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sábado, 15 de julio de 2017

Armando Reverón I - Galería de sus obras




               


Hola amigos.
En esta oportunidad doy inicio a una serie de entradas dedicadas a la obra del artista Armando Reverón (1889-1954) considerado el más importante pintor venezolano, y también quien sufriera de las incomprensiones vinculadas con su enfermedad mental.
Hay un amplio consenso en Venezuela respecto que Reverón escapa de las clasificaciones que ofrece el Manual diagnóstico y estratégico de los trastornos mentales(DSMS) También encontramos un acuerdo casi unánime entre los psiquiatras a partir de 1955 respecto que su obra no es producto de su perturbación.
El médico Artiles Huerta, quien como joven médico residente acompañó a Reverón durante su última internación psiquiátrica, comenta que la creacíón de toda una escenografía teatral de muñecas de tela, y de artefactos realizados con elementos reciclados con los que el artista interactuaba, como un ambiente que le permitió luchar con sus padecimientos de salud mental en un entorno seguro. Los médicos que lo atendieron sostienen que sus delirios y la tortura mental que padecía, derivaban de enfermedades que afectaron el SNC:
“La historia merece reescribirse. Estar enfermo no es ningún delito, es parte de la condición humana. Cualquier persona puede sufrir algún inconveniente psiquiátrico y sobreponerse. Sin duda alguna, el caso de Reverón es excepcional. A pesar de su enfermedad, nos legó una obra monumental “y eso tiene un valor inconmensurable.

Inicio esta serie sobre el pintor con una Galería de algunas de sus pinturas, organizadas según las realizara durante su juventud, seguidas de la etapa Azul, la Blanca que lo hiciera conocido, y finalmente, la etapa Sepia.
No puedo dejar de mencionar que mi primer contacto con la obra de Reverón lo tuve de manos de mi padre, cuando realicé un viaje a Venezuela durante mi adolescencia y él había recibido en su Galería de Arte varias pinturas, entre las que se encontraba un enorme cuadro de este artista. Luego de separarse de mi madre, mi viejo había decidido alejarse del mundo de la elaboración, venta y distribución de específicos farmacéuticos, como se los llamaba en Venezuela, y comenzar esta nueva etapa de su vida introduciéndose de lleno en el mundo del Arte, con el que estaba familiarizado ya que mi abuelo era un prolífico pintor aficionado y dos de mis tíos habían terminado la formación en Artes Plásticas en la Escuela Nacional de Bellas Artes. Mi padre solía hacer bromas al respecto: “Como no sé pintar, soy crítico de Arte”
Así que recuerdo cuando mi padre vino a la Argentina el año siguiente de separarse de mi mamá, para revalidar la matrícula de Martillero Público, constancia fiel de uno de sus varios estudios juveniles. Una vez reinstalado en su nueva ocupación en Venezuela, pudo realizar varios viajes a Europa que le permitieron visitar los Grandes Museos y comenzar a organizar Subastas de Antigüedades y Obras de Arte en Caracas, donde también le fue bastante bien. Durante mi viaje tuve oportunidad de visitar por primera vez la Galería de Arte que había abierto a fines de la década de los años sesenta.
Recuerdo perfectamente que me llamo poderosamente la atención un cuadro con las formas apenas perfiladas sobre un fondo color marfil. La entera situación quedó fijada en mi memoria porque cuando intrigada le pregunté a mi papá “¿De quién es?” todavía hoy recuerdo el eco del tono de voz de mi viejo, ubicado en el otro lado de la Galería:  
“Ah, es de Armando Reverón, el más grande pintor venezolano.”


                                El Rancho (1931)




         Uveros (1942)


                                               Autorretrato realizado en 1910


                                    Carúpano  Oleo sobre M;adera (1918)

                                                 Los Baños de Macuto  

                                                    La Cueva (1920, etapa Azul)

                                    Cocoteros en la playa (1926, etapa Blanca)


                                          Paisaje con rancho (1924)
                                                               

 
                                                   Mujer con mantilla (1933)


Espero que les haya gustado
Hasta la próxima amigos!!!

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