respuestas rectoras
del trabajo científico (Samaja 2004:142).
Por tanto, la construcción de dos
estructuras teóricas basadas en el pensamiento del mismo autor, (a las que denomino Niveles de aprendizaje y Niveles de comunicación) atienden los términos proporcionados en dos de sus más
conocidas publicaciones (1942 y 1954) organizados según los niveles lógicos que
corresponden a toda teoría científica.
Niveles
de aprendizaje
La elaboración de la estructura de
aprendizaje adaptativo considera la jerarquía de niveles de aprendizaje
presentada en “La planificación social y el concepto de deuteroaprendizaje” en
un trabajo presentado originalmente en 1942 y posteriormente compilado por su
autor. (Bateson 1991a:190-199).
La elaboración de las categorías tiene
su fundamento en estudios experimentales de recompensa y castigo realizados con
métodos de las ciencias naturales.
El modelo topológico (Tabla 2) busca
reproducir la correspondencia entre el concepto que Bateson denomina
“proto-aprendizaje” (Bateson 1991a: 190,195) con aquel primer nivel que
describe la percepción primaria de
experiencias diferentes compartida con el perro de Pavlov.
Bateson denomina el segundo nivel de
adaptación al entorno con el término “deutero-aprendizaje” (Bateson 1991a:
194,195). El término es insertado en la Tabla 2 para describir el modo en que
un individuo aprehende las diferencias entre situaciones en las
que se encuentra (situación a / situación no-a). El concepto de “aprehensión” fue introducido
por W. Köhler para definir el proceso mediante el cual un animal adapta su
conducta al entorno, donde tal conducta guarda dependencia de la situación
inmediata y no de representaciones (Vigotsky 1931: 49-53). La percepción
retrospectiva deriva en un condicionamiento
de la conducta que corresponde a una situación dada.
Si bien en su trabajo de 1942 no lo
explícita, en textos posteriores propone un tercer nivel de abstracción en el
que el individuo imagina la posibilidad
de una conducta diferente, característica humana que implica tanto la
creatividad como la posibilidad de
desaprender el condicionamiento
adquirido. Es el nivel donde un individuo puede liberarse del “doble vinculo”
patológico.
Una vez considerado esto, la tabla correspondiente
organiza estos aspectos con el propósito de presentar lo que he denominado niveles de aprendizaje, o conducta
adaptativa en una jerarquía lógica tal que distinga
a su vez entre conductas dadas y conductas posibles.
Niveles
de comunicación
A continuación, se presentan los
conceptos batesonianos que servirán a los efectos de presentar una jerarquía
lógica de los niveles de comunicación humana, basado en su conocido trabajo de 1954
“Una teoría del juego y la fantasía” (Bateson 1991a:205-217). Se recuerda que,
mientras los Niveles de aprendizaje presentados en la tabla 2 consideran
enunciados provenientes de las ciencias naturales, esta estructura se
fundamenta en enunciados de las ciencias sociales. La articulación sistémica de
estructuras provenientes de disciplinas metodológicamente diferentes para
abordar “los mecanismos mentales
empleados para pensar y actuar en tanto miembro de una comunidad” define
el campo de la Antropología Cognitiva
según Augé y Colleyin. (2005:51)
La riqueza conceptual que presentó en
unas pocas páginas, particularmente su noción de marco de referencia generó una efervescencia intelectual de tal
carácter que dieron lugar, entre otros, al desarrollo del concepto de Frame del sociólogo Erwin Goffman (1974),
así como los estudios sobre gestualidad humana del antropólogo Ray Birdwhistell,
quien publicó Introduction to kinesics
en 1952 (Birdwhistell 1972). Otro antropólogo impulsado por Bateson fue Edward
Hall, dedicado al análisis de la dimensión cultural del espacio discutiendo su
carácter de categoría universal, como muestra su trabajo de 1959, The silent language (Hall 1989).
En el artículo de 1954 Bateson describe
los siguientes niveles de comunicación humana:
El primer
nivel corresponde al de los mensajes
básicos, tanto emitidos como recibidos. Desde el punto de vista cognitivo y
recordando el postulado de Bateson de que conocemos a partir de las
diferencias, en lugar de mensaje a y mensaje b, presento un mensaje A y otro
no-A, para indicar el nivel más básico de percepción de lo diferente (Bateson
1991a:207). Todo mensaje primario remite a los datos de la experiencia sobre
los que todo individuo (desde el perro de Pavlov hasta nosotros) realiza una
selección perceptiva entre fondo y figura. Esta selección es la que permite
“aprender desde las diferencias”.
El carácter binario del nivel básico de
comunicación permite considerar también como elementos reemplazables el lenguaje verbal y corporal, así como
oralidad y escritura, en tanto tipos de
soportes para todo mensaje básico percibido. Al respecto, Considero que muchas
de las dificultades que surgieron en el grupo de Palo Alto al tratar de
sistematizar las propuestas de Bateson para las prácticas de lo que se denominó
pragmática de la comunicación humana se debieron a que la clasificación general
unívoca entre mensajes de tipo analógico y digital propuesta por Paul Watzlawick,
además de resultar inadecuada, no tuvo en cuenta la continua preocupación batesoniana por la percepción de
las diferencias como modo de estar en el mundo. (Watzlawick y otros 1967,
Salvetti 2015).
Entre los enunciados del segundo nivel, se encuentran dos
conceptos de gran riqueza, como su mención de reglas metalinguisticas. El metalenguaje supone una reflexión
acerca del lenguaje, un nivel de inferencia sobre lo empírico, del que emerge
el marco de referencia cuyo propósito
es distinguir entre un fondo-figura dado
como elemento para interpretar
adecuadamente un mensaje.
Es importante destacar que Bateson
mismo define su concepto de marco (“frame”) como elemento que permite la
interpretación de mensajes ya dados, lo
que introduce un factor crucial para utilizar el concepto de modo adecuado
(Bateson 1991a: 209, 216, 217).
El tercer
nivel de abstracción es el correspondiente al nivel metacomunicativo, definido
como “aquel mediante el cual un individuo advierte la posibilidad de
comunicarse en una multiplicidad de niveles” (Bateson 1991a: 207). Es el nivel de los mensajes posibles,
(obviamente no dados) y, por lo tanto, creativos.
Estos conceptos se organizan topológicamente en la Tabla 3
Articulación
sistémica de elementos
a)
El sentido no lineal de la trayectoria entre sistemas diferenciados (Sistema A afecta y es afectado por B). Además de no-lineal y por tratarse de un
flujo entre sistemas complementarios, es definido como flujo no-dialéctico, concepto crucial que
introduce la emergencia de fenómenos
contingentes particulares.
b)
En el
modelo presentado el flujo entre sistemas adopta la forma de espiral, donde la imagen de cada vuelta de hélice
representa el impulso que resulta de la
atracción a un conjunto abierto de condiciones
iniciales, también conocido como “cuenca
de atracción” (Lorenz 1963). Muchos autores han empleado la imagen de la
espiral para expresar de manera más rica el movimiento del desarrollo del
conocimiento humano. Quizás la formulación más conocida sea la expresada por
Lenin (1986): “El conocimiento no sigue
una línea recta, sino una curva que se aproxima infinitamente a una serie de
círculos, o una espiral” (ver Samaja 2004:214).
c)
El flujo
entre sistemas introduce la emergencia del Marco
de referencia particular en el nivel de lo dado en tanto elemento que enmarca
la conducta adecuada que distingue fondo–figura de una situación particular dada.
d)
La Metapauta de cambio, emerge desde el nivel
lógico de lo posible, en tanto introduce elementos novedosos que retroalimentan
el sistema general y representa el factor crucial de transformación a largo
plazo.
Considerar al marco y la metapauta
batesonianos como emergentes (efectos que afectan y son afectados sistémicamente)
describe lo siguiente:
a)
El marco
batesoniano (que distingue fondo y figura percibidos) emerge del segundo
nivel de aprendizaje que afecta y es afectado por el segundo nivel de
comunicación, emergencia que representa el condicionamiento
particular de la conducta a una
situación dada.
Cabe concluir consignando la aclaración
de que mientras el marco de referencia ocurre en toda situación de interacción, la
metapauta, no siempre ocurre.
El relevamiento de los conceptos
presentados por Gregory Bateson sobre una ecología de la mente para representarlos
topológicamente conduce a la siguiente propuesta:
Este modelo
de “ecología de la mente” cuyo sentido fluye en espiral entre sistemas teóricos
diferenciados, jerárquicos y lógicamente isomorfos donde cada sistema define el
conjunto al que todas las trayectorias vecinas convergen como resultado de la
atracción a un conjunto abierto de
condiciones iniciales, de tal modo que cada vuelta de hélice representa el
impulso que resulta de tal atracción para la emergencia de fenómenos
particulares tendientes a la emergencia de la metapauta de cambio que
retroalimente el sistema total, es dado a conocer como la “Mariposa de Bateson”
Aplicación
de la “Mariposa de Bateson” sobre un caso particular
La
pertinencia antropológica para analizar los procesos de identidad grupal y los
valores que se ponen en juego durante procesos de interacción enmarcados por
políticas culturales, impulsaron el seguimiento de la respuesta comunitaria al programa
impulsado por la UNESCO desde 2002 para reconocimiento de la diversidad
cultural.
La “Declaración
Universal sobre la Diversidad Cultural”, fue presentada por la UNESCO en 2002
como “un paradigma nuevo” en respuesta a los fundamentalismos que sacudieron al
mundo tras el atentado contra las Torres Gemelas de Nueva York. Esta
declaración “eleva la diversidad cultural a la categoría de patrimonio común de
la humanidad” y uno de sus objetivos trazados consistió en “elaborar políticas
culturales que promuevan los principios inscritos en la presente declaración” (Salvetti 2013).
En este marco de inclusión y respeto a
las autonomías locales, durante 2002 la Administración de Parques Nacionales de
la Argentina, elevó el proyecto conocido como
MRC (Manejo de Recursos Culturales) que consistía en una estrategia para difundir
y poner en práctica el cuidado comunitario del Patrimonio Natural y Cultural mediante
Talleres Participativos (Molinari y Ferraro 2005).
El Proyecto “Gestión de Patrimonio
Cultural y Natural en la Comunidad de Puelches: conservación y desarrollo” se
originó en octubre de 2002 con la firma de un convenio de intercambio y
cooperación entre el municipio de Puelches y distintas instituciones y
organismos públicos.
Estos talleres realizados en diversos
puntos del país alcanzaron resultados disímiles según la realidad local
(Ferraro 2009) Uno tras otro los talleres participativos se fueron
descontinuando, aunque el registro de Actas reveló que los talleres convocados
en la localidad de Puelches, provincia de La Pampa se extendieron durante diez
años. Vale aclarar que, el programa de talleres para el Manejo de Recursos
Culturales tenía como prioridad que las comunidades desarrollara una “una identificación
con su patrimonio y a partir de allí, ordenar y planificar su
aprovechamiento sustentable”, el registro de las Actas entre 2002-2012
revela que la comunidad de Puelches se volcó a priorizar el desarrollo sustentable del
pueblo mismo – invirtiendo el orden de la propuesta inicial- y a partir
de allí ir recuperando
de manera lenta y gradual la identificación local con el patrimonio que
simboliza el Parque Nacional Lihue Calel.
No
obstante, ¿Sería posible rastrear los factores diferenciales que contribuyeron
al éxito?
Luego de una lectura comparativa de las
Actas provenientes de talleres de diferentes puntos del país, se pudo encontrar
un factor diferencial inscripto en las actas del primer taller participativo
realizado en Puelches durante diciembre de 2002, a pesar del pesimismo reinante.
El Diagnóstico de Situación presentado al inicio, enumeraba varios problemas
que había que atender para lograr el desarrollo sustentable del lugar. Entre
los problemas se alistaban: Alto
nivel de necesidades básicas insatisfechas (40%), crítica disponibilidad de
agua (por desvío fluvial hacia canales de riego mendocinos), actividad familiar
de subsistencia, alta deserción escolar, envejecimiento poblacional por éxodo
de jóvenes y falta de oportunidades laborales vinculadas al desconocimiento de
los recursos naturales y culturales del lugar. La lectura más detallada de los
documentos disponibles revelaría que la localidad fue construida como un sitio
que se abandona a sí mismo, donde los organismos oficiales no reconocen
responsabilidad alguna en producir las condiciones materiales de
desertificación. (Tarquini y otros 2009).
En medio de un panorama tan poco prometedor, las Actas
registran una breve frase “El cronograma
de actividades debió ser alterado ya que se presentaron antiguos habitantes de la localidad para compartir sus
memorias.”
El registro dedica entonces varias páginas a describir los
relatos vertidos durante la segunda jornada por parte de quienes forjaron lazos
emocionales con el lugar lo suficientemente fuertes como para compartir sus
recuerdos vinculados con la localidad de Puelches. La lectura remite al intercambio
oral de recuerdos positivos y al modo en que los lugareños se recuerdan a sí mismos y su propia
historia.
Al día siguiente y último del taller, se procedió a la
selección formal de las actividades específicas a desarrollar durante el
período previo a la realización del siguiente taller. El
registro de Actas de los talleres participativos 2002-2012 permite el seguimiento
de acciones para desarrollo sustentable local, así como el cumplimiento
efectivo de las propuestas iniciales. Además de mejoras en luminarias y
pavimento, se dejó constancia de la parquización de espacios públicos, campañas
de forestación y riego, creación de un centro cultural para realizar cursos en
la antigua Capilla, y muchas otras propuestas más. Cabe destacar las
implicancias de la promoción del turismo local al Parque Nacional Lihue Calel y
las lagunas adyacentes al poblado mediante el armado de paquetes con safari
fotográfico y cabalgatas. Se consiguió difundir el monolito de Puelches como
centro geográfico de la Argentina, instalado en 1978. Se trataba de la
recuperación de recursos naturales y culturales que habían pasado desapercibidos
antes de los talleres y cuya promoción favoreció la llegada de inesperados
contingentes de jóvenes mochileros a una localidad a la que el diagnóstico de
situación inicial había descripto con envejecimiento poblacional por éxodo de
jóvenes
En la lista aparece en primer término: “Realización de un
Museo en la antigua Capilla. Como tarea se estableció la elaboración de un
proyecto y su consecuente presupuesto.”
Diez años después, en mayo de 2012 fue
inaugurado el Museo “Tierra
de Recuerdos” (Figura 4).
La hipótesis presentada sostuvo que el “cambio en la condición inicial” del sentido de la trayectoria
interactiva de la comunidad en tanto sistema social, resultó impulsado en un
contexto de revalorización patrimonial por ejercicios orales de memoria donde
la puesta en común de emociones permitió la emergencia de cambios en la memoria grupal.
Esta propuesta supone que la puesta en común de las emociones vinculadas
a un espacio, constituyó el factor determinante para propiciar cambios a
nivel metacomunicativo sobre las referencias espacio-temporales en
tanto categorías socialmente construidas que admiten un seguimiento adecuado.
Incorporar al modelo sistémico la
percepción de las emociones como factor necesario en todo proceso cognitivo
exitoso requirió de su adecuada
justificación a partir de los resultados obtenidos por el neurofisiólogo
portugués Antonio Damasio (1999). Los datos obtenidos como resultado de sus
largos años de investigación clínica le permitieron la incorporación válida de
emociones y sentimientos como factor que contribuye a decisiones exitosas para
la supervivencia de un grupo.
El concepto marcador somático, que
otorga status cognitivo a las
emociones, permitió integrarlas en la estructura de niveles de aprendizaje
adaptativo como factor diferencial que introduce cambios observables en la
conducta.
La propuesta inicial de ocupar el espacio
de la vieja Capilla para un Museo, resulta entonces sumamente
significativa. El reacondicionamiento de
sectores de la deshabitada Iglesia para la producción y exposición de
artesanías indígenas, implicó la movilización
de las referencias espaciales
socialmente construidas, materializadas en la reapropiación simbólica de un espacio colonizador, para revalorizar tanto la presencia permanente como
los rasgos autóctonos locales, expresados en las artesanías expuestas. Las artesanías
espacialmente dispuestas, muestran la resistencia al doble sentido que
atraviesa el histórico discurso oficial pampeano que “afirma al indio al tiempo
que lo niega” (ver Curtoni 2004).
Tal como puede observarse en el
diagrama correspondiente, el modelo “Mariposa de Bateson” aplicado a un caso particular
(Tabla 5) permite la sustitución de elementos con datos provenientes de
diferentes disciplinas (historia, ciencias políticas, ciencias de la conducta, ciencias
de la comunicación, neurociencias, entre otras) a condición de respetar su
correspondencia lógica.
La modelización consigue así “un grado
ligeramente más elevado de abstracción y generalización” en el seguimiento e
interpretación de los insustituibles datos de campo mencionados (Bateson 1991a:189).
Formalmente, si bien la organización topológica de la “Mariposa de Bateson”
confiere validez a los datos de campo, nada impide que una vez concluido el
modelado visual, se proceda a la descripción escrita que fundamente los
términos y sentido de la trayectoria de los elementos en interacción.
Conclusiones
La propuesta de ubicar el momento de
cambio inicial que introduce grandes transformaciones, condujo al pensamiento
de Gregory Bateson, y representó el desafío de articular sus ideas en un modelo
de baja complejidad que permitiera su aplicación sobre un caso particular.
En esta ocasión se buscó vincular de
forma sistémica y transdisciplinar tanto las ciencias naturales como las sociales
definitoria para la Antropología Cognitiva según Augé y Colleyin (2005), en un abordaje donde se halla implícita la pregunta batesoniana por “la pauta que
conecta” todo fenómeno viviente como hilo conductor.
El carácter constructivista,
cualitativo, y de investigación aplicada de este trabajo para el seguimiento y
modelización de los conceptos se valió de la topología como forma de
representación válida para la realización de la denominada “Mariposa de
Bateson”.
La modelización topológica permitió la
incorporación de elementos que remiten al
original pensamiento batesoniano, tales como su búsqueda constante de
analogías subyacentes entre diferentes fenómenos y niveles formales, en una
combinación de analogía con abducción. La
incorporación al análisis de la inferencia abductiva o inferencia de hipótesis
descripta por Juan Samaja nos remite al proceso donde se construyen las teorías
científicas.
Otro elemento batesoniano incorporado en
la modelización fue la imagen en espiral para describir el sentido de la
trayectoria que resulta impulsada por las diferencias entre sistemas. La forma
en espiral en una modelización de “ecología de la mente” atiende al movimiento
que sigue el conocimiento humano donde la imagen de cada vuelta de hélice
representa el impulso que resulta de la
atracción a un conjunto abierto de condiciones iniciales, también conocido
como “cuenca de atracción”.
La Mariposa de Bateson presenta
entonces un sentido que fluye en espiral entre sistemas teóricos diferenciados,
jerárquicos y lógicamente isomorfos donde cada sistema define el conjunto al
que todas las trayectorias vecinas convergen como resultado de la atracción a
un conjunto abierto de condiciones iniciales. Cada vuelta de hélice representa
el impulso que resulta de tal atracción para la emergencia de fenómenos
particulares tendientes a la emergencia de la metapauta de cambio que
retroalimente el sistema total.
Espero que estas reflexiones
fortalezcan el puente entre disciplinas metodológicamente diferentes, y acorten
distancias en el abordaje sobre distintas problemáticas de clara
pertinencia antropológica, tales como
los fenómenos de Memoria e Identidad, o Memoria y Silencios.
Pero es la recuperación del avanzado
pensamiento de “Bateson según Bateson” la que hizo posible esta articulación, y
la que ofrece un bagaje teórico que permite fortalecer la identidad misma de
una disciplina cuyo objeto de estudio es curiosamente cuestionado de forma
continua hacia el interior de los claustros, por parte de profesionales
públicamente vinculados con la recuperación de la Memoria y la Identidad.
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Disponible
en las siguientes entradas 2014 del blog:
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STOCKING, George 1993 “La Magia del Etnógrafo. El
trabajo de Campo en la antropología británica desde Tylor a Malinowsky”. En:
Velazco, García, Castaño y Díaz Rada (comps) Lecturas de Antropología para
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III. Academia de ciencias pedagógicas de la URSS
La imagen del
Atractor de Lorenz (Figura 1) ejecutada en Chaos
for Java pertenece a Carlos Reynoso (2006:180).
La
modelización topológica de todas las tablas presentadas aquí fue realizada por
la autora de forma manual utilizando el programa Microsoft Office PowerPoint
2007, y cuentan con derechos reservados. Se permite a terceros utilizar lo
publicado siempre que mencionen la autoría del trabajo y la primera publicación
en esta revista.